En el nombre de Al.lah,

 el Clementísimo,

el Misericordiosísimo.[2] (1)

 

La alabanza es para Dios[3], Señor de los mundos, (2)

el Clementísimo con toda la creación,

el Misericordiosísimo con los creyentes,(3)

Soberano del Día de la Recompensa.[4] (4)

 

Solamente a Ti adoramos y solamente a Ti pedimos ayuda. (5)

 

Guíanos al camino recto, (6)

el camino de aquellos a los que Tú has agraciado;

no el de aquellos con los que Tú estás disgustado

 ni el de los extraviados.(7)


 


[1] Esta sūrah o capítulo de la Apertura posee una importancia excepcional. Es repetida en todas las oraciones. Se ha transmitido que el profeta Muĥammad dijo: La şalātu il.la bi fātiĥat il-Kit‘āb: La oración no tiene validez sin la recitación de la sūrat ul-Fātiĥa. cf. Tafsīr Abul Futūĥ Rāzī.

                También es denominada Sūrat ul-Ĥamd (o de la Alabanza), Umm ul-Qur’ān (La Madre del Corán), Saba’a al-Mizānī (Las siete que se repiten, o que se entrecruzan). Dijo el Mensajero de Dios: wal ladī nafsī bi yadihi mā anzala al.lahu fi at-Taurat wa la fi az-Zabūr wa la fi al-Qur’ān mizluhā hiya umm ul-Kitāb (Juro por Aquel que tiene mi alma en Sus manos que no hizo descender Dios en la Torā, ni en el Evangelio, ni el Corán, algo semejante. Ella es la madre del Libro.) cf. Tafsīr Nur Ut-Taqalayn y Maŷma‘ al-Bayān, t, I. p. 17

[2] Frase con la que comienzan todas las suras o capítulos del Sagrado Corán, excepto el 9º y, en general, con la que los creyentes inician cualquier acto, ya que fue transmitido del Imam Muĥammad al-Bāqir que dijo el Mensajero de Dios: “Antes de comenzar una acción, ya sea grande o pequeña, es apropiado decir: Bismi l-Lahi r-Raĥmāni r-Raĥīm para que dicha acción sea bendecida.” Tafsīr Al-Mīzān, t. I, p. 26.

Esta frase, conocida como Al-Basmala, se suele traducir: “En el nombre de Al.lah, el Clemente, el Misericordioso.” Tanto “Raĥmān” como “Raĥīm” son dos sustantivos que proceden de la raíz rĥm que transmite la idea de misericordia. En el primer caso su significado es más general y en el segundo es más específico, tal como podemos leer en la tradición (ĥadīt) que transmite el Imam Ŷa‘far aş-Şādiq, que dijo el Mensajero de Dios: “Dios es aquel al que todas las criaturas adoran. Es Raĥmān con todas ellas y Raĥīm especialmente con los creyentes.” Koleinī, Al-Kafi.

                En general, hemos traducido el nombre Al.lah por “Dios”, ya que, aunque muchos musulmanes se resisten a traducir el nombre de Al.lah, considerando que es el nombre que Dios mismo Se dio para ser nombrado por Sus criaturas, hemos querido con ello dejar constancia de que Al.lah no es el dios de los musulmanes, (como se ha venido repitiendo de manera no carente de intención durante al menos los últimos quinientos años) frente al dios de los cristianos o de los judíos, ya que solamente hay un Dios. No obstante, en la Basmala del principio de cada sūra o capítulo hemos mantenido el nombre Al.lah sin su traducción al castellano, para indicar que: “El nombre Al.lah es una manifestación global, es decir, una manifestación de Dios Todopoderoso que abarca todas las otras manifestaciones, incluidas las de Compasivo y Misericordioso... pues.... la esencia de Al.lah no tiene Ella misma nombre. El nombre Al.lah es, por tanto, Su manifestación más íntegra y completa.” cf. Seyed Ruĥ ul.lah Al- Musawi, Tafsīr de la Sūrat ul-Ĥamd. Luz dentro de mí, p. 114. Asamblea Islámica de Madrid, 1997 y Al-Qayşarī, Šarĥ Fuşūş al-Hikam, t. I, p. 97.

[3] También posee el significado de “gracias a Dios” en el habla normal de los musulmanes. cf. The Qur’an,

Y, en general, el sentido de que toda alabanza que realizamos pertenece a Dios y a Él remite, ya que Él es el creador de todo lo que es digno de ser alabado.

[4] Dīn etimológicamente significa “recompensa, retribución” Seied Imanī, Nur ul Qur’an fi tafsīr il-Qur’an. trad. al castellano titulada Una exégesis esclarecedora de La Luz del Sagrado Corán,  t. I, p. 114

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