LA UNIDAD ISLÁMICA - UMMA
Encuentro del Líder Supremo con las autoridades y el pueblo iraní en el aniversario del nacimiento del Último Mensajero de Dios
15/03/2009
En el
día en que se conmemora el nacimiento del noble Profeta Muhammad (PB) y el sexto
Imam de los musulmanes, Yafar As-Sadiq (P), el Líder de la Revolución Islámica
Ayatolá Seyyed Ali Jamenei dijo que la principal responsabilidad de los
seguidores del Mensajero es hacer esfuerzos efectivos y diligentes para
desarrollar la unidad islámica y contrarrestar los factores de la discordia.
Su Eminencia describió el nacimiento del último Mensajero de Dios como un evento
que señaló el camino de la humanidad.
Así se expresó el Líder Supremo durante un encuentro con las autoridades y el
pueblo iraní, así como invitados de la 'XXII Conferencia Internacional de la
Unidad Islámica' celebrada esta semana en Teherán.
Ayatolá Jamenei se refirió a varios acontecimientos significativos que
coincidieron con el nacimiento del Profeta del Islam, agregando que tales
eventos indicaron de forma simbólica que se trataba de un nacimiento que marcaba
el inicio de la era de los esfuerzos por eliminar el paganismo, ateísmo,
materialismo y la opresión en el mundo.
«Si bien es cierto que la guía del más noble Mensajero de Dios (PB) aún no ha
sido seguida por todos los seres humanos, esa cada vez más resplandeciente llama
guiará progresivamente al ser humano hacia la fuente de luz y llegará finalmente
a todo el mundo», dijo su Eminencia.
El Líder de la Revolución Islámica señaló que la humanidad realmente fue
bendecida con el nacimiento del Profeta, y agregó que un deber de la Nación
Islámica (Ummah) - especialmente teniendo en cuenta esta gran bendición - es
buscar la unidad y tomar medidas prácticas a este respecto.
Ayatolá Jamenei dijo que la unidad ayudaría a resolver muchos de los problemas
del Mundo Islámico y lo conduciría a la grandeza y el esplendor.
Refiriéndose a la situación actual de los musulmanes y los países islámicos, así
como a las malas intenciones de las superpotencias para dominar a la Nación
Islámica, su Eminencia manifestó que solamente la unidad de los musulmanes
podría contrarrestar tales amenazantes intenciones.
Asimismo, el Líder Supremo se refirió al fanatismo en las creencias y
pensamientos como una fuente de discordia entre los musulmanes, y enfatizó que
el aferrarse a la fe en los principios y fundamentos es importante, pero que la
fe no debe convertirse en la negación de otros musulmanes seguido de agresión y
enemistad.
Ayatolá Jamenei exhortó a la comunidad shiita y sunnita a que respeten
mutuamente sus pensamientos y creencias, y agregó que los debates académicos
acerca de las creencias y denominaciones están permitidos, siempre y cuando no
se conviertan en calumnias o insultos entre la opinión pública.
Su Eminencia también describió las acciones divisionistas de los enemigos del
Islam y superpotencias dominantes como otra fuente de discordia entre los
musulmanes, y exhortó a los musulmanes a mantenerse alerta para no caer en la
trampa de estas malignas conspiraciones.
El
Líder de la Revolución Islámica lamentó que en algunas ocasiones, ha habido
musulmanes o países islámicos que les han seguido el juego a los enemigos.
Ayatolá Jamenei recordó la victoria de la resistencia de la región en los 33
días de la guerra del Líbano (2006) y los 22 días de guerra en Gaza (a finales
del 2008), y dijo que ambos acontecimientos han sido sumamente aleccionadores.
«Después de las dos grandes victorias de los creyentes del Líbano y los jóvenes
de Palestina contra el equipado y modernizado ejército del régimen sionista, el
enemigo ha utilizado la cuestión shiita-sunnita y el Panarabismo en Líbano y
Palestina, respectivamente, con el fin de eliminar la dulzura de una unanimidad
que condujo a dichas orgullosas victorias», señaló su Eminencia.
«La cuestión palestina es una cuestión islámica, que no tiene nada que ver con
los asuntos árabes o no-árabes», dijo el Líder Supremo, y añadió que una mayor
fuente de discordia puede originarse si se llegan a involucrar cuestiones
sectarias en el Mundo Islámico».
«Ante tal situación, la responsabilidad de desarticular las conspiraciones del
enemigo, la tienen principalmente los políticos y autoridades del Mundo
Islámico», acotó Ayatolá Jamenei.
Su Eminencia manifestó que la República Islámica nunca se equivocaría con
respecto a la principal fuente de discordia en caso que alguna persona hiciese
un llamado a la división en el seno de la Nación Islámica.
«Sabríamos que se trata de un llamado procedente de las superpotencias
arrogantes», enfatizó el Líder Supremo, agregando que las autoridades musulmanas
deben mantenerse vigilantes, y que los sabios (alims) e intelectuales musulmanes
deben exponer a los principales delincuentes detrás de los esfuerzos por dividir
a la Nación Islámica.
Ayatolá Jamenei concluyó su discurso con unas palabras en homenaje a la noble
alma de Imam Jomeini «quien hiciese un llamado a la unidad en nuestra época.»