Latinoamérica - 17/10/2005 |
Adonnay Cárdenas
Fuente: El País (Colombia)
Hace trece días que Munir Valencia Potes, el sheij (jefe) y los 200 miembros de su comunidad islámica en el puerto, no prueban alimento de 4:30 a.m. a 8:30 p.m.
La razón, ellos llevan a cabo el mes del Ramadán, el hecho más importante del mundo musulmán, 'en el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso'.
Durante estos 30 días Valencia y sus adeptos se 'alimentan' de la oración permanente, en árabe, de las paginas del Corán.
'Tenemos más de 45 años de estar en Buenaventura donde además de propagar la fe hemos aportado a la difusión de la cultura musulmán en Buenaventura y el Pacífico', señala el jefe islámico quien hace más de 22 años está al frente de esta comunidad.
El Ramadán y toda la actividad la llevan a cabo en su mezquita ubicada en la avenida Simón Bolívar a donde concurren de todos los sectores sociales del puerto. 'Además les enseñamos el idioma árabe y la confección de tapetes con influencia persa', dijo Pablo Mosquera, conocido también Bilal Mosquera, dentro de su comunidad.
Él, al igual que Valencia, su esposa y otros miembros, han estado en Irán donde han recibido todo el aprendizaje del idioma y la consolidación de su fe.
'Desde niño quería ser sacerdote de la Iglesia Católica pero los que serían después mis suegros, pues a su casa iba a visitar una novia, me convencieron no de cambiar a Cristo sino de entender mejor nuestro origen islámico en África y no el católico', manifestó el guía religioso.
Al final del Ramadán, el 5 de noviembre, esperan celebrar con los de su comunidad y los que quieran conocer un poco más de la cultura del Islam para celebrar el final del ayuno.
'La gente debe entender que todo lo que suena a Islam o musulmán no son bombas o violencia; la verdadera esencia de nuestra religión es la paz ', dijo el sheij.
Al final recuerda al despedirse las palabras que los identifican: 'As-salamuala ikun' (la paz sea contigo) a lo que se debe responder 'vaalaikum salam' (y contigo sea la paz).
Hace 45 años llegó al puerto un barco procedente de Irán donde unos hombres de barbas espesas y con un libro en la mano comenzaron a difundir el Corán entre los bonaverenses, surgiendo así la comunidad islámica de Buenaventura, la más antigua de Colombia.
