EL ISLAM

 

 

 

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Que es el Islam

¿Quienes son musulmanes?

¿Quién es Allah?

¿Quién es Muhammad?

El Concepto de adoración en el Islam

Características de la adoración

La Intención y el motivo

La fidelidad y los rituales

La Historia de Adán y Eva

 

Jesús

El Pecado y el Arrepentimiento

La Ley Islámica

¿Qué es el Corán?

Cuál es la visión de los musulmanes El Corán

El Libre Albedrío del Ser Humano

Los seis artículos de la Fe Cinco pilares del Islam El Machismo y el Mundo Musulmán

¿Cuáles son las enseñanzas del Islam?

Las Mujeres en el Islam El Profeta Muhammad (P) y Su Sunnah Monoteísmo El Islam y la Ciencia

 

   ¿Qué es el Islam?

Islam es una palabra Árabe que significa paz, pureza, aceptación y compromiso. Como una religión, el Islam lleva por completo la aceptación y el sometimiento a la enseñanza y consejo de Dios.

No es una nueva religión, es en esencia el mensaje y consejo en el cual Dios reveló a todos sus mensajeros:

Dijeron: "Nosotros creemos en Allah y ésto, lo cual fue revelado a Abraham, Ismael, Isaac y Jacob y a las tribus en las cuales fue dado a Moisés, a Jesús y a los profetas de su Señor, nosotros no hacemos distinciones entre ellos y nos sometemos a ÉL".

El mensaje que fue revelado al profeta Muhammad es el Islam en su forma final completa y comprensiva.

Este mensaje nos da a entender que en el Islam Allah está por sobre todas las cosas, podemos compararlo con los conceptos del filósofo San Agustín, donde establece que Dios está por sobre todas las cosas y llegar a Él es encontrar la sabiduría.

En la historia de la filosofía Árabe el médico era el sabio, el maestro por excelencia y el Filósofo, todo esto lo expresa el término Al-Hakim, con el cual se denominaba a los médicos.

El aprendizaje de la medicina era para los musulmanes una búsqueda de la sabiduría que no se limitaba en el plano teórico, sino que necesitaba de la experiencia viajera, de buscar más allá de los conocimientos y conocer otros lugares y otras personas. La medicina era una forma de Filosofía que buscaba la salud de los hombres por medio de una vida adecuada a su naturaleza.

En conclusión, ser médico para los musulmanes es ser sabio, o sea obtener la sabiduría y así llegar a Allah y convertirse en Filósofos; nos recuerda nuevamente a San Agustín que encontrando la sabiduría llega a Dios y es Filósofo.

Los musulmanes consideran la ignorancia como el peor de los males, dice un proverbio árabe:

" Buscad el saber aunque halla que ir hasta la China ".

¿Porqué el Islam es a veces malentendido?

El Islam es frecuentemente malentendido y parecerá exótico en algunas partes del mundo de hoy. Tal vez esto es porque la religión no en mucho tiempo dominará cada día de la vida de la sociedad occidental, mientras que para los musulmanes el Islam es vida.

Interpretamos esto como si existiera una envidia de la sociedad Occidental hacia la sociedad Oriental, ya que ésta última disfruta de su religión, viviendo y rigiéndose por ella no importándole el precio, mientras que para los Occidentales es como un peso que llevan sobre sus hombros.

Los musulmanes no hacen divisiones artificiales entre el secular (sacerdote que no se encuentra bajo las reglas de una iglesia) y el sacerdote que ejerce.

Por algún pequeño tiempo el Islam fue pensado como alguna religión del Este, pero con el incrementado número de musulmanes viviendo en el Oeste, éste está siendo gradualmente percibido como una confianza global.

Los musulmanes no son vistos como forasteros con prácticas inusuales, pero están siendo bienvenidos como parte de un mosaico de la vida en el Oeste. En muchos casos, el Islam no es visto como una religión aceptable pero sí como un deseoso camino de vida.

¿ Cómo comenzó el Islam?

Cuando nos hablan de civilizaciones siempre evocamos a las más cercanas a nosotros, como por ejemplo a las civilizaciones Occidentales.

Pero sin embargo, no debemos olvidar que en otras regiones florecieron civilizaciones que, aunque al cabo de varios siglos entraron en decadencia tuvieron una importancia extraordinaria en el desarrollo de la Humanidad.

Éste es el caso, de la civilización islámica, en muchos aspectos sorprendente por su contraste con las formas culturales que en la misma época de su florecimiento, en la Edad Media, prevalecían en la Europa cristiana.

El territorio conquistado por los árabes está ubicado entre el Mar Rojo, el mar de Omán y el Golfo Pérsico; es un territorio amplio, representa una cuarta parte de Europa, pero está casi totalmente ocupado por estepas y desiertos que dificultan la vida sedentaria.

En éste territorio se organizó una brillante civilización, llamada musulmana, ésta se destacó por su prosperidad material y por su desarrollo intelectual y artístico.

Antes del siglo VII, los Árabes constituyeron tribus independientes de pueblos belicosos e idólatras, ya que cada tribu adoraba numerosas divinidades, ángeles y genios que representaban bajo la forma de ídolos con figura humana o animal. Tenían una ciudad común, La Meca, en donde se reunían periódicamente en el templo de la Kaaba, que es el altar donde se encuentra una piedra negra ubicada en el centro de la Mezquita y según la creencia fue traída por un ángel y se oscureció por la acción de los pecados humanos.

¿ Quién fue MUHAMMAD?

A comienzos del siglo VII de la era cristiana se produjo un acontecimiento extraordinario en la península Arábiga. Una figura carismática unificó las tribus nativas que, después, se embarcaron en una campaña de conquista que duró siglos.

Éste hombre se llamaba Muhammad, era conocido como el profeta Mahoma y su religión era el Islam. Él carecía de cultura pero se sentía inspirado, influido por las corrientes judaicas y cristianas, el Antiguo y Nuevo Testamento para afirmar la unicidad de Dios.

Como el profeta no recibió una educación formal, el Corán le fue revelado a través del habla, y fue escrito por sus secretarios. Así toda palabra fue escrita y preservada durante y después de su vida por sus compañeros.

Muchos llaman al Islam "Mahometismo", en realidad es un nombre impropio para el mismo y lo ofende espiritualmente porque Mahoma fue el mensajero de Dios y no una divina adoración de los musulmanes. Ellos adoran a Allhá, no a su último profeta.

La predicción de Mahoma encuentra escepticismo en algunas personas y burlas en otras, encontró también algunos adictos que alarmaron a los comerciantes que traficaban en La Meca del riesgo que corrían sus negocios, ya que éstos se basaban en las peregrinaciones y se estaba propagandeando la abolición de los ídolos. Al principio él encontró apoyo en los de su tribu pero no tardaron en abandonarlo.

Mahoma luego de iniciar la expansión del Islam muere a los 76 años, el 8 de junio de 632, en un lugar muy alejado de La Meca.

¿ Cómo se produjo la expansión Islámica?

Antes de hablar de la expansión islámica debemos saber lo que significa el vocablo expansión, que proviene del verbo expandir que significa propagar, ensanchar y extender.

Como dijimos antes el Islam se propagó, esto ocurre por determinadas causas: la primera y más importante es el fervor religioso impreso por Mahoma a su pueblo, era propicio para inducirlo a llevar la fe a nuevas tierras.

Otra causa es el espíritu belicoso que tenían las poblaciones del desierto islamizadas se vio frenado por la prohibición de las guerras entre las tribus.

Además se vio favorecida por el extraordinario aumento de la población que hacía difícil la subsistencia, más cuando hubo grandes sequías y los sistemas de riego artificial eran insuficientes.

Y por último los ricos estados de la vecindad inspiraban la codicia que siempre estimuló a los nómades a lanzarse sobre los sedentarios.

Luego de que Mahoma fue rechazado y abandonado por los de su pueblo recibió apoyo de los de Medina, donde el medio es más propicio para admitir el monoteísmo central de la nueva predicación. Así se realiza un pacto entre el Profeta y los jefes de las tribus de Yatrib, llamado el pacto de Medina en el año 622.

Mahoma se traslada a la Meca donde no es aceptado y vuelve a Medina.

El pacto de Medina tiene gran importancia, los adictos deben aceptar la religión y así Mahoma se vuelve un soberano y se rompe la unidad tribal, se dividen en los que creen en Allhá y los que no, aunque sean de la misma tribu.

En la Meca sucede que muchas familias humildes empiezan a adoptar el Islamismo por causas personales. Por otra parte Mahoma no podía quedarse en Medina y toma la Meca, a la cual convierte en capital de la nueva religión.

Lugo de la muerte de Mahoma se realiza la verdadera expansión comenzando por la organización de la capitalque se consolida y fortalece, se extiende desde los Pirineos hasta el Indo, quedando un imperio mayor que el de Roma.

Hoy en día ésta comunidad está integrada aproximadamente por 800.000.000 de creyentes, se extiende desde Marruecos hasta Indonesia, ¾ partes viven en Asia y ¼ en África, es la segunda religión de importancia en el mundo.

¿ El Islam, es una forma de vida?

El hombre es la más alta creación de Dios, él tiene la libre voluntad de tomar sus decisiones. Dios le ha mostrado el camino correcto, y la vida del Profeta Mahoma, éste muestra un perfecto ejemplo para llevar a cabo la salvación exitosamente.

Esto lleva a que cada musulmán tenga su vida ya marcada, sabiendo lo que debe o no debe hacer, o sea que es su forma de vida.

Para que todos se rijan por la misma regla, existen dos textos, el Corán que significa recitación y la Sunna que es producto de la unión de todos los Hadith.

El Corán es la palabra de Dios a través de Mahoma y estaba escrita por sus amigos en hojas de palmera, en tablillas de piedra, pieles y huesos de animales, y hasta en los pechos de los hombres; 19 años después de la muerte de Mahoma fueron recopilados y unidos en un solo texto que es ahora el libro oficial del Islam que ha sufrido solo pequeñas modificaciones a través de todos estos años.

El Hadith son los dichos, hechos y gestos del profeta trasmitidos en relatos, que han sido soluciones políticas y jurídicas que no eran contempladas por el Corán, la unión de todos los Hadith es la Sunna. El Corán conjuntamente con la Sunna contienen las fuentesde derecho y la religión.

Cada acción echa con la conciencia que cumple con la voluntad de Dios es considerada un acto de adoración en el Islam. Pero el acto específico de adoración es aceptar los Pilares del Islam, los cuales proveen la estructura o sistema de la vida espiritual de los musulmanes.

Éstos pilares son cinco:

o        La profesión de la fe.

o        La oración

o        El ayuno

o        La limosna

o        La peregrinación a la Meca

A veces es considerado un sexto pilar que es el Jihad, o guerra santa y fue aprovechada en la historia por Hitlercuando haciendo creer a su pueblo en este último pilar, les hace manejar armasa las mujeres y niños que pensando que se defendían en realidad atacaban.

La profesión de la fe es la afirmación esencial de la doctrina, es el monoteísmo, dice: "No hay otro Dios que Alláh y Mahoma es su profeta", Mahoma no se confunde con Dios, pues solo es el último y el más grande de los profetas.

Éste párrafo nos da la percepción de la carga de sometimiento que da el Corán a los musulmanes, ya imponiendo su primer y más importante pilar. Y como que nos da a entender que si no aceptamos el primero y más importante, no podemos aceptar los demás, ya que son secundarios aunque también importantes.

El primer pilar nos da la pauta de la fe en Alláh y los demás nos lo hace demostrar a través de sometimientos.

Otro pilar es la oración, se basa en el acto de rezar cinco veces al día, al amanecer, al mediodía, a la media tarde, a la puesta del sol y en los comienzos de la noche.

Para realizar cada una de éstas oraciones es necesario purificarse, las necesidades mínimas son: lavado de cara, de manos y brazos, así como limpieza de cabeza y pies, pero hay otras mayores como el lavado completo. Si no se dispone de agua puede utilizarse la arena. Para rezar se sigue todo un rito desde la posición hasta lo que expresan en voz alta. La mujer no puede orar en público, y los hombres y mujeres se ponen en cuartos separados para no tener contacto visual con el sexo opuesto y estar totalmente purificados.

Éste pilar es una de las formas de demostrar la fe en Alláh, y vemos claramente la fuerza de voluntad de cada individuo para seguir la religión y la necesidad de esa forma de vida y fuerzade ese mundo suprasensible; ya que comparado a nuestras costumbres, nosotros rezamos cuando lo necesitamos o una vez cada tanto, aunque una persona muy religiosa del mundo Occidental rece una vez por día no se compara con las cinco veces de rezo del mundo Oriental.

El tercer pilar es el ayuno, se realiza en un mes completo llamado el mes de Ramadán, es el noveno del año lunar del calendario islámico. Se considera que en éste mes fue revelado el Corán por primera vez.

Consiste en la prohibición de tomar, comer y fumar (tiende a consagrar el goce moderado de los placeres de la vida) desde poco antes del amanecer a la caída del sol, aunque durante la noche se está permitido comer y tomar, no se puede comer mucho ni tomar mucho, solo lo indispensable.

Cada musulmán está obligado para con este pilar menos algunos que están exentos, como por ejemplo los ancianos, los enfermos y los niños.

En nuestra costumbre religiosa solo tomamos un día donde no comemos carne de animales de sangre caliente, nuevamente vemos la fuerza de voluntad ya que ellos no comen nada durante un mes y rezan más de lo normal.

El cuarto pilar es la limosna, era una donación caritativa que daban los musulmanes pudientes y era anual; luego se convirtió en un impuesto obligatorio llamado el Zakkat. Es utilizado como fondo para la protección de los desvalidos.

Ellos no solo deben pagar este impuesto sino que lo hacen creyendo en Alláh, lo dan por Él y por ellos mismos ya que ayudando y creyendo llegaran al cielo, junto a su Dios.

Contrastando con respecto al mundo occidental, este extraño mundo no pagan por llegar al cielo sin creer, sino que lo hacen con fe, nosotros si se nos diera la oportunidad de pagar para poder ir al cielo más de uno pagaríamos sin creer por lo que lo hacen sino por interés de un camino más fácil.

Podemos citar al filósofo Nietzche quién defiende en este caso a los musulmanes, ya que dice que nosotros solo nos acordamos de Dios cuando lo precisamos.

El quinto pilar es la peregrinación a la Meca, es también obligatoria, todos los musulmanes deben ir a la Meca por lo menos una vez en su vida y solo quedan eximidos por razones de salud o guerra.

Se llama el hajj y se celebra todos los años durante el mes islámico del Dhu´l Hijja. La ceremonia comienza en la Meca donde los peregrinos deben dar siete vueltas alrededor de la Kaaba.

Para ellos ésta peregrinación significa un paso muy importante en su vida, la cual queda dividida en dos partes, antes y después de la peregrinación.

En nuestro mundo la forma de última purificación es la visita del sacerdote y su bendición para librarlo de los pecados y poder ir al cielo, para el mundo islámico esa purificación queda determinada cuando visitan la Meca, casi siempre son las personas mayores, que consideran que han quemado una etapa de su vida.

La guerra Santa o Jihad se considera un sexto pilar, lo utilizan para difundir el Islam o para defender territorios islámicos, también puede usarse en el sentido de luchar por una evolución espiritual.

Aunque percibimos que a los musulmanes no les importa morir en la guerra santa ya que después van al cielo, nosotros no lo aceptamos, ésta opinión también tiene algo que ver con nuestra creencia religiosa ya explicada antes, ya que no daríamos nuestra vida por una guerra con el mismo afán que lo hacen los musulmanes, ellos llevan la fuerza que les impone una creencia cerrada y firme como la que tienen.

En resumen el Islam no enseña el ritualismo, da gran énfasis en la intensión y en la acción. Adorar a Alláh es amarlo y actuar sobre su comando en todos los aspectos de su vida, para ordenar bondad y prohibir malas actitudes, para practicar caridad y justicia y servirlo a través del género humano.

El Corán nos dice esto de la siguiente manera:

" No es deshonra que tu mires al este o al oeste, pero honrado es quien cree en Alláh, en el Último Día, en los Ángeles, en el Libroy en los Profetas; y da su riqueza por amor a Dios, para los huérfanos, necesitados, forasteros y a quien lo necesite y es esclavo libre; y observa la adoración apropiada y paga el Zakkat. Y aquel que mantiene su trato es el sincero. Es el que respeta a Dios"

Corán 2:177

Entendemos ésto como que no les importa nada excepto su Dios, por ejemplo no les interesa lo que parezcan con sus vestimentas raras ya que se visten para Él. Su creencia es muy fuerte y está impuesta desde el principio en el Corán y el impuesto Zakkat expresa esa adoración y quien acepta todas las reglas debe mantenerlas y así respeta a Dios.

La ley de Dios está acentada en el Corán y ejemplarizada en la vida del Profeta que es suprema en todos los casos. Se aplica tanto al príncipe como al pobre, al descontrolado como al regulado, al santo como al pecador.

A pesar de las diferencias entre ésta religión y la nuestra, también encontramos similitudes. Para ambas religiones la vida del hombre no está limitada a la corta duración de la existencia de la tierra. En el día del Juicio toda la raza humana obtendrá la resurrección; todos aparecerán frente el Todopoderoso Dios y enfrentarán las consecuencias de sus actos en su vida. De ésta manera, de aquí en adelante la vida es una continuación de la vida en la tierra, esto se explica porque depende de cómo haya sido nuestra vida en la tierra, será nuestra vida en el Más Allá.

La creencia en la responsabilidad del hombre hacia Dios da un sentido y un significado a la vida y marca las diferencias entre la existencia humana y los animales y objetos. El filósofo Nietzche sostiene que el hombre se apoya en Dios, en la necesidad que tiene de un ser superior a él, y además le hace sentir distinto a los animales y objetos.

¿Cuál es la filosofía del Islam?

La filosofía musulmana tuvo al principio un carácter exclusivamente teológico, adaptado a las enseñanzas del Corán. Pero desde el siglo VIII los árabes comenzaron a traducir filósofos griegos como Platón y Aristóteles.

Abarcaban diversas ramas del saber. Tuvieron la preocupación de conciliar la fe con la razón armonizando el monoteísmo con la filosofía griega.

Entre el Islám y la filosofía griega las relaciones eran más diferentes que entre el cristianismo y la filosofía occidental. En el Islam el filósofo no era necesariamente un clérigo y el teólogo no era necesariamente un filósofo.

Los Mutazilites (escuela teológica del Islam que usaba la razón y la lógicarigurosa), fueron probablemente los primeros musulmanes en expandir sus puntos de vista de los métodos filosóficos de la filosofía de Grecia.

Algunos de sus oponentes usaron los mismos métodos y el debate iniciado por los movimientos de la filosofía islámica dependía mucho de la traducción del Árabe y del estudio de la filosofía Griega, de las palabras científicas y el coraje del califa Al-Mamun.

El primer filósofo importante del Islam fue Arab al Kindi en el siglo IX quién trató de unir los conceptos de la filosofía griega con las verdades musulmanas reveladoras del Islam, las cuales él aún consideraba superiores en razonamiento filosófico.

Como los filósofosdel Islam que siguieron a éste período, él fue primeramente influenciado por los trabajos de Aristóteles y por el Neoplatonismo, los cuales él sintetizó en un simple sistema filosófico.

En el siglo X, el turco Al Farabi fue el primer filósofo islámico en subordinar la revelación y la ley religiosa de la filosofía.

Al Farabi argumentó que la verdad filosófica es la misma en todo el mundo y que las diferentes religiones que existen son simbólicas expresiones de una religión universal ideal.

En el siglo XI, el pérsico islámico filósofo y físico Avicenna llevó a cabo el sistema más integrado de racionalismo greco y pensamiento islámico, pero esto fue a expensas de los severos y ortodoxos artículos de pelea, como la creencia en la inmortalidad personal y la creación del mundo. Él solo contempló que la religión es una mera filosofía en forma metafísica que la hace apetitosa para las misas, quienes no comprenden las verdades filosóficas en formulaciones racionales.

Éste punto de vista permitió atacar a Avicenna y a la filosofía en general por los pensadores más ortodoxos del Islam, notablemente la teología de Al Ghazali quien tuvo mucho que ver con el eventual declive de la especulación de la filosofía racionalista de la comunidad islámica.

Averroës, un filósofo y físico del siglo XII quién defendió los puntos de vista de Aristóteles y del Neoplatonismo nuevamente y se convirtió en el filósofo más importante del Islam, de la historia intelectual del oeste a través de su influencia en el Escolástico.

Biografías:

Al-Kindi: Su nombre completo es Yaqub ibn Ishaq as-Sabah al-Kindi. Fue el primer filósofo islámico. Nació en Al Kufah, Irak por el año 801 y se educó en Al Basrah y en Bagdad.

Fue uno de los primeros estudiantes árabes de la filosofía greca y uno de los primeros traductores de los trabajos de Aristóteles. Al Kindi fue llamado "El filósofo de los árabes", porque descendió de la nobleza Árabe.

Es autor de más de 210 trabajos, la mayoría de ellos son cortos sistemas que abarcan una gran cantidad de tópicos, incluyendo filosofía, medicina, matemáticas y astrología.

Algunos de sus trabajos fueron traducidos al latín durante la Edad Media e influenció mucho a los escolares europeos.

La filosofía de Al- kindi fue fuertemente influenciada por el Aristotelismo neoplatónico, atentó con proveer una base filosófica para la especulativa teológica de los Mutazilites.

Aunque dijo que las conclusiones filosóficas y la religión son esencialmente armoniosas, hizo revelaciones sobre filosofía y perspicacias proféticas sobre la razón.

Además influenció en los pensadores musulmanes que continuaron incluso hasta un siglo después de su muerte en el año 873.

Al-Farabi: Su nombre completo es Muhammad ibn Tarkhan ibn Uzalagh al_Farabi. Nace en Transoxiana en el año 873, de parentesco turco y su nombre latino es Alfarabius. Estudió en Irán y luego en Bagdad, donde sus profesores fueron expertos en filosofía. Luego fue a vivir a la corte de Sayfad-Dawlak.

Al Farabi fue unos de los primeros pensadores islámicos en trasmitir al mundo Árabe las doctrinas de Platón y Aristóteles, continuada luego por los filósofos Avicenna y Averroës.

Fue el primer filósofo islámico en sostener la primacía de la verdad filosófica sobre la revelación, es contrario a la creencia de otras religiones, sostiene que la verdad filosófica es la misma a través del mundo.

Con la influencia de Aristóteles y de Plotinus (neoplatónico) creó el mundo a través de ejercicios de la razón. Él cree que esa misma facultad racional es la única parte del comienzo humano que es inmortal. Dio más importancia a la teoría política que ningún otro filósofo, adaptando el sistema platónico a la política contemporánea musulmana en el libro " La situación Ciudad Perfecta".

Formuló una religión universal ideal en la cual todas las demás religiones existentes están consideradas simbólicas expresiones de esa religión.

Muere en el año 950.

Avicenna: Fue un filósofo y físico Iraní islámico, nació en el año 980 cerca de Bukhoro. Hijo de un oficial de Gobierno, estudió filosofía y medicina en su ciudad natal. A la edad de 18 fue premiado por sus habilidades en medicina y pasó los últimos catorce años de su vida como consejero científico y físico de Ysfaham.

Es considerado por los musulmanes como uno de los mejores filósofosislámicos, es una importante figura en los campos de la medicina y la filosofía.

Su mejor trabajo conocido es "Kitab ash- Shifa" ( libro de curación), es una colección de libros sobre lógica, metafísica, sicología, ciencias naturales y otros temas aristotélicos.

La filosofía de Avicenna era una combinación de Aristotelismo y Neoplatonismo y contrario al ortodoxo pensamiento islámico. Negó la inmortalidad personal, el interés de Dios en los individuales y la creación del mundo en poco tiempo.

Se convirtió en la meta principal de un ataque de filosofía, comenzada por el filósofo islámico Al-Ghazali; sin embargo la filosofía de Avicenna continuó influenciando a través de la Edad Media. Murió en el año 1037.

Al-Ghazali: Su nombre completo es Abu Hamid Muhammad ibn Muhammad at-Tus al-Ghazali. Filósofo y teólogo islámico cuyo nombre latino es Algazel.

Nació en Tus, cerca de Percia en el año 1058, teniendo ganada una excelente reputación escolar, en 1091 fue designado por Nizarn al-Mulk, para enseñar en la universidad Nizamiya en Bagdad. En 1095 siguiendo una crisis de pelea personal renunció a su posición, dejó a su familia y se convirtió en un ascético (dominio de uno mismo mediante la ejercitación del espíritu).

Después de diez años de meditación, aceptó otra posición como profesor en Nishapur pero la dejó pronto y se retiró a Tus. Al-Ghazali reportó su lucha interna y la solución religiosa, finalmente logró en "La liberación del Error", un trabajo que ha sido comparado con "Las Confesiones" de San Agustín. En "El resurgimiento de las ciencias religiosas" presentó su unificado punto de vista de la religión incorporando elementos de tres fuentes formalmente consideradas contradictorias: tradición, intelectualismo y misticismo.

El trabajo ha sido considerado el mejor libro de religión escrito por un musulmán.

Después de dominar los métodos de filosofía se limitó a refutar las teorías neoplatónicas de otros filósofos, particularmente aquellas de Avicenna, las cuales eran opuestas a la doctrina religiosa ortodoxa.

Muere en el año 1111.

Averroës: Su nombre completo en Árabe es Abu al-Walid Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd.

Árabe español filósofo, jurista y físico islámico, nació en Córdoba, España en el año 1126. Su padre, un juez en Córdoba lo instruyó en jurisprudencia musulmana, en su ciudad nativa estudió teología, filosofía y matemática bajo la enseñanza del filósofo Ibn Tufayl y medicina bajo la enseñanza del físico Avenzoar.

Fue asignado juez en Sevilla en 1169 y en Córdoba en 1171; en 1182 se convirtió en el jefe físico de Abu Yasqub Yusef, califa de Morroco y musulmán de España.

Averroës sostiene que la razón tiene prioridad sobre la religión y que las verdades metafísicas pueden ser expresadas en dos caminos: a través de la filosofía, como la representación de Aristóteles o a través de la religión la cual es verdad presentada en una forma que la persona ordinaria pueda entender.

Aunque no propuso actualmente la existencia de los dos tipos de verdades, sus puntos de vista fueron estudiados por los pensadores cristianos, quienes lo llamaron "La teoría de la doble verdad".

Rechazó el concepto de una creación del mundo en la historia del tiempo, mantuvo que el mundo no ha comenzado. Dios es el "primer motor", la fuerza del movimiento propio que simula todo movimiento, quien transforma el potencial en el actual. El alma individual humana emana de un alma universal. Los comentarios extensivos de Averroës sobre los trabajos de Aristóteles fueron traducidos al Latín y al Hebreo e influenciaron la escuela escolástica de filosofía en europa medieval. Su principal trabajo independiente fue Tahafut al-Tahafut(La incoherencia de la incoherencia), una refutación del ataque sobre la filosofía neoplatónica y aristoteliana por el teólogo islámico Al- Ghazali. Murió en el año 1198.

¿Cuál es la condición femenina en el Islam?

La condición de la mujer en los países islámicos está cambiando rápidamente. Los hombres pueden tener hasta cuatro mujeres, esto es algo raro en la actualidad y la mayoría tiene solo una. Ésto se debe que para tener cuatro mujeres debe tener suficiente dinero para mantenerlas y hoy en día es difícil mantener una y mucho más mantener cuatro.

La tradición dice que un hombre puede divorciarse de su mujer declarando tres veces oralmente que tiene la intención de divorciarse (el repudio), pero la mujer no puede hacer lo mismo. Sin embargo, las reformas en algunos países han permitido desde hace poco que la mujer pueda divorciarse bajo ciertas circunstancias, por ejemplo si el marido se casa con una segunda mujer después de haberse comprometido en el contrato de matrimonio a tener una sola.

Muchas mujeres visten según la tradición islámica, cubriéndose todo el cuerpo incluyendo manos, cara y pelo. Actualmente se permiten mostrar el rostro y las manos, y algunas incluso visten un discreto estilo occidental, aunque conservan su vestimenta islámica para acudir a la Mezquita y para oraciones en casa.

Hoy muchas mujeres jóvenes trabajan, algunas ocupan altos cargos en el gobierno o tienen sus propias empresas. No existen restricciones para el acceso de la mujer a la vida laboraly profesional, salvo para desempeñar la función de Cadí (Juez).

Pero hace unos años ésto no era tan así, la mujer musulmana se pasaba su vida en el aislamiento total del harem, en el que se ocupaban de cuestiones domésticas, de vigilar el trabajo de las criadas, de cuidar a los niños o de bordar. Su vida social estaba limitada a las reuniones de familia.

Lady Montague, mujer de un embajador inglés dice: "las ocupaciones principales de la mujer consisten en visitar a las vecinas, ir a los baños turcos, gastar con prodigalidad e inventar nuevos modelos de vestidos."

Las mujeres usan distinto tipo de ropa para estar en su casa y para salir. Para salir utilizan un velo que les cubre la cara y además llevaban una especie de chal volante llamado charchaf. Había una variante de esa vestimenta que era una combinación del feradje y del yachmak; el primero era una especie de manto de formas imprecisas y el segundo un velo que dejaba los ojos al descubierto.

Por otra parte les está prohibido a las damas musulmanas ir en coche o pasearse a pie por los barrios, así como entrar al gran bazar y sentarse en las tiendas. Se les prohíbe también reunirse en grupos públicamente, si la policía las ve es su deber invitar a las interesadas en dispersarse, se le dirá a la dama mayor de todas o a sus sirvientes, esto es a juicio del policía.

Otra regla es que los hombres que dirijan la palabra a una mujer o le hagan señas en la calle, serán castigados de acuerdo a determinados reglamentos ya establecidos.

Pero éstas disposiciones no fueron siempre aplicadas al pie de la letra, hubo una época llamada "de los tulipanes", en la segunda mitad del siglo XVIII, en que la mujer tuvo cierta libertad, vestida con un feradje asistían a fiestas y espectáculos al aire libre.

Poco a poco se introdujo la vida en el Harem en Persia y Bizancio, pero en el siglo XV se dividió éste en una sección de mujeres o Harem y una de hombres o Selamlik, en poco tiempo se convirtió en una costumbre de la población en las casas particulares.

Hasta que finalizó la primera Guerra Mundial hombres y mujeres viajaban separados en los vehículos de transporte público. Entre 1918 y 1923 fueron varios los cambios que sufrió la situación de la mujer.

Primeramente el éxito profesional correspondía únicamente al hombre; sin embargo aquellas mujeres que no carecían de habilidad ni de inteligencia, llegaron a realizar numerosos intentos para abolir la discriminación e imponer sus derechos en la sociedad.

A partir del momento que las mujeres musulmanas pudieron estudiar en liceos y universidades un gran número de ellas se orientó a las carreras más diversas pero solo se les permitía inscribirse en la facultad de Derecho o de Letras. Aquellas que aspiraron a estudias medicina no pudieron hacerlo, posteriormente aparecieron artículos en la prensaen que se informaba que era poco probable que las mujeres pudieran seguir esa carrera con éxito. Pero en Turquía fueron aprobadas las aspiraciones de éstas estudiantes y siete chicas se pudieron inscribir en setiembre de 1922 en la facultad de Medicina de la universidad de Estambul. Pero todavía estaban sometidas a las viejas costumbres de sus vestimentas, debían llevar velo en los anfiteatros y no lograron sacárselo hasta 1925.

Las alumnas terminaron sus estudios en 1927 y recibieron después de un año de práctica el diploma, primeramente trabajaron como médico general pero no pasó mucho tiempo en que quisieran perfeccionarse y continuar mejorando cada día más y pretendieron especializarse, por supuesto la mayoría de sus colegas masculinos se negaron diciendo que pese a los excelentes estudios que hicieron, en la práctica no resultaría. Con el tiempo las mujeres rompieron las barreras y se especializaron, demostrando su excelente capacidad también en éstas ramas.

Hoy en día encontramos mujeres musulmanas en todas las profesiones, desde diplomas universitarios hasta el teatro.

Desde el punto de vista familiar, la familia está sometida a la autoridad del padre. Éste posee numerosos derechos sobre la esposa. El tipo de familia más característico es la llamada familiaextensa patriarcal (usra). Está compuesta por las familias monógamas constituidas por los hijos del mismo padre que viven bajo el mismo techo, todos juntos pueden sumar desde unos 20 a 50 miembros que permanecen unidos mientras viva el patriarca.

El matrimonio es endogámico, es decir se casan entre familiares. La mujer se casa muy pronto, apenas núbil, entre los 8 y 18 años, el varón entre los 14 y 18 años.

Primeramente se acuerda el casamiento entre los padres sin tener en cuenta a los jóvenes, por ello el repudio es tan generalizado. Es la madre del novio quien tiene que encontrar una esposa para su hijo; visita las familias y negocia el mahr (la dote) y el shart (los gastos de nupcias y el ajuar). No se permite el adulterio, y para las mujeres es difícil repudiar, ya que tiene que dar sus explicaciones de porqué, en cambio el hombre puede repudiar sin deshonrar a su familia.

Finalmente tenemos dos puntos de vista de la vida de la mujer en el mundo islámico, uno es el negativo donde culpa a la mujer de muchos delitos religiosos en los cuales también está involucrado el hombre. Y el otro es el positivo donde los iguala ante el Corán.

Comenzaremos el primero estableciendo la opinión del Dr. Yusuf al-Qaradawi. Éste musulmán dice que muchos han adoptado la ética de Judeo-Cristiana que ve a las mujeres como la fuente de la tragedia humana debido a su alegado papelbíblico, como las tentadoras que sedujeron a Adam en desobediencia a su Señor. Tentando a su marido a comer la fruta prohibida, ella no solamente desafió a Allah, sino que causó la expulsión de la humanidad del paraíso, instigando así todo el sufrimiento humano temporal.

Todas las personas que sostienen este mito bíblico y están contra las mujeres han hecho archivos Pseudo islámicos tales como hadices (hadith) falsos y débiles. Esto lleva a la creencia errónea de la inferioridad de la mujer y trae aparejado su discriminación.

Pero sin embargo no hay nada en la doctrina islámica o en el Corán que sostenga que las mujeres son responsables de la expulsión de Adam del paraíso o de la consiguiente miseria de la humanidad.

Aunque el Islam ha honrado y ha autorizado a la mujer en todas las esferas de la vida, hay sociedades enteras que han maltratado a sus miembros femeninos como resultado de la interpretación de hadices y de la negatividad general.

Un ejemplo de Pseudo hadith es: "consulta mujeres y haz lo contrario", esto podemos escucharlo hoy en día en nuestra civilización como un dicho "machista" pero no como en el mundo Árabe donde está escrito, no es lo mismo una opinión verbal que muchas veces no es tal como se piensa a una idea fija y escrita donde se toma con más respeto. Otro es: "la mujer es todo mal, y el mal más grande sobre ella es el que el hombre no puede hacer sin ella", esto es como decir que la mujer es un mal necesario y que el hombre tiene parte de culpa porque no puede vivir sin ella. Finalmente escribiremos otro para demostrar el peso que cae sobre las mujeres: "No he dejado un mayor daño a los hombres que mujeres", esto asume que el daño implica que las mujeres son una maldición que se soportará como se debe aguantar pobreza, hambre, enfermedad, muerte y miedo.

Pensar que esto parece muy vago pero realmente está escrito como un hadith que es parte del Corán pero no es un Corán verdadero sino falso e inventado por los hombres resentidos.

La mujer no ha tenido mucha suerte entre la mayoría de los pueblos de la antigüedad, en algunos diálogos de Platón éste nos recuerda como Sócrates la considera "Parte de los demás bienes, así el arado, la burra y la mujer".

Por otro lado, visto desde otro punto de vista, la economía islámica interesa a la mujer como musulmana, como productora y como consumidora. Es obvio que las mujeres "son semejantes a los hombres" ya que la vida religiosa y su destino dependen de las acciones de los musulmanes y de las musulmanas por igual, así está asentado en el verdadero Corán.

El problema fundamental es que es difuso el límite donde debe terminar lo material y comenzar lo moralpara que la mujer musulmana pudiese cumplir con sus responsabilidades en una vida sana y feliz. Porque por ejemplo si un hombre musulmán paga a una mujer para hacer los quehaceres de la casa, ésta recibe lo material pero de be haber una armonía con respecto a su propio hogar, comenzaría aquí la moral.

Pero la mujer debe cumplir con todos los deberes que se les ha otorgado dando todo lo que puedan, en el Corán está escrito de la siguiente manera:

"Dios no pide nada a nadie, más allá de sus posibilidades".

Esto significa que no se exige a los seres humanos sino en la medida de su capacidad y como la mujer está frente al Corán igualada al hombre, por lo tanto ella tampoco debe ser exigida más allá de sus posibilidades.

Además un segundo planteamiento es que todo musulmán pueda superar su egoísmo permitiendo a su fiel hermana ejercer todos los derechos que la ley religiosa le ha concedido.

En la época de la Ignorancia, la mujer Árabe sufrió una situación de desastrosa humillación. Fue considerada como simple objeto entre las demás propiedades del hombre.

El Corán se hace cargo de ésta situación:

"Pues cuando se anuncia a uno de ellos el nacimiento de una hembra, su rostro se oscurece y se sofoca, se oculta de la gente a causa de la desgracia que fue anunciada. ¿Cogerá la criatura a pesar del deshonor, o la ocultará en el polvo?

¡Cuan malo lo que juzgan!"

Esto representa lo que ocurre cuando nace una niña a su padre, primeramente se enrojece de humillación, pero luego debe decidir lo peor, quedársela o matarla. En la época de la Ignorancia para un padre lo más humillante era tener una niña, vemos aquí el poco valor que tenía en aquel entonces una mujer. A pesar de todo el Corán continúa igualándolos porque finalmente dice, ¡Cuan malo es lo que juzgan!; claramente hace referencia tanto a la mujer como al hombre, pues siempre que menciona a éste hace referencia a ella, por ejemplo "Los musulmanes y las musulmanas".

En la edad de la Ignorancia la mujer era objeto de herencia, con el Islam se transformó en heredera, pudiendo disponer de sus propios bienes.

El Corán supuso para la mujer el reconocimiento del derecho a la nutrición y protección del mismo modo que al hombre, igualando los derechos entre ellos en todo aquello que puede considerarse básico en cualquier sociedad:

"Las mujeres tienen sobre los esposos idénticos derechos"

(Corán 2.228)

"... los creyentes varones o hembras que obren bien, entrarán en el Jardín y serán proveídos en él sin medida".

(Corán 40.40)

El filósofo Al Kindi dijo que la inteligencia está repartida por igual entre el hombre y la mujer, y es lo que distingue a los seres humanos en general.

Es muy interesante lo que agrega Muhammad Husanin Fadl Allah:

"La consideración de la participación activa de la mujer en la sociedad es variable y provoca polémicas, sobre todo si tenemos en cuenta las numerosas ideas inquietantes que la gente se forma sobre dicha cuestión, mayormente en el marco religioso islámico. Esto puede condicionar negativamente la integración de la mujer en la realidad social contemporánea, o bien llevarla a una pérdida de confianza en si misma, provocándole diversas sugestiones que modifiquen su sentir, su manera de percibe el entorno vital, e incluso poner en cuestión la responsabilidad que sobre ella recae".

Esto puede suceder con cualquier persona que se desmoralice haciéndole creer que no hace nada bien, ya que hay algo que juega un papel muy importante y es la autoestima que se puede tambalear y caer cuando otra persona insiste en que vos haces todo mal, es éste es el caso de la mujer islámica.

Según el Dr. Qaradawi Yusuf el tema de la mujer en nuestras sociedades islámicas constituye un ejemplo diáfano que provoca dos actitudes: la exageración y la insuficiencia".

La Dra. Muna Yaqún afirma que la mujer musulmana está aún muy lejos de poder ejercer su derecho y desarrollar el papel social y universal que le corresponde. Su arbitraria marginación limita su existencia, enturbia su quietud y la aparta de toda acción. Vemos así el problema del reconocimiento de la capacidad de su mujer de su participación y de su rechazo a una tutela ilimitada sobre ella, vienen a constituir los aspectos más destacados que preocupan su mente.

En la literatura islámica se trata la cuestión de la mujer, pero en éstos textos se observan ciertas peculiaridades:

·                       En la mayoría de los textos predomina un estilo emocional y defensivo, escritos en contra a los prejuicios y problemas que generan las influencias no islámicas sobre la mujer en general. Porque en el momento de comprometerse con opiniones en un debate usando un discurso basándose en la imitación de la mujer occidental, parecería más adecuado partir directamente de los fundamentos islámicos, de sus formas de conocimiento y normativa, a la hora de abordar la cuestión de la mujer sin temor a susceptibilidades de la parte contraria, ya que la mujer occidental tiene muchas diferencias con la musulmana.

·                       La mayoría de los textos islámicos sobre el tema de la mujer son escritos por el hombre y no por la mujer. Ciertamente, la crítica de esta actitud no implica necesariamente que el hombre tenga que despreocuparse del mundo de la mujer, ésta situación debería superarse tratando de conocer las propias valoraciones subjetivas de las mujeres, pues ellas se hallan más cerca del problema.

La forma más usual de tratar el problema es preguntándose si los principios de la religión musulmana favorecen, entorpecen, frenan o prohiben la participación de la mujer en las actividades económicas.

Esto nos lleva a hacernos algunas preguntas:

-El Islam, ¿es un factor de emancipación del individuo en la esfera familiar o por el contrario es un obstáculo?

- El freno al desarrollo de la mujer si es cierto que existe, ¿está ligado a la religión o a una cierta lectura del Islam hecha por los dirigentes políticos?

Si el Islam fuera solo religión, éste estudio sería sumamente sencillo, pero estamos tratando con un modo de vida y una sociedad colectiva regida por un sistema socio-político.

La madre de los creyentes Aïsha dijo:

"la rueca entre las manos de la mujer tiene más valor y mérito que la lanza entre las manos del combatiente en la vida de Dios".

Poco a poco la mujer fue logrando un lugar en la economía por el trabajo impuesto por las necesidades económicas de la familia.

Sin embargo se plantea otro problema cuando la mujer trabaja fuera del hogar: ¿quién se ocupará de éste y de los niños?. Quizás se ocupe la abuela, un pariente o el marido cuando el caso lo requiera. A pesar de ello nadie puede reemplazar a la mujer, a la madre.

Las cifras actuales sobre el trabajo femenino demuestran que la evolución es hoy por hoy, irreversible. La crisis económica, la inflación y la deuda, acentúan las contradicciones sociales y obligan a las mujeres a buscar un empleo.

La mujer asalariada trata de adaptarse a una forma de vida en la cual la autoridad familiar se restringe y en la que se ve obligada a asumir responsabilidades para poder administrar su vida.

Actualmente se defiende el trabajo de la mujer pero un trabajo decente y asalariado, reivindicando el derecho de la mujer a ocupar el lugar que le corresponden dentro de la sociedad y de la familia. La enseñanza aparecía como un medio de acceder a un mundo nuevo y a un mundo de producción moderno.

Para la mujer la enseñanza tenía un sentido profundo significaba liberación, emancipación y trabajo.

La mujer que trabaja se encuentra así confrontada a dos tipos de argumentos: una tesis tradicionalista que predica el ideal de mujer como madre y como espesa y un segundo argumento modernista que le concede el derecho al trabajo, a la formación, a la promoción profesional y que la considera como uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico y social de su nación, éstos dos argumentos proponen su liberación.

A pesar de todo ésto la mujer musulmana debe tomar conciencia de su papel de esposa y madre en el hogar, sin recelos hacia la posibilidad de aprender una profesión y ejercerla, e iniciarse en la vida económica de su país. Solo que el riesgo es grande si se produce su emancipación "fuera de un marco moral."

¿Habrá sitio para ésta organización social urbana donde la mujer se encuentre en la vida social y económica y que también tenga la posibilidad de asumir los problemas contemporáneos sin contradecir los principios islámicos?

Para que esto suceda se necesitará de un conocimiento de las teorías de la evolución histórica junto a un conocimiento de las doctrinas y de lo hechos sociales y económicos del mundo, gracias a Dios éstos conocimientos hasta el día de hoy se han dado.

Concluyendo podemos decir que no se pueden unir las mujeres occidentales con las orientales, ya que como hemos visto hay muchas diferencias de necesidades y religiones.

Cuando la novela o el cine occidentales han querido mostrarnos el misterio y la sensualidad no han tenido reparos en llevarnos de viaje al oriente, tierra remota donde siempre halló su fecundo contraste la agotada clase intelectual europea.

Esto nos lleva a ver de forma falsa la posición de la mujer en el oriente, ya que no podemos interferir en sus vidas distintas a las nuestras porque podríamos producir un "crack" social, un desconformismo de la mujer hacia su estado y éste ya está dispuesto por el Corán.

Por ejemplo a un lector que nunca ha leído nada o ha sido mal informado sobre ésta civilización puede parecerle repugnante la situación de la mujer, estando en toda su razón.

Actualmente se ha aprobado una ley de protección de la mujer en el oriente. Pero ésta protección es para protegerla de la influencia occidental. Ya que ésta a través de los medios de comunicación llega con sus adelantos hasta el oriente.

En realidad no es a favor de la mujer viéndolo desde nuestro punto de vista ya que ellos lo consideran "ilegal y poco religioso", porque el Corán tiene como igual a la mujer y al hombre y si ella se maquillara habría una diferencia que va más allá del sexo.

7 Respuestas sobre el Islam

1. ¿Qué es el Islam?      Subir


El Islam es el nombre de la religión, o más apropiadamente la 'manera de vida', que Dios (Allah)ha revelado y que era practicada por todos los Profetas y Mensajeros enviados a la humanidad.
El nombre mismo de la religión se destaca entre las demás religiones pues significa un estado del ser; no hace referencia a ninguna persona en particular, como el Cristianismo, Budismo o Zoroastrianismo; una tribu como el Judaísmo; o una nación como el Hinduismo. La raíz árabe de la cual deriva la palabra Islam implica paz, seguridad, salutación, protección, ausencia de culpa,
salud, sumisión, entrega, aceptación, rendición y salvación. El Islam significa específicamente un estado de libre sumisión y entrega a Allah, adorarlo sólo a Él, y aceptar y obedecer Su Legislación con devoción. A través de esta sumisión y entrega, se logran la paz, seguridad y el sano bienestar implicados en su significado literal. De allí que el musulmán, sea hombre o mujer,
es una persona en ese estado de libre sumisión y entrega. El Islam de un individuo se debilita a través del pecado, la ignorancia y las malas acciones, y se anula totalmente cuando se le asocian pares a Allah o se deja de creer en Él.


2. ¿Quiénes son los musulmanes?


La palabra árabe ‘muslim’ significa “aquel que está en estado de Islam (libre sumisión y entrega a la voluntad y legislación de Allah)”. El mensaje del Islam es universal, y cualquiera que lo acepte se convierte en musulmán. Algunas personas creen erradamente que el Islam es una religión sólo para los árabes, pero nada está más lejos de la verdad. De hecho, más del 80% de los musulmanes del mundo no son árabes. Si bien la mayoría de los árabes son musulmanes, hay árabes cristianos, judíos y ateos. Si se da un vistazo a los diversos pueblos que viven en el mundo musulmán – de Nigeria a Bosnia y de Marruecos a Indonesia – es muy fácil advertir que los musulmanes pertenecen a distintas razas, grupos étnicos, culturas y nacionalidades. El Islam ha sido siempre un mensaje universal para todos los pueblos. Esto se puede apreciar en el hecho de que algunos de los primeros compañeros del Profeta Muhammad no sólo eran árabes, sino que también los había persas, africanos y romanos bizantinos. Ser musulmán implica una aceptación total y una obediencia activa a las enseñanzas y leyes reveladas por Allah. El musulmán es una persona que acepta libremente basar sus creencias, valores y fe en la voluntad de Dios Todopoderoso. En el pasado, aún si no se la usa demasiado hoy día, se usaba la palabra “mahometanos” para referirse a los musulmanes. Esta palabra es errada, y el resultado de una distorsión deliberada o de mera ignorancia. Una de las razones de ese error conceptual es que durante siglos a los europeos se les enseñó que los musulmanes adoraban al Profeta Muhammad de la misma manera que los cristianos adoran a Jesús. Esto es totalmente falso, pues no es considerado musulmán quien adora, fuera de Allah, a una deidad o persona.


3. ¿Quién es Allah?


A menudo se menciona la palabra “Allah” cuando se habla sobre el Islam. La palabra “Allah” no es más que la transliteración de la palabra árabe para referirse a Dios Todopoderoso, y es la misma que usan los cristianos y judíos de habla árabe. De hecho, la palabra Allah se usaba mucho antes de que existiera la palabra Dios, pues el castellano es un idioma relativamente nuevo. Si uno lee la traducción en árabe de la Biblia, vería que se usa la palabra “Allah” donde en castellano se usa “Dios”. Por ejemplo, los cristianos de habla árabe dicen que Jesús es, según sus creencias, el Hijo de Allah. Además, la palabra árabe “Allah” es similar a la palabra Dios en otras lenguas semíticas. En hebreo, por ejemplo, la palabra Dios es “Elah”. Por diversas razones, algunas personas creen que los musulmanes adoran a un Dios distinto del Dios de Moisés, Abraham y Jesús. Ese es otro error conceptual pues el Monoteísmo Puro del Islam convoca a todos los pueblos a adorar al Dios de Noé, Abraham, Moisés, Jesús y todos los otros profetas, que la paz sea con todos ellos.


4. ¿Quién es Muhammad?


El último profeta enviado por Dios a la humanidad fue el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él. A los cuarenta años de edad, recibió la revelación de Allah. Desde ese momento, pasó el resto de su vida explicando y viviendo las enseñanzas del Islam. El Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él, fue el más grande de todos los profetas por muchas razones, pero principalmente porque fue elegido por Allah para ser el último profeta – cuya misión de guiar a la humanidad continuará hasta el Último Día – y porque fue enviado como misericordia para toda la humanidad. El resultado de su misión ha atraído más personas a la creencia pura en un Único Dios que cualquier otro profeta. Desde los primeros tiempos, Allah envió profetas a la tierra, cada uno a su pueblo específico. Sin embargo, el Profeta Muhammad fue enviado como el Mensajero final para toda la humanidad. Si bien otras comunidades religiosas dicen creer en un Único Dios, con el pasar del tiempo algunas ideas corruptas han ingresado en sus prácticas y creencias alejándolas del monoteísmo puro y sincero que predicaron los profetas. Hay quienes tomaron a sus profetas y santos como intercesores ante Dios Todopoderoso. Algunos incluso creyeron que sus profetas eran manifestaciones de Dios, “Dios Encarnado”, o el “Hijo de Dios”. Todos esos errores conceptuales llevaron a la adoración de seres creados en lugar del Creador, y contribuyeron a la práctica idólatra de creer que es posible acercarse a Dios Todopoderoso a través de intermediarios. Para proteger a sus seguidores de esas falsedades, el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él, enfatizó que él era sólo un ser humano con la misión de predicar y obedecer el mensaje de Allah. Les enseñó a los musulmanes a referirse a él como “el Mensajero y Siervo de Dios”. A lo largo de su vida y sus enseñanzas, Allah convirtió a Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él, en el ejemplo perfecto para toda la humanidad – fue un ejemplo de profeta, estadista, líder militar, gobernante, maestro, vecino, esposo, padre y amigo. A diferencia de otros profetas y mensajeros, el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él, vivió a la luz plena de la historia, y todos sus dichos y acciones fueron registrados y preservados meticulosamente. Los musulmanes no necesitan simplemente tener ‘fe’ de que él existió, o que sus enseñanzas fueron preservadas, sino que saben a través de la ciencia y la historia que efectivamente fue así. Allah
protegió el mensaje revelado a Muhammad y evitó que fuera distorsionado, perdido u olvidado. Esto fue necesario porque Allah prometió que Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él, sería el último Mensajero para la humanidad. Todos los Mensajeros de Allah predicaron el mensaje del Islam – es decir, la libre sumisión y entrega a la legislación de Dios y la adoración al único Dios – pero Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él, es el último profeta quien trajo el mensaje final y completo que no sería
cambiado hasta el Último Día.


5. ¿Cuáles son las enseñanzas del Islam?


La base de la fe islámica es la creencia absoluta en el monoteísmo (la Unicidad de Dios). Esto significa creer que hay un solo Creador y Sustentador de todo el universo, y que nada es divino ni digno de ser adorado excepto Él. Ciertamente, creer en la Unicidad de Dios significa mucho más que creer simplemente que hay “un solo Dios”, en lugar de dos, tres o cuatro. Hay muchas religiones que dicen creer en “un solo Dios” y la existencia de un solo Creador y Sustentador de todo el universo, pero el verdadero monoteísmo es creer solo Una Verdadera Deidad debe ser adorada según la revelación que Él le envió a Su Mensajero. El Islam también rechaza el uso de todos los intermediarios entre Dios y el hombre, e insiste en que la gente se acerque directamente a Dios y reserve para Él toda manifestación de adoración y devoción. Los musulmanes creen además que Dios Todopoderoso es Compasivo, Misericordioso y Piadoso.
Un error muy común es sostener que Dios no puede perdonar directamente a Sus criaturas. Al exagerar la carga y castigo del pecado y sostener que Dios no puede perdonar directamente a los humanos, la gente está menospreciando la Misericordia de Dios. Cuando se convencen de que no pueden acercarse directamente a Dios, se vuelcan a falsos dioses o ayudas, como héroes, líderes políticos, salvadores, santos y ángeles. A menudo vemos gente que adora, le reza o busca intercesión ante falsas deidades, a las cuales no consideran un ‘dios’. Dicen creer en un Solo Dios Supremo, pero a la vez oran y adoran ante otros solo para acercarse más a Dios. En el Islam, hay una clara distinción entre el Creador y el ser creado. No hay ambigüedades ni misterios en lo que respecta a la divinidad: Nada que sea creado merece ser adorado, solo Allah, el Creador, es digno de ser adorado. Algunas religiones creen falsamente que Dios es parte de Su creación, y eso ha llevado a que la gente crea que pueden adorar cualquier cosa creada para poder llegar al Creador.


Los musulmanes creen que Dios es Único y Exaltado más allá de cualquier comprensión especulativa, definitivamente no tiene socios, compañeros, pares, antagonistas ni vástagos. Según la creencia musulmana, Allah “no engendra ni fue engendrado” – ni literal, alegórica, metafórica, física o metafísicamente. Él es Absolutamente Único y Eterno. Tiene control de todo y es perfectamente capaz de otorgar Su infinita Piedad y Su infinito Perdón a quien Él quiera. Es por eso que Allah también es llamado Todopoderoso, Misericordioso, Compasivo. Allah ha creado el Universo para el hombre, y como tal quiere lo mejor para todos los seres humanos. Los musulmanes ven todo en el Universo como una señal de la Creación y Benevolencia de Dios Todopoderoso. Además, la creencia en la Unicidad de Allah no es meramente un concepto metafísico. Es una creencia dinámica que afecta la visión que tenemos de la humanidad, la sociedad y todos los aspectos de la vida práctica. Un corolario lógico a la creencia islámica en la Unicidad de Allah, es su creencia en la igualdad de los hombres.

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6. ¿Qué es el Corán?


El Corán es la revelación final de Allah para toda la humanidad, que es la palabra de Allah, Exaltado sea, transmitida a través del Arcángel Gabriel en idioma árabe al Profeta Muhammad, en sonido, palabra y significado. El Corán (a veces escrito incorrectamente Koran), fue traspasado a los compañeros del Profeta, quienes lo memorizaron diligentemente al pie de la letra y lo compilaron por escrito de manera meticulosa. El Sagrado Corán ha sido recitado continuamente por los compañeros del Profeta y sus sucesores hasta la actualidad. En pocas
palabras, podemos decir que el Corán es el libro revelado de las Divinas escrituras de Allah dirigido a toda la humanidad para su guía y salvación. En la actualidad, el Corán sigue siendo memorizado y enseñado por millones de personas. La lengua del Corán, el árabe, es una lengua viva hablada por millones de personas. A diferencia de las escrituras de otras religiones, el Corán sigue leyéndose en su lengua original por infinidad de personas. El Corán es un milagro vivo en la lengua árabe, y es conocido por ser inimitable en su estilo, forma e impacto espiritual, como también por el conocimiento científico único que contiene. El Corán fue descendido en una serie de revelaciones al Profeta Muhammad por un período de 23 años. A diferencia de muchos otros libros religiosos, del Corán siempre se tuvo la certeza de que es la Palabra exacta de Allah. El Corán era recitado en público delante de comunidades musulmanas y no musulmanas durante la vida del Profeta Muhammad, y también con posterioridad a su muerte. El Corán completo fue escrito durante la vida del Profeta, y los numerosos compañeros del Profeta memorizaron el Corán completo palabra por palabra tal como fue revelado. El Corán siempre estuvo en manos de toda la sociedad: Siempre fue enseñado como la palabra de Dios; y debido a la memorización extendida, fue preservado perfectamente. No se alteró ninguna parte ni fue modificado por ningún concejo religioso. Las enseñanzas del Corán comprenden una escritura universal dirigida a toda la humanidad y no a una tribu o‘ pueblo elegido’ en particular. Su Mensaje no es nuevo sino que se trata del mismo mensaje recibido por todos los profetas: ‘someterse a Allah el Único Dios y adorarlo sólo a Él, seguir a los Mensajeros de Allah para tener éxito en la vida y obtener la salvación en el más allá’. Como tal, la revelación de Allah en el Corán se concentra en enseñar a los seres humanos la importancia de creer en la Unicidad de Allah, y de enmarcar sus vidas en torno a la guía que Él ha enviado, la cual se articula en la Legislación Islámica. El Corán contiene relatos de los profetas anteriores, como Noé, Abraham, Moisés y Jesús, que la paz sea con todos ellos, y también contiene mandamientos y prohibiciones de Dios. En nuestros tiempos modernos, en los que muchas personas caen presas de la duda, la desesperanza espiritual y la alienación social y política, las enseñanzas del Corán ofrecen soluciones para el vacío que hay en nuestras vidas y el torbellino que se está apoderando del mundo actual.


7. ¿Cuál es la visión de los musulmanes sobre la naturaleza del hombre, el propósito de la vida y el más allá?


En el Sagrado Corán, Allah enseña a los seres humanos que fueron creados para glorificar y adorarlo a Él, y que la base de toda devoción verdadera es la conciencia en Dios. Todas las criaturas de Allah lo adoran naturalmente y sólo los seres humanos tienen el libre albedrío de adorar a Allah o rechazarlo. Es un enorme desafío, pero también un gran honor. Dado que las enseñanzas del Islam engloban todos los aspectos de la vida y la ética, la conciencia en Dios debe fomentarse en todos los asuntos de la vida. El Islam deja bien claro que todos los actos del ser humano son actos de devoción si se hacen sólo por Dios y según Sus Divinas Leyes y Escrituras. Como tal, la devoción en el Islam no se limita a los ritos religiosos, y por esta razónes conocido como una ‘manera de vida’ más que como una religión. Las enseñanzas del Islam actúan como un bálsamo para el alma humana, y se fomentan cualidades como la humildad, la sinceridad, la paciencia y la caridad. Además, el Islam condena el orgullo y el carácter santurrón, dado que solo Dios Todopoderoso es el único juez de la probidad humana.
La visión islámica de la naturaleza del hombre también es realista y equilibrada en el sentido de que los seres humanos no son pecadores inherentemente, sino que son capaces de hacer el bien y el mal por igual; es su elección. El Islam enseña que la fe y la acción van de la mano. Dios le ha otorgado el libre albedrío a la gente, y la medida de nuestra fe son nuestras acciones. No obstante, dado que los seres humanos también han sido creados débiles y caen en pecado de manera regular, necesitan continuamente ser guiados y buscar arrepentimiento, el cual es, por sí mismo, una forma de adoración amada por Allah. La naturaleza del ser humano tal como fue creado por Dios en Su Majestad y Sabiduría, no es inherentemente ‘corrupta’ ni necesita reparación. El camino del arrepentimiento está siempre abierto para todos. Dios Todopoderoso sabía que los humanos iban a cometer errores, por eso el verdadero desafío es saber si van a buscar el arrepentimiento por sus pecados y evitarlos, o si prefieren una vida de desidia y pecado, sabiendo a ciencia cierta que eso no complace a Dios. El verdadero equilibrio de una vida islámica está establecido por un temor sano al castigo de Allah por los pecados y faltas cometidos, a la par de una sincera creencia que Allah, en Su infinita Misericordia, se complace en otorgar Su recompensa por las buenas acciones y los actos de adoración sinceros por su causa. Una vida sin temor a Allah lleva al pecado y la desobediencia, mientras que, en el extremo opuesto, si creemos que hemos pecado tanto que no habrá manera alguna que Dios nos perdone, solo tendremos una vida de desesperanza. A la luz de estos hechos, el Islam enseña que sólo quienes se descarrían de la Misericordia de su Señor y los criminales malvados están privados del temor de Allah, su Creador y Juez. El Sagrado Corán, como le fue revelado al Profeta Muhammad, que la paz sea con él, también contiene gran cantidad de enseñanzas sobre la vida en el más allá y el Día del Juicio Final. Los musulmanes creen que todos los seres humanos serán juzgados por Allah, el Absoluto Rey Soberano y Juez, por sus creencias y acciones en sus vidas terrenales. Al juzgar a los seres humanos, Allah será Absolutamente Justo, castigando sólo a los verdaderos culpables y criminales rebeldes y que no se arrepientan, y Absolutamente Misericordioso y Compasivo con aquellos que Él, en Su sabiduría, juzgue sean dignos de ella.
Nadie será juzgado por algo que esté más allá de su capacidad, o por algo que no haya cometido. Basta con decir que el Islam enseña que la vida es una prueba diseñada por Allah, el Creador, Todopoderoso y Sabio; y que todos los seres humanos deberán rendir cuentas ante Allah por lo que hicieron en sus vidas. Una fe sincera en la vida del más allá es la clave para tener una vida equilibrada y moral. De lo contrario, la vida será vista como un fin en sí misma, lo que hará que los individuos se vuelvan más egoístas, materialistas e inmorales, cegados por su búsqueda de placer aún a expensas de la razón y la ética.
 

El Concepto de adoración en el Islam


La adoración, Ibadah, según el Islam, se refiere a la purificación del ego, y a la vez, a la vida diaria del ser humano. La base de la adoración reside en el hecho de que los seres humanos son criaturas y siervos de Alá, su Creador y Señor, quien juzgará sus obras en el más allá. Así, el acercamiento del ser humano hacia Alá en estrecho contacto, con reverencia, espíritu de devoción y humilde sumisión, se llama Ibadah.

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En algunas religiones, la adoración es un modo de desarrollar una actitud de ascetismo y aislamiento de la vida natural. En estas religiones se trata de desarrollar una mentalidad que desprecia la alegría y el goce de los placeres lícitos del mundo. Existen otras religiones que consagran ciertos lugares para la adoración, prohibiendo que se realice en cualquier otro lugar. Hay también religiones en las que la adoración solo puede ser realizada en presencia de un director llamado sacerdote. Así, la naturaleza y las formas de la adoración varían de una religión a otra. En el Islam la adoración está directamente relacionada con el hecho de que los correctos conocimientos para una vida buena y sana son la solidez en las creencias y pensamientos, pureza de espíritu y rectitud en las acciones. A través de la creencia en la unicidad de Alá (Quien tiene todos los atributos de perfección), el Islam trata de purificar a la humanidad de toda impureza en la doctrina y de supersticiones fantásticas. De hecho, el politeísmo y la idolatría, son contrarias al Islam y degradan al ser humano a un nivel incompatible con su dignidad. El Islam lucha contra la idolatría y el politeísmo, sea cual fuere su forma y la extensión en que se hallen. En cuanto a la erradicación de la idolatría, el Islam observa sus más imperceptibles formas. Incluso aquellas creencias yprácticas que no parecen idólatras para quienes la practican. Una de las manifestaciones a este respecto, es que el Islam prohíbe la oración ritual (Salat) frente a una tumba y no permite tampoco, el juramento en nombre de nadie salvo de Alá. Todo esto muestra la total hostilidad del Islam hacia la idolatría. Cuando el Califa Omar bin Al Jattab, vio que la gente había comenzado a santificar el árbol debajo del cual, los compañeros del Profeta Muhammad habían jurado dar sus vidas en el camino de Alá, en el pacto de Al Hudeibía, temió que esto pudiera corromper las creencias de la gente, por lo que, mandó cortar el árbol. Mediante la eliminación de todo lo que pueda enturbiar la distinción entre las criaturas y el Creador, la adoración en el Islam sirve al alma humana como medio de purificación del pecado y la maldad en la vida diaria. Por lo tanto, fue acondicionada para cumplir esta finalidad, con la sola condición de que fuese realizada con espíritu sincero.


CARACTERÍSTICAS DE LA ADORACIÓN


Los rasgos característicos de la adoración propuesta por el Islam, pueden quedar comprendidos en la forma siguiente:


No existen intermediarios:


En primer lugar, el Islam libera la adoración de toda servidumbre a cualquier intermediario entre el ser humano y su Creador. El Islam crea una unión directa entre el ser humano y su Señor, haciendo así, innecesaria la intervención de intermediarios. Los sabios y eruditos, considerados doctos en el Islam (Sheij, Ulemas, etc.) ni son intermediarios entre el hombre y Alá, ni tienen derecho a legislar actos de adoración dirigidos a Alá. Son considerados seres humanos, a los que se les ha impuesto la tarea adicional de enseñar a aquellos que carecen de conocimiento necesario. Son considerados culpables si guardan para sí el conocimiento y no lo imparten a quienes aspiran obtenerlo. En otras palabras, la jurisprudencia islámica no impone el dominio de la gente docta en materia religiosa sobre el resto de la gente en el camino correcto; según el texto del Corán: “¡Recuérdales! Tú solo eres un amonestador. Tú no puedes forzarles a creer”. (Corán 88:21 - 22)


El Profeta también dirigió a su propia hija, Fátima, las siguiente palabras, que muestran que todos los seres están en un nivel de completa igualdad ante Alá: “Oh, Fátima, hija de Muhammad! No podré ayudarte de forma alguna ante Alá” No está limitada a lugares específicos:


El Islam no solamente ha liberado la adoración de la presencia de intermediarios, sino también del confinamiento en lugares determinados. El Islam enseña que todo lugar es lo suficientemente puro para adorar a Alá; ya sea una casa particular o montado sobre un animal, en la cubierta de un buque, en la cabina de un avión, o una mezquita especialmente construida para tal fin. Donde quiera que una persona se encuentre, puede dirigirse a su Señor y ponerse en comunión con Él.


El Profeta expuso esta idea con bellas palabras: “Me ha sido otorgada toda la tierra como mezquita, pura y limpia. A todo hombre de mi nación que le llegue la hora de la oración, que la realice donde se encuentre” Una perspectiva que lo abarca todo:


El Islam también ha ampliado el alcance de la adoración. Para el Islam, la adoración no queda reducida a oraciones particulares. El Islam considera que cada acto virtuoso que se realiza sinceramente y bajo la perspectiva de materializar los mandatos de Alá y alcanzar Su gracia, es un acto de adoración por el cual el ser humano será recompensado. Comiendo, bebiendo, durmiendo o divirtiéndose, incluso las actividades que dan placer (incluso el sexual de las parejas casadas legalmente, según el mandato de Alá); todos estos actos se transforman en adoración si se realizan con un móvil sinceramente dirigido a Alá. Si; incluso estas acciones dan lugar a actos de adoración, si la intención que los origina está de acuerdo con la voluntad de Alá; esto es, si se trata de satisfacer las necesidades por medios legítimos, así como de autocontrolarse. También es un acto de adoración, el tratar de fortalecer el cuerpo mediante el correcto suministro de alimentos y el descanso adecuado, mediante la ejecución de esfuerzos y trabajos duros, así como el subsiguiente descanso y distracción, para poder llevar a cabo las responsabilidades que le han sido encomendadas por Alá. De hecho, si se hace todo esto con la intención de agradar a Alá, se pone en práctica el siguiente dicho del Profeta : “El creyente fuerte es mejor y más amado por Alá que el creyente débil, y en ambos hay bien”. En resumen, resulta que sólo mediante la purificación de los motivos y las intenciones, los actos de la vida cotidiana se convierten en actos de devoción y adoración. Así, es posible avanzar espiritualmente, aunque se esté disfrutando de los placeres de la vida mundana. La razón es que, durante esos actos, el corazón permanece en comunión con Alá mediante la pureza de la intención, debido a la seguridad total en el servicio de Alá. Ello nos pondrá en condiciones de permanecer continuamente en un estado de sumisión, obediencia y devoción a Alá incluso durante el trabajo, siendo ésta la verdadera esencia de la adoración. El Islam, a diferencia de otras religiones, no desprecia la satisfacción de los apetitos corporales instintivos… es más, el Islam no considera en modo alguno que abstenerse de satisfacer estos deseos signifique mayor piedad y virtud que satisfacerlos. El Islam quiere que la persona disfrute de los placeres y cosas buenas que la vida proporciona, con tal que no se violen los límites de legitimidad ni los derechos ajenos, ni eche por tierra los buenos principios morales, ni perjudique los intereses generales de la sociedad. El Islam quiere que el corazón humano permanezca en perpetua comunión con Alá, así como desea que el ser humano observe una vigilancia incesante sobre sus deseos para su propio beneficio en la vida futura: “Procúrate, con lo que Alá te ha agraciado, la morada de la Otra Vida y no olvides tu deber en este mundo…” (Corán 28: 77)


Las alegrías y los placeres pueden llegar a ser actos de adoración mediante la sincera intención.


Se sabe perfectamente que la devoción a Alá no significa necesariamente, el abandono de la vida mundana, ni miseria y pobreza. ¿A qué conduce la buena intención? ¿Le sobreviene al hombre el olvido de Alá a causa del excesivo auto - abandono? El Profeta dijo que, incluso cuando alguien pone afectuosamente un bocado en la boca de su esposa, para estrechar los vínculos del amor conyugal, es recompensado por ello. Porque se está tratando de alcanzar una vida en común con amor y afecto que, como dice en el Sagrado Corán, es el propósito de la vida familiar:
“Entre sus signos está el de haberos creado cónyuges de vuestra misma especie, para que os sirva de quietud, y el haber suscitado entre vosotros el afecto y la bondad”. (Corán 30: 21)

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LA INTENCIÓN Y EL MOTIVO


Los sabios y los juristas del Islam han proclamado que la buena intención transforma los actos realizados de forma habitual en actos de adoración. La buena intención marca la diferencia en la vida humana. Es por falta de pureza en la intención que existen personas que beben, comen y satisfacen sus deseos y, al hacer esto, viven en el mismo nivel que los animales. La razón es que sus actos no se producen por otro motivo que el de satisfacer sus deseos instintivos. Y, asimismo existen personas, que aparentemente similares a las mencionadas anteriormente respecto a la satisfacción de sus deseos y el goce de los placeres de la vida, y que sin embargo, gracias a la noble intención que motiva sus acciones, hasta sus movimientos físicos se convierten en actos de adoración por los que serán recompensados. Dice el Corán: “…quienes no creen disfrutan y comen como los rebaños, pero tendrán como morada el fuego”. (Corán 47: 12)


LA FINALIDAD DE LOS RITUALES


Las oraciones, así como todas las formas prescritas de adoración, sirven para distinguir a los que sinceramente tienen fe y deseos de servir a Alá de aquellos otros que se contentan con palabrerías. La oración es tan importante que el Profeta dijo: “La oración es el pilar de la religión islámica y quien quiera que la abandona, destruye su religión”.


UN IDEAL PRÁCTICO


La finalidad real del Islam, al declarar que la adoración abarca la totalidad de la vida humana, es hacer que la fe religiosa desempeñe un papel efectivo y práctico, reformando la vida humana. Desarrolla en el ser humano una actitud paciente y fuerte ante las dificultades y obstáculos, y crea en él un impulso por lograr que prevalezca el bien y se extinga el mal. Todo esto deja ver ampliamente que el Islam, abanderado de los conceptos e ideas antes citados, se opone a esas filosofías derrotistas y aislacionistas que los entendidos han llamado ascetismo, es decir, esa errónea clase de ascetismo que se fundamenta en la renuncia al mundo y al abstención del sustento; en el abandono de la vida de acción y desarrollo; en el completo estancamiento y la decadencia. Estas actitudes no tienen lugar dentro del Islam, mas bien, son símbolos de derrota y evasión ante la lucha por la vida. Para vivir se requiere fuerza, recursos materiales y actividad. El papel que desempeña el Islam en el desarrollo de la vida es totalmente positivo. Para ilustrar la actitud islámica respecto al tema que nos concierne y aclarar falsos conceptos


sobre la vida espiritual, puede narrarse aquí el siguiente hecho: Aisha, esposa de Muhammad vio una vez una persona inclinada, dando lastimosa impresión de ser un muerto andante:


atrayéndose de ese modo la mirada de las personas que le veían. Aisha censuró esta clase de“ santidad” diciendo: “Omar ibn Al-Jattab (segundo califa y gran compañero del Profeta) fue el más piadoso y ascético de todos. Pero, cuando hablaba, se hacía escuchar, al caminar, lo hacía rápidamente, y si golpeaba, lastimaba”.Así, pues, el tener más vida interior debería hacernos más fuertes y decididos en el desarrollo yprogreso de una mejor vida en este mundo.

El Concepto de Divinidad en el Islam



Cada lengua posee uno o más términos que se usan con referencia a dios y a divinidades menores, este no es el caso con la palabra Alá. Alá es el nombre personal del verdadero Dios Único. Nadie más puede ser llamado Alá. Este término no tiene plural ni género y demuestra su singularidad cuando se lo compara con la palabra "Alá", la cual puede ser plural (dioses) o femenina (diosa). Es interesante que la palabra Alá sea el nombre personal de dios en Arameo, la lengua de Jesús, y también en la lengua Árabe. Para el musulmán, Alá es el Todopoderoso,
Creador y Sustentador del universo, no tiene semejante y nada se compara a Él. Los contemporáneos del Profeta Muhammad le preguntaron acerca de Alá, la respuesta fue revelada por Alá en un breve capitulo del Corán, que es considerado como la esencia del Monoteísmo. Es el capítulo 112, que dice: "Di: Alá es Único; Alá es eterno. Jamás engendró ni fue engendrado; y no hay nada que se le asemeje". Algunos no musulmanes alegan que el dios del Islam es un dios rígido y cruel, que demanda ser obedecido, que no ama ni es benévolo. Nada más lejano de la realidad. Es suficiente saber que, con la excepción de uno, los 114 capítulos del Corán comienzan con las palabras: En el nombre de Alá, Clemente, Misericordioso. El Profeta Muhammad (La Paz y las Bendiciones de Alá sean con él) dijo: "Alá es el mas benévolo y ama a sus criaturas más que una madre a un hijo". Pero Alá también es justo. En efecto, el atributo de Misericordia de Alá esta relacionadocompletamente con Su atributo de Justicia. Los que sufren toda una vida perseguidos por su fe en Alá y los que oprimen y explotan a otros toda su vida, no pueden recibir el mismo trato de su Señor. Esperar el mismo trato seria negar la responsabilidad del ser humano sobre sus obras y el juicio que por ello le compete en la Vida Futura, negándose a toda estimulación hacia una vida moral y virtuosa en este mundo. Los siguientes versículos coránicos son claros y precisos en este sentido:


"Por cierto que para los piadosos habrá jardines de placer a la vera de su Señor. ¿Por ventura consideramos a los que tienen fe como a los pecadores? ¿Qué les pasa? ¿Qué manera de juzgar es esa?” (68: 34 - 36)


El Islam rechaza caracterizar a Alá en cualquier forma humana o presentarlo a favor de ciertos individuos o naciones en base a su riqueza, poder o raza. Alá creó a todos los seres humanos iguales; éstos pueden distinguirse y ganar Su favor únicamente a través de la virtud y la piedad. El concepto de que Alá descansó el séptimo día de la creación, que Alá luchó con uno de sus siervos, que Alá es un conspirador envidioso en contra de la humanidad, o que Alá se ha encarnado en un cuerpo humano es considerado erróneo desde la perspectiva islámica.
El uso de la palabra Alá, el nombre propio de Alá, es un reflejo puro del énfasis islámico de la creencia en Alá, que es la esencia de todos los mensajes transmitidos por los Profetas de Alá. Es por esto que el Islam considera a la asociación de cualquier divinidad o persona con Alá un pecado capital que Alá no perdonará el Día del Juicio Final.


El Creador es de una naturaleza diferente a lo creado, porque si fuese de la misma naturaleza, sería transitorio, temporal y necesitaría de un creador. Si el Creador no es transitorio, entonces debe ser eterno, y si es eterno Su existencia no puede ser causada por nada; y si nada causa su existencia, nada fuera de Él es causal de que siga existiendo, y esto significa que EI es Autosuficiente. Y si Él no depende de nada para continuar su existencia, entonces ésta no puede tener fin. Por esta razón es que el Creador es Eterno: "Él es el Primero y el Ultimo". El es Autosuficiente, en términos coránicos, El es Al-Qaiyum. Él no sólo crea, sino que las preserva, las sustenta y es el responsable de todo cuanto les suceda.


"Alá es el Creador de todo y el Guardián de todo. Suyas son las llaves de los cielos y la tierra" (Corán 39: 62 - 63) "No existe ser viviente sobre la tierra cuyo sostén no dependa de Alá y cuya estancia y paradero transitorio Él no conozca" (Corán 11 - 6) ATRIBUTOS DE ALÁ Si el Creador es eterno, Sus atributos entonces también lo son. La lógica entonces indica que no puede perder ninguno de sus atributos ni adquirir nuevos. Si esto es así, entonces sus atributos son absolutos, ¿Puede haber más de un creador con atributos absolutos? ¿Puede haber, por ejemplo, dos creadores absolutamente poderosos? Si pensamos esto por un momento veremos que no es posible.


El Corán resume este argumento en los siguientes versículos:


"Alá no ha tenido ningún hijo ni jamás ningún otro Alá compartió con Él (la divinidad). De haber sido así, cada Alá se habría apropiado de su creación y habría prevalecido uno sobre otro". (21: 91) "Si hubiera en el universo otras divinidades además de Alá, ya se habrían destruido (los cielos y la tierra)". (21: 22)

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LA UNICIDAD DE ALÁ


El Corán nos recuerda la falsedad de alegatos de aquellos que afirman la existencia de distintos dioses. A los adoradores de objetos fabricados por la mano del hombre se les puede preguntar:


"¿Acaso adoras lo que has esculpido?" (37:95) "¿Adoptaréis acaso, en vez de Él, a quienes que no pueden beneficiarse ni defenderse?" (13: 16)  A los que adoran cuerpos celestiales se les puede citar la historia de Abraham: "Cuando la noche lo cubrió, vio una estrella y dijo: "He aquí mi Señor". Pero cuando esta desapareció dijo: "No adoro a lo que desaparece". Cuando vio despuntar la luna, dijo: "He aquí mi Señor". Pero cuando esta desapareció, dijo: "Si mi Señor no me ilumina, me contaré entre los desviados". Entonces cuando vio despuntar el sol dijo: "He aquí mi Señor, este es el mayor". Pero cuando se ocultó dijo: "Oh, pueblo mío, por cierto que no soy responsable de vuestra idolatría. Yo me consagro a Quien creó los cielos y la tierra; soy monoteísta y no me cuento entre los idólatras". (6: 76 - 79)


ACTITUD DEL CREYENTE


Ser musulmán significa: "Sumiso a Alá", y creer en la unicidad de Alá: que Él es el Único Creador, Preservador, Sustentador, etc. Esta creencia - llamada El monoteísmo en el Señorío y Dominio (Tawhid Arrububía) - de por sí no es suficiente para ser creyente. Los idólatras contemporáneos del Profeta sabían y creían que sólo Alá podía hacer todo esto, y sin embargo eso no los hacía musulmanes. El monoteísmo del Señorío y el Dominio se ve complementado por el monoteísmo en la adoración (Tawhid Aluluhía), es decir que sólo Alá tiene el derecho legítimo a ser adorado.


"¡Oh, adeptos del Libro! No exageréis en vuestra religión y no digáis de Alá sino la verdad. Por cierto que el Mesías, Jesús hijo de Maria, solamente es el Enviado de Alá y Su Palabra, con la que agració a María, y su espíritu procede de Él, creed pues en Alá y en Sus mensajeros, y no digáis: "Trinidad". Absteneos de ello, será mejor para vosotros; porque Alá es un Alá Único. ¡Glorificado sea! ¡Lejos está de tener un hijo!" (Corán 4: 171)


Cuando la fe penetra en el corazón la persona experimenta un sentimiento de agradecimiento a Alá que es la esencia de la adoración (Ibadah). El sentido de agradecimiento es tan importante que el que no cree en Alá es llamado Kafir, que quiere decir: "quien niega la verdad" "aquel que es desagradecido" y también "quien es rebelde contra aquel que lo ha creado". El creyente ama y agradece a Alá por la generosidad que Él le ha concedido, consiente que sus buenas obras, físicas o mentales, no pueden ser proporcionales a los favores divinos que ha recibido. El individuo esta siempre atento y ansioso porque teme a Alá, no sólo en esta Vida sino en el Más Allá. Este estado mental no puede ser adquirido sin estar consciente de Alá constantemente. La remembranza de Alá es la fuerza vital de la fe, de lo contrario, ésta se marchita y desaparece.


VERSÍCULOS DEL CORÁN


El Corán trata de desarrollar este sentido de agradecimiento en el corazón del ser humano repitiendo frecuentemente los atributos de Alá. Encontramos algunos de los sublimes atributos de Alá mencionados en los siguientes versículos del Corán: “Él es Alá, no hay otra divinidad salvo Él, Conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Él es Clemente, Misericordioso. Él es Alá, no hay otra divinidad salvo Él, Soberano, Santísimo, Pacificador, Dispensador de seguridad, Celador, Poderoso, Compulsor y Soberbio. ¡Glorificado sea Alá! Él está por encima de lo que Le atribuyen. Él es Alá, Creador, Iniciador y Formador. Suyos son los nombres [y atributos] más sublimes. Todo cuanto existe en los cielos y en la Tierra Le glorifica. Él es Poderoso, Sabio." (Corán 59: 22 - 24).


"¡Alá! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, Viviente, se basta a Sí mismo y se ocupa de toda la creación. No Lo toma somnolencia ni sueño. Suyo es cuanto hay en los cielos y la Tierra. ¿Quién podrá interceder ante Él sino con Su anuencia? Conoce el pasado y el futuro; y nadie abarca de Su conocimiento salvo lo que Él quiere. Su Trono se extiende en los cielos y en la Tierra, y la custodia de ambos no Le agobia. Y Él es Sublime, Grandioso." (Corán 2: 255)
 

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¿Qué es el Islam?

La palabra árabe Islam significa literalmente ʹrendiciónʹ o ʹsumisiónʹ. El Islam, como una fe, significa rendirse total y sinceramente ante Dios para poder llevar una vida de paz y tranquilidad. La paz (Salam en árabe, Shalom en hebreo) se logra a través de una obediencia activa a los mandamientos revelados por Dios, pues Dios es El Justo, La Paz.2

El nombre Islam3 es universal en su significado. El Islam no es solo un nombre asignado a una tribu de personas o a un individuo, como el judaísmo, que recibe su nombre de la tribu de Judá, el cristianismo de Cristo, y el Budismo de Buda. El Islam no es un nombre escogido por seres huma nos; fue comunicado de manera divina por Dios. El Islam es una fe global, no es de oriente ni de occidente. El Islam es una manera completa de vida, e implica una total sumisión a Dios. Aquel que someta su voluntad a Dios de manera voluntaria4 será llamado musulmán. No fue Muhammad sino

2 Las palabras que aparezcan en negrita a lo largo del texto indican yan sea un versículo del Corán o uno de los nombres y atributos de Dios.

3 Algunos musulmanes se sienten incómodos al llamar ʺreligiónʺ al Islam, pues el Islam no es un credo institucionalizado. En árabe, Islam se refiere a un Din, a una Manera de vida. Es lo mismo que los primeros cristianos que llamaban a su fe El Camino.

4 ʺDe manera voluntaria significa aquí más que sin correciónʺ. Significa rendirse ante Dios sin tener motivos o reservas ulteriores y con una totaldevoción.


 

Adán (m\)5 quien trajo por primera vez el Islam a la huma­nidad. Entonces, cada Profeta y Mensajero vino para exhor­tar a la gente a entender claramente los mandamientos de Dios. Ofrecían enseñanzas relevantes a sus tiempos, hasta que Dios escogió al Profeta final, Muhammad, para que tra­jera el Último Testamento, conocido como el Corán.

Allah es una palabra árabe que significa 'La Única y Ver­dadera Deidad', el nombre propio del Único que creó los cielos y la tierra. Los judíos y cristianos de habla árabe tam­bién llaman a Dios con el nombre Allah. Para un musulmán, Allah es el Supremo y el más exclusivo de todos los nombre de Dios, denota al Único que debe ser adorado, el Único que creó todo lo que existe.5El símbolo (asa) significa 'que la paz sea con él', término de respeto que, según la tradición islámica, los musulmanes le otorgan a todos los profetas y mensajeros de Allah, y a los ángeles de Allah a quienes men­cionamos por su nombre.


 

Monoteísmo

El concepto de monoteísmo (conocido como ʹtawhidʹ en árabe) es el concepto más importante en el Islam. El mono teísmo señala al primero de los Diez Mandamientos, y en el Islam todo se construye en torno a la unicidad de Dios. El Islam llama a que la humanidad se aleje de adorar cualquier ser creado y convoca a adorar al Único y Verdadero Dios. Ningún acto de adoración o devoción tiene significado o valor alguno si compromete el concepto de monoteísmo de alguna manera.

Debido a su importancia, el concepto de monoteísmo (unidad y singularidad divina) debe ser entendido plena y correctamente. Para facilitar la exposición, el monoteísmo puede observarse desde tres perspectivas:

a.   La Unicidad de Dios y Su Dominio (Omnipotencia)

b.   La Devoción de todo acto de adoración al Único
Dios.

c.   El Carácter Único y la Unicidad de Dios en Sus
Nombres y Atributos.

Esta división no representa en absoluto la única manera de encarar el tema de que Dios es uno y único, pero permite que el tema pueda analizarse y discutirse más fácilmente (el monoteísmo es la clave para entender el Islam, y se recomienda refrescar ese concepto cada tanto).


 

La Unicidad de Dios en Su Dominio

La Unicidad de Dios en Su Dominio significa que Dios, El Creador Que Originó los Cielos y la Tierra, tiene un domi nio perfecto del universo. Solo Él es El Creador de todas las cosas. Solo Él hace que las cosas sucedan. Él es El Único que ofrece sustento y que determina la vida y la muerte. Él es El Poderoso, El Omnipotente, absolutamente perfecto y libre de cualquier defecto. Nadie comparte Su dominio. Nadie puede resistirse a Su Decreto. Él es El Único que nos creó a todos nosotros a partir de una sola célula y nos convirtió en lo que somos. Él es El Único que creó más de cien mil millones de galaxias y todos los electrones, neutrones, y quarks que existen en ellas, manteniendo todo lo que existe y todas las leyes de la naturaleza en orden absoluto. Ni una hoja de un árbol puede caer sin Su permiso. Todo se mantiene bajo un preciso control.

Él es muy superior a lo que podamos imaginar. Él es tan poderoso que para crear cualquier cosa, basta con que diga: ʺ¡Sea!ʺ y es. Él creó todos los mundos conocidos y desconocidos, pero no es parte de ninguno de ellos. Muchos credos reconocen que El Creador del universo es solo uno, sin socios ni compañeros. El Islam incluye el conocimiento de que Dios no es parte de Su creación ni nadie que Él haya creado comparte Su poder.

En el Islam, creer que cualquier parte de la creación de Dios comparte Su poder o Sus atributos se considera politeísmo e incredulidad. Algunos ejemplos de esas falsas creencias es creer que los adivinos o astrólogos pueden predecir el futuro; Dios, El Que Todo Lo Sabe, dice que solo Él conoce el

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futuro. Solo el Divino puede dar la ayuda divina. Nadie excepto Dios tiene la capacidad de dar ayuda u orientación divina. Creer que los amuletos o talismanes tienen algún tipo de poder es una forma de politeísmo. Esos conceptos son negados en el Islam.

La Devoción de todo acto de adoración

al Único Dios

Solo Dios debe ser adorado. Esto fue proclamado por todos los Profetas y Mensajeros del Islam que fueron enviados por Dios a lo largo de los siglos y es la creencia central del Is­lam. Dios nos dice que el fin de la creación de la humanidad es adorarlo sólo a Él. El propósito del Islam es alejar a la gente de la adoración a los seres creados y dirigirla sólo al Creador.

Es allí donde el Islam se diferencia de otras religiones. Si bien la mayoría de las religiones enseñan que existe un creador que creó todo lo que existe, casi todas poseen algu­na forma de politeísmo (idolatría) con respecto a la adora­ción. Estas religiones convocan a sus fieles a adorar a otros seres además de Dios (normalmente poniendo a esos dioses en un nivel por debajo del Dios Creador), o les exigen a sus fieles a que acudan a otros seres como intercesores entre ellos y Dios.

Todos los Profetas y Mensajeros de Dios, desde Adán (m) a Muhammad (gt), llamaban a la gente a adorar sólo a Dios, sin socios ni intermediarios. Es la forma más pura, simple y natural de fe. El Islam rechaza la noción de los antropólogos culturales que dicen que la primera religión de los seres humanos fue el politeísmo – y que gradualmente evolución hacia un monoteísmo. De hecho, los musulmanes creen lo opuesto, es decir, que las culturas humanas descendieron a la idolatría durante aquellos intervalos de tiempo que hubo entre los Mensajeros de Dios. Aún cuando los Mensajeros estaban entre los hombres, muchos se resistían a su llamado y practicaban la idolatría a pesar de las advertencias. A los Mensajeros posteriores les fue encomendado por Dios hacer que la gente regrese al monoteísmo.

Dios creó a los seres humanos con una inclinación innata y natural a adorarlo sólo a Él. Satán, por otro lado, hace lo imposible para que la gente se aleje del monoteísmo, tentando a la humanidad a adorar a distintos seres creados (idolatría). La mayoría de las personas tiende a desviar su devoción a algo que puedan ver, algo imaginable, aún cuando tienen el conocimiento instintivo de que El Creador del universo es mucho más grande que cualquier cosa que puedan imaginar. A lo largo de la historia humana, Dios envió una serie de Profetas y Mensajeros para convocar a la gente a adorar sólo al Único y Verdadero Dios. Debido a la atracción de Satán, la gente se desvía constantemente y adora distintos seres (idolatría y politeísmo).

Dios creó a los seres humanos para adorarlo solo a Él. En el Islam, el pecado más grande que existe es adorar a algo o a alguien que no sea Dios, aún si la persona lo hace con la in tención de acercarse a Dios ofreciendo su devoción a otro ser. Dios, El Suficiente, no necesita intercesores ni intermediarios. Él escucha todas nuestras plegarias y tiene un cono cimiento total de todo lo que sucede.

Al mismo tiempo, Dios no necesita nuestra adoración, pero nos dice que se complace con ella. Él es totalmente independiente de todas las cosas. Todo lo creado depende de Él. Si todas las personas del mundo se unieran para adorar sólo a Dios, no Lo beneficiaría a Él en lo más mínimo. No le agregaría ni un ápice a Su majestuoso dominio. De igual manera, si toda la creación dejara de adorar a Dios, no disminuiría en lo más mínimo Su dominio. Al adorar a Dios, beneficiamos nuestras almas y cumplimos con el noble propósito para el que fuimos creados. Dios no tiene necesidades; Él es El Eterno, El Absoluto.

La adoración no se trata solamente de ceremonias o prácticas religiosas tradicionales. El concepto de adoración esholístico. Cambiar un pañal, respetar y cuidar a nuestros padres, levantar un vidrio roto de la vereda – todos esos actos pueden ser formas de adoración si se hacen con la intención de complacer a Dios. Si hay algún otro tipo de interés más importante que adorar a Dios, como riqueza, trabajo, poder o reconocimiento, entonces se transforma en una forma de politeísmo.

El Carácter Único y la Unicidad de Dios en Sus  Nombres

y Atributos

La Unicidad y el Carácter Único de Dios en Sus nombres y atributos indican que Dios no comparte los atributos de los seres creados, ni ellos tampoco comparten los Suyos. Dios


 

es único en todas las formas. Dios no puede ser limitado de ninguna manera, pues Él es El Creador de todo. Dios, El Supremo dice:

“¡Allah! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, Viviente, se basta a Sí mismo y se ocupa de toda la creación. No Lo toma somnolencia ni sueño. Suyo es cuanto hay en los cielos y la Tierra. ¿Quién podrá interceder ante Él sino con Su anuencia? Conoce el pasado y el futuro; y nadie abarca de Su conocimiento salvo lo que Él quiere. Su Trono se exiten de en los cielos y en la Tierra, y la custodia de ambos no Le agobia. Y Él es Sublime, Grandioso.” [Corán 2:255]

En el Islam está prohibido atribuirle a Dios características de Su creación. Los únicos atributos que se le pueden asignar a Dios son los que Él mismo reveló en el Corán, o aquellos usados por el Profeta para describirlo a Él. Muchos de los nombres y atributos de Dios parecieran tener equivalentes en el nivel humano, pero se trata sólo de un reflejo del idioma. Los atributos de Dios, como Dios Mismo, no se parecen a nada que conozcamos. Por ejemplo, Dios tiene cono cimiento divino. El hombre tiene conocimiento. Sin embargo, el conocimiento absoluto de Dios no tiene semejanza alguna con el conocimiento de los seres humanos. El conocimiento de Dios es ilimitado (omnisciente, El Que Todo lo Sabe). No se aprende ni se adquiere. El conocimiento de Dios incluye todas las cosas, y no aumenta ni disminuye. Por otro lado, el conocimiento humano se adquiere y es li


 

mitado. Cambia constantemente, aumenta y disminuye, y está sujeto a olvidos y errores.

Dios, El Irresistible, tiene voluntad divina. El ser humano también tiene voluntad. La voluntad de Dios siempre se cumple. Al igual que Su divino conocimiento, Su voluntad incluye todas las cosas que Dios quiere que sucedan en la creación – pasado, presente, y futuro. Por otro lado, la voluntad humana, es simplemente una intención, un deseo. Sólo se cumple si Dios así lo desea.

Los atributos humanos no pueden asignársele a Dios. Todos los atributos humanos son limitados. Dios no tiene género, debilidades ni deficiencias. Dios está más allá de la atribución de género característica de lo humano y de la creación. De hecho, utilizamos el pronombre ʺÉlʺ simplemente por que no existe un pronombre neutro en castellano o en las lenguas semíticas, y porque sigue las convenciones de la lengua castellana. Cuando en el Corán se utiliza el pronombre ʺNosotrosʺ para referirse a Dios, es por respeto, y de ninguna manera implica pluralidad. Asignarle atributos terrenales a Dios es una forma de politeísmo. De igual manera, es politeísmo asignarle atributos divinos a objetos o cosas creadas. Por ejemplo, aquel que crea que hay otro Dios aparte del Todopoderoso habrá incurrido en el pecado de politeísmo.

“¡Bendito sea el nombre de tu Señor! Él es el poseedor de la majestuosidad y generosidad.” [Corán 55:78]


 

Los seis artículos de la Fe

Existen ciertos dogmas que debemos creer sin dudar pa ra ser considerados musulmanes. Esos artículos se enumeran a continuación:

a.   Creer en Dios

b.   Creer en Sus Ángeles

c.   Creer en Sus Libros

d.   Creer en Sus Profetas y Mensajeros

e.   Creer en el Día del Juicio

f.    Creer en el Designio Divino

Creer en Dios

El Islam hace hincapié en el hecho de que Dios es El Único sin socios, El Que abarca todo lo que existe, y es único de todas formas. Solo Dios, El Más Benevolente, tiene derecho a ser adorado.

Creer en Sus Ángeles

Los ángeles son creaciones de Dios. Dios, El Que Da Origen, los creó a partir de la luz. Son poderosos, y siempre actúan según lo ordenado por Dios.

Dios nos ha revelado los nombres y responsabilidades de algunos de los ángeles. El musulmán debe creer en la existencia de los ángeles. Gabriel y Miguel son dos de los ángeles mencionados en el Corán. Por ejemplo, la responsa­bilidad del ángel Gabriel (m) es llevar la revelación de Dios a los Profetas y Mensajeros.

Creer en Sus Libros

Los musulmanes deben creer en las escrituras originales reveladas por Dios a Sus Mensajeros. El musulmán debe creer en todas las escrituras mencionadas por Dios en el Corán. Dios, El Que Da, las reveló y las mismas son, en sus formas originales, la palabra de Dios. Las escrituras que Dios menciona en el Corán son las siguientes:

1.      Los Rollos originales revelados a Abraham.

2.      La Torah original revelada a Moisés.

3.      Los Salmos originales revelados a David.

4.      El Evangelio original revelado a Jesús.6

5.      El Corán revelado a Muhammad (que aún conserva su forma original).

Los musulmanes no consideran que las escrituras revela das antes del Corán, que siguen en circulación en distintas versiones y ediciones, sean una representación precisa de su forma revelada originalmente. Según el Corán, la gente ha ido distorsionando esas escrituras según sus propios

6 Los distintos evangelios de la Biblia actual, fueron escritos por otros autores después del tiempo de Jesús (asa). El Evangelio mencionado en el Corán se refiere únicamente a las revelaciones que llegaron a través de Jesús, hijo de María (asa).


 

intereses mundanos. Dichas distorsiones se dan de mu­chas maneras, como ser agregados u omisiones del texto o cambios en el significado o el idioma. Tales distorsiones fueron adoptadas con el pasar del tiempo, y lo que queda es una mezcla del texto divino original y una interpreta­ción y contaminación humana del mismo. Si bien los mu­sulmanes creen en todos los libros revelados que se mencionan aquí, el medio definitivo a través del cual juz­gan los distintos asuntos y buscan orientación es el Corán y las auténticas tradiciones del Profeta Muhammad (gt).

Creer en Sus Profetas y Mensajeros

Los Profetas y Mensajeros fueron personas que recibieron revelación de Dios y la transmitieron a la gente. Fueron enviados a la humanidad para regresar a las personas al monoteísmo, para ser ejemplos vivientes de cómo rendir nos ante Dios, para guiar a las personas por el camino de la salvación. Ninguno de los Profetas y Mensajeros comparte la divinidad de Dios. Eran simples seres humanos. Está prohibido que un musulmán adore a los Profetas o Mensajeros o que los utilice como intermediarios para acercarse a Dios. El musulmán nunca debe invocarlos, suplicarles, ni buscar la piedad y el perdón de Dios a través de ellos. Por lo tanto, el termino ʺMahometanismoʺ es un insulto y no debe nunca aplicarse a los musulmanes. Todos los Profetas y Mensajeros enseñaron que dichos actos son politeístas, y que cualquiera que los cometa estará fuera de la órbita del Islam.

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A lo largo de los tiempos, Dios, El Bienhechor, ha enviado Profetas a todo el mundo. El musulmán debe creer en to­dos los Profetas y Mensajeros enviados por Dios. Dios ha mencionado algunos de ellos en el Corán. Algunos de los mencionados son Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad (m\).7

Todos los Profetas y Mensajeros de Dios trajeron las ense­ñanzas del Islam. A lo largo de la historia, los pueblos monoteístas que se sometieron a la voluntad de Dios y si­guieron la revelación de Dios a sus Profetas y Mensajeros de su tiempo son considerados musulmanes. El derecho a la herencia de Abraham se adquiere mediante el apego a la fe monoteísta de Abraham y el sometimiento a Dios, no sólo por sucesión. Cuando Moisés (m\) proclamó ser Pro­feta, todos los que lo siguieron en su monoteísmo eran musulmanes. De igual manera, cuando Jesús (m\) declaró ser Profeta con señales y milagros claros, se hizo obligato­rio que todos lo aceptaran incondicionalmente si querían ser considerados musulmanes. Todos lo que rechazaron a Jesús (m\) pasaron a descreer del Islam8. Rechazar o des-

7Los Profetas mencionados en el Corán son: Adán, Enoch (Idris), Noé, Hud, Salih, Abraham, Lot, Ismael, Isaac, Jacobo, José, Shu'ayb, Job, Moi­sés, Aarón, Ezequiel, David, Salomón, Elías, Elisha, Jonás, Zacarías, Juan 'El Bautista', Jesús, y Muhammad (que la paz sea con todos ellos).

8Dios le reveló a Muhammad (ü):

“Dispusimos para vosotros la misma religión [monoteísta] que le habíamos encomendado a Noé, y que te revelamos a ti [en el Co­rán] y que le encomendamos a Abraham, Moisés y Jesús, para que seáis firmes en la práctica de la religión, y no os dividáis en ella. Pero a los idólatras les parece difícil aquello a lo que tú les invitas

 


 

aprobar a alguno de los Mensajeros de Dios descalifica a la persona como musulmán. Los musulmanes deben amar y respetar a todos los Profetas y Mensajeros de Dios que convocan a la humanidad a adorar al Creador sin asignar­le ningún compañero. Todos los Profetas y Mensajeros se rendían completamente ante Dios, y eso es el Islam.

Los Profeta, desde Adán (m) a Muhammad (gt), eran hermanos en la fe. Todos guiaban a la gente hacia la mis­ma Verdad. Los distintos Mensajeros traían distintas leyes enviadas por Dios para guiar y regir a la gente, pero la esencia de sus enseñanzas era la misma. Todos instaban a que la gente se alejara de la adoración de seres creados y que adoraran solo al Creador, El Supremo.

En el Islam, Muhammad (gt) tiene la distinción de ser el Mensajero final de Dios y el último de los Profetas9. La ra­zón de esto es, primeramente, porque Dios completó Sus revelaciones a la humanidad y las preservó perfectamente por siempre en el Corán, y segundo, Su último Profeta y Mensajero llevó una vida ejemplar durante los veintitrés años que fue Profeta, estableciendo pautas claras para to­das las generaciones venideras. Dios dice en el Corán que no vendrá ningún Profeta ni Mensajero después de él. Esa es la razón por la que Muhammad (gt) es conocido como el último de los Profetas. Esto significa que la ley divina que [al monoteísmo]. Allah elige [para que acepte la fe] a quien quiere, y guía hacia Él a quien se arrepiente”. [Corán 42:13]

9 Algunos musulmanes se refieren a los siguientes versos bíblicos como el anuncio de la llegada del Profeta Muhammad (ü): [Deut. 18:15, 18:18; Juan 1:19 - 21, 14:16, 14:17, 15:26, 16:7 - 8, 16:12 - 13]

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fue revelada y que tomó forma en las enseñanzas del Pro­feta Muhammad (gt) es para toda la humanidad hasta el Día de la Resurrección (Día del Juicio Final). Para ser cre­yente, es obligatorio creer en Muhammad (gt) y en las le­yes que han sido reveladas a través de él, como también en todos los Profetas y Mensajeros de Dios que pasaron antes que él. Muhammad (gt), y los Profetas y Mensajeros que lo antecedieron también tenían que creer, obedecer, y rendirse ante Dios Todopoderoso. Si bien los musulmanes creen en todos los Profetas y Mensajeros de Dios, siguen y emulan las enseñanzas y el ejemplo del último Mensajero Muhammad (gt). Dios, El Más Glorioso, dice lo siguiente sobre Muhammad:

“Y no te enviamos [¡Oh, Muhammad!] sino como mise­ricordia para los mundos.” [Corán 21:107]

Creer en el Día del Juicio Final

Los musulmanes deben creer, sin lugar a dudas, en el Día del Juicio Final y la resurrección física, cuando el cuerpo será recreado y el alma se reunirá con el cuerpo gracias al poder ilimitado de Dios. De la misma manera que Dios, El Iniciador de la Humanidad, nos creó la primera vez, también será El Resucitador que nos traerá de la muerte para enfrentar un juicio perfecto ante Él. Después del Día del Juicio, la muerte no será tal, y nuestra existencia será eterna. El Día del Juicio es cuando todos y cada uno deberán pararse frente al Creador y ser cuestionados por sus acciones. En ese día tan importante, todos veremos en detalle los resultados de todo el mal o bien que hayamos

 


 

hecho, por más pequeño que haya sido, en nuestras vidas. Ese día, la mentira y el engaño no serán posibles. La re compensa final es el Paraíso y el castigo es el Infierno. El Cielo y el Infierno son lugares literales que existen de ver dad. No son símbolos ni metáforas.

Dios, El Que Reconoce y Recompensa con el Bien, des cribe al Paraíso (el Jardín de los Cielos) como un lugar maravilloso de placer, lleno de espectaculares jardines eternos y ríos que corren por debajo de los árboles. En el Paraíso no hay frío ni calor, enfermedades ni fatiga, tam poco existe el mal. Dios, el Que Da Seguridad, eliminará las enfermedades de los corazones y los cuerpos de sus habitantes, y se cumplirán todos los deseos de quienes allí vivan. Al entrar al Paraíso, será dicho: “Has heredado este Paraíso como resultado de la misericordia de Dios y de tus buenas acciones”. El mayor de los placeres del Más Allá será la posibilidad de contemplar el rostro de Dios, El Altísimo. Ser musulmán en sí no garantiza alcanzar el Paraíso a menos que uno muera en estado de sumisión al Islam y a Dios, El Único.

Dios, El Calculador, describe al Infierno como un lugar eternamente horrible, que va más allá de toda imaginación, cuyas llamas son alimentadas con hombres y piedras. Cuando los ángeles más severos envían gente al Infierno, dirán lo siguiente:

“Esto es lo que desmentíais.” [Corán 83:17]

Creemos que Dios es El Más Compasivo y Misericordio so; sin embargo, es severo en Su castigo a quienes lo merecen.

La justicia infinita de Dios es absoluta y perfecta. El Día del Juicio, se revelerán todas las acciones y todos serán tratados con justicia. No entraremos al Paraíso solo por nuestras acciones, sino por la misericordia de Dios.

Creer en el Divino Decreto de Dios

Dios, en Su eternidad, sabe todo lo que sucede en Su creación. Desde la perspectiva de los seres temporales como nosotros, esto significa que Dios, El Que Todo Lo Ve, sabe todo lo que sucedió en el pasado, lo que sucede ahora, y lo que sucederá en el futuro. El conocimiento divino de Dios es perfecto. Dios es El Que Todo Lo Sabe, y todo lo que el sabe así sucederá.

Dios, El Dominador, tiene soberanía absoluta sobre Su creación. Todo lo que existe en Su creación y todo lo que suceda en ella es resultado directo de Su voluntad. Nada sucede en la creación si no es por Su poder, Su voluntad y Su conocimiento.


 

El Libre Albedrío del Ser Humano

Un aspecto importante del Islam es que todo ser humano tiene el libre albedrío de elegir entre lo bueno y lo malo. Dios, El Que Otorga, ha honrado a la humanidad con este don. Ese don llega con una gran responsabilidad, y el Día del Juicio tendremos que rendir cuentas por su uso.

El libre albedrío no contradice de ninguna manera el hecho de que Dios, El Testigo, sabe todo lo que sucederá en la creación. Tal vez alguien pregunte: “Si Dios sabe que cometeré un pecado mañana, entonces es inevitable que así suceda porque el conocimiento de Dios es infalible, y Dios sabe que así sucederá”. El conocimiento que tiene Dios de la decisión de esta persona no significa que él o ella tengan la obligación de tomar esa decisión.

El libre albedrío no contradice de ninguna manera la soberanía absoluta de Dios sobre todo lo que existe en la creación. Tampoco contradice el hecho de que nada sucede en la creación excepto a través de la voluntad de Dios. Quizás alguien diga: “Entonces, no tengo libre albedrío. Mi libre albedrío no es más que una ilusión”. Al contrario, Dios nos creó a todos y cada uno de nosotros con la capacidad de formular una intención. Dios quiere que podamos tomar nuestras propias decisiones. Cuando una persona escoge hacer algo, Dios, a través de Su divina voluntad, crea las acciones y circunstancias que permitirán que se lleve a cabo la intención de esa persona. La voluntad de Dios es que los se res humanos tengan libre albedrío. Dios no siempre está

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complacido con las decisiones tomadas por las personas, pero quiere que puedan tomar dichas decisiones por elección propia. Un ejemplo de esto es la voluntad de una persona de hacer una buena acción. Puede que esa acción nunca se lleve a cabo, pero quizás Dios recompense a esa persona por tener la intención de hacer una buena acción. Si la buena acción llega a buen término, Dios recompensará tanto a la intención como a la acción. En otras palabras, Dios, El Juez, puede recompensar por aquellas buenas acciones que no se realizaron, pero por las cuales hubo una in tención; sin embargo, no castiga por las malas acciones que no se llevan a cabo.


 

No se Puede Forzar a Creer

A partir de ese énfasis en el libre albedrío, podemos decir que el Islam solo puede aceptarse por libre elección. El objetivo de la vida humana es adorar a Dios a partir de nuestro propio libre albedrío. Por lo tanto, la fe solo tiene valor si se acepta a partir de la libertad de elección. Si una persona es obligada a aceptar cualquier religión, esa aceptación es falsa y no tiene valor. Dios, El Gentil, dice:

“No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío. Quien se aparte de Satanás y crea en Allah, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá. Y Allah es Omnio yente, Omnisciente.” [Corán 2:256]


 

Los Cinco Pilares del Islam

Existen cinco actos obligatorios de adoración que todo mu­sulmán debe llevar a cabo minuciosamente. El no hacerlo implica un pecado grave. La estructura del Islam descansa sobre estos cinco pilares. No se puede decir que alguien es musulmán si niega la obligatoriedad de alguno de estos actos.

Las cinco obligaciones de los musulmanes son las siguientes:

a.    La declaración de fe, Testificar que no existe ninguna verdadera deidad excepto Dios, y queMuhammad (ü) es Su Mensajero’ (Shahaadah).

b.   Orar cinco veces al día (Salah)

c.    Pagar la caridad anual (Zakah)

d.   Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm)

e.    Realizar la peregrinación a La Meca (Hayy)

La Declaración de Fe (Shahaadah)

Es obligatorio que toda persona que pretenda ingresar al Is­lam crea y diga: Testifico que no existe ninguna deidad verdadera excepto Dios, y que Muhammad (ü) es Su Men­sajero’. Con esta simple, importante y poderosa declaración, se considera que una persona es parte del Islam. No existe ningún rito de iniciación en el Islam.

 


 

Los conceptos incluidos en ese testimonio de fe pueden ex­plicarse analizando las tres partes del mismo. La primera parte, ‘No existe ninguna deidad verdadera...’ es una nega­ción del politeísmo10. Es una negación de la existencia de toda otra deidad que no sea Dios, de todo ente que compar­ta los atributos divinos de Dios. La segunda parte que dice “excepto Dios” es una afirmación del monoteísmo. Dios es el único que merece ser adorado.

Muhammad (ü) es el Mensajero de Dios” es la tercera parte de la declaración de fe. Se trata de la afirmación de que Muhammad (ü) es el último Profeta y Mensajero de Dios.11 Ese punto requiere, además, aceptar incondicional-mente el Corán y las tradiciones auténticas de Muhammad (ü).

Al creer y pronunciar el testimonio de fe, una persona esta­rá rechazando todos los falsos objetos de adoración y afir­mando que Dios es el único digno de ser adorado. Dios no Esta negación significa que no se debe adorar nada ni nadie excepto aDios, y que nada tiene carácter divino, excepto Dios, nadie comparte los atributos de Dios, y nadie puede ser el creador ni proveer el sustento a la creación, excepto Dios, quien no tiene pares ni iguales.

11   Uno puede preguntar “Si el Islam enseña que todos los Profetas y Mensajeros son iguales, entonces ¿por qué el testimonio de fe menciona solo al Profeta Muhammad sin mencionar a los demás?”. Esto es así porque todo el que reconoce al Profeta Muhammad está reconociendo a todos los Profetas y Mensajeros de Dios que vinieron antes que él. Por ejemplo, si uno testificara que “No existe ninguna verdadera deidad excepto Dios, y Moisés es el Mensajero de Dios”, no necesariamente se estaría reconociendo a los Mensajeros que siguieron a Moisés, como Jesús o Muhammad.

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tiene pares ni iguales. Dios promete que una vez que una persona afirma y dice con sinceridad “Testifico que no exis­te ninguna deidad excepto Dios, y que Muhammad (ü) es Su Mensajero”, se perdonan todos sus pecados anteriores. Las buenas acciones que uno haya hecho previamente tam­bién serán recompensadas por Dios, El Más Misericordio­so.

Orar cinco veces al día (Salah)

Todo musulmán debe realizar cinco oraciones obligatorias al día. Al realizarlas, el musulmán debe orientarse hacia La Meca, hacia la primera casa construida para adorar al Único Dios. Esta casa es llamada la Ka’bah, una estructura cúbica ubicada en lo que hoy es Arabia Saudita. Fue construida por el profeta Abraham y su hijo Ismael para adorar al Único y Verdadero Dios.

Uno debe recordar que el Islam no tiene reliquias ni símbolos sagrados. No adoramos la Ka’bah; simplemente adoramos a Dios orientándonos hacia la Ka’bah. Al mirar hacia la Ka’bah en la oración, se unifican todos los musulmanes al adorar al Único Dios. Aquel que adore la Ka’bah o a cualquier otro objeto creado será considerado un idólatra. Dicho en otras palabras, los materiales con los que fue construida esta casa no son más sagrados que los utilizados para construir cualquier otra casa.

Dichas oraciones tienen lugar durante el día y la noche, y son un recordatorio constante de la obligación y la sumisión a Dios. Son un vínculo directo entre quien las realiza y Dios.

Es la oportunidad de acudir a Dios, de dar gracias, de pedir perdón, y de pedir que nos otorgue Su guía y misericordia.

El musulmán puede realizar oraciones voluntarias con más frecuencia. Las oraciones, en el sentido general de súplica, pueden realizarse prácticamente en cualquier momento y lugar.

Pagar la caridad anual (Zakah)

Todo musulmán con suficiente prosperidad para acumular y retener un cierto monto de su riqueza tiene la obligación religiosa de dar a quienes lo necesitan. Dicha caridad es llamada Zakah en árabe, que literalmente significa ‘purificación’. Todas las cosas pertenecen a Dios, El Más Misericordioso, y la riqueza simplemente le es confiada a los seres humanos. El pago de dicha caridad es una manera que tienen las personas solventes para purificar todo lo ganado éticamente y que Dios les ha otorgado. Además, es un me dio directo de distribuir la riqueza en la sociedad y ayudar a los pobres y necesitados. El Zakah (caridad) también purifica el alma del que da, reduce la avaricia, y fortalece la compasión y la generosidad en la humanidad. La tasa básica de esa caridad es un 2,5% de la riqueza ahorrada durante todo un año. Se calcula sobre los ahorros, no sobre los ingresos.

Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm)

Todo musulmán pubescente físicamente capaz, debe ayunar durante el mes lunar de Ramadán. Este mes tiene un gran significado pues las primeras revelaciones del Corán a Muhammad (ü) sucedieron durante este mes. Dado que un año del calendario lunar es once días más corto que en el ca­lendario solar, el mes de Ramadán se va dando en distintas épocas del año conforme van pasando los años. Al igual que la caridad es una manera de purificar la riqueza, el ayuno es una forma de auto-purificación. El ayuno comienza al alba y termina al atardecer del lugar donde uno se encuentre. Du­rante el día, la persona debe abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales con su cónyuge12. Estas activi­dades son permitidas desde el ocaso hasta el alba del día si­guiente. El ayuno enseña autocontrol y paciencia. Al igual que la oración, ayunar es una manera de acudir a Dios en una sincera adoración. Las dos festividades para los mu­sulmanes son ‘Eid Al-Fitr, que se celebra al finalizar Rama­dán, y ‘Eid Al-Adha, que se celebra al terminar la peregrinación (Hayy). El ayuno nos recuerda las condicio­nes de los necesitados y nos ayuda a apreciar las simples bendiciones que a menudo damos por sentadas, como un vaso de agua fresca o de poder comer a voluntad.

Realizar la peregrinación a La Meca (Hayy)

Todo musulmán debe realizar la peregrinación a la Ka’bah, en La Meca, al menos una vez en su vida si es que tiene los medios y la posibilidad de hacerlo. Allí se unen musulmanes de todo el mundo con el fin de adorar y complacer a

12 El Islam exige castidad y prohíbe todas las relaciones sexuales pre o extramaritales.

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Dios. Millones de peregrinos visitan la Ka’bah y realizan el Hayy anualmente.

El rito de Hayy tiene su origen en el Profeta Abraham y fue restablecido por Muhammad (ü). La peregrinación a La Me­ca obliga a los peregrinos a romper todas las barreras racia­les, económicas y sociales que puedan contaminar sus sociedades. También invita a cada peregrino a practicar la paciencia, el auto-control y la piedad. Los peregrinos usan ropa simple que dejan de lado las distinciones de clase y cultura. Todos estos actos obligatorios de adoración man­tienen vivo el recuerdo de Dios y les recuerdan a los mu­sulmanes que de Dios venimos y que a Dios retornaremos.


 

El Corán

El Corán es el registro final, infalible, directo y completo de las palabras exactas de Dios, traídas por el ángel Gabriel13 e implantadas firmemente en el corazón de Su Profeta y Men­sajero final, Muhammad (ü). El Corán fue aprendido y memorizado por muchos de los compañeros de Muhammad (ü) y transmitido a nosotros a través de una preservación meticulosa vía oral (primaria) y escrita (secundaria) a lo lar­go de los siglos.

Los libros revelados antes del Corán a través de los Profetas y Mensajeros de Dios también fueron enviados por Él. Al revelar el Corán, el mensaje de Dios fue restablecido y clari­ficado. El Corán es único por diversas razones. Dios, El Guardián, ha conservado perfectamente el Corán, y garan­tizado que no sea corrompido hasta el final de los días. El Corán es considerado, no solo por los musulmanes sino por los historiadores de la religión, como el texto religioso más auténtico de todas las religiones mundiales14. Ningún otro libro revelado nos ha llegado en su forma o idioma original. Algunos de ellos, como los rollos que le fueron revelados.En el Islam se enseña que ‘el espíritu Santo’ es el ángel Gabriel, quien nunca debe ser adorado. (Creer en la trinidad contradice el principio básico de la fe islámica – el monoteísmo).

14  Ver Joseph van Ess, “Muhammad and the Qur`an: Prophecy and Revelation” en Christianity and the World Religions: Paths to Dialogue with Islam, Hinduism, and Buddhism, editado por Hans Kung (Garden City,
NY: Doubleday & Co., 1986); y Michael Sells, Approaching the Qur`an:
The Early Revelations
(Ashland, OR: White Cloud Press, 1999).

 


 

Abraham, ni siquiera nos han llegado. A lo largo del tiempo, fueron rescritas o eliminadas partes de otras escrituras, con la consiguiente distorsión del mensaje.

Dios no permitió que tal tergiversación le sucediera al Corán porque es Su libro final para toda la humanidad hasta el Día del Juicio. No vendrá ningún otro Profeta ni Mensajero. Si Dios no hubiera protegido al Corán, jamás nos habría llegado en su forma pura y original. Por esta razón, Dios no les confió a los seres humanos la conservación del Corán.15

La preservación divina de las primeras escrituras no fue tan importante porque Dios siguió enviando Profetas y Mensajeros a la gente. La ley tal como estaba en esas antiguas escrituras no se encontraba en su forma completa. Por orden de Dios, Jesús introdujo modificaciones a la ley, por ejemplo, haciendo lícitas algunas cosas que antes no lo eran, pero sin cambiar el concepto básico de monoteísmo.

Otra cualidad única del Corán es que es un milagro sorprendente en sí mismo. Un milagro es un fenómeno que va contra el orden natural de las cosas y que demuestra clara mente la intervención directa de Dios, El Todopoderoso.

Todos los Profetas y Mensajeros trajeron milagros de Dios que demostraron claramente la verdad de su carácter de Profetas. Abraham salió ileso después de ser arrojado a las llamas. Moisés levantó su bastón y Dios hizo que el mar se dividiera por Su misericordia. Jesús, el hijo de María, tocaba a los muertos y enfermos terminales y les devolvía la vida y la salud por el permiso de Dios. Todos estos milagros reve­laron la legitimidad y validez de los Profetas y Mensajeros, pero solo pudieron ser vistos por las personas que estuvie­ron allí en ese momento.

15 El Corán consiste en 114 capítulos y es un solo libro, a diferencia de las numerosas versiones que existen de la Biblia. Los cristianos protestantes tienen 66 libros en su versión mientras que los católicos romanos tienen 72 libros. En otras versiones hay aún más libros.

Si bien el carácter de Profeta en Muhammad (ü) fue com­probado de igual manera por diversos sucesos milagrosos, el más importante de todos ellos es el Glorioso Corán. Dios desafía a aquellos que dudan de la autenticidad del Corán a producir un solo capítulo que se asemeje a un capítulo del Corán. (Cabe señalar que el capítulo más corto del Corán es­tá compuesto de solo tres versículos cortos). Nunca se ha podido lograr esto, aunque hubo a lo largo de la historia muchas personas que se han dedicado a desacreditar al Co­rán y alejarse del Islam. El desafío de Dios sigue en pie has­ta el Día del Juicio. Uno de los milagros del Corán es que se trata del pináculo de la excelencia literaria. Es la prosa árabe más elocuente que existe. Su estilo no tiene parangón en la lengua árabe, es un estilo inimitable. El Corán es para toda la gente, y está disponible en su lengua viva y original, el árabe, que sigue siendo usada por millones de personas en todo el mundo. Los textos originales de muchos otros libros religiosos se han perdido con el pasar de los años y sus len­guas originales ya no se hablan en la actualidad.

Ni siquiera una palabra del Corán es palabra de Muhammad (ü), sino que son las palabras de Dios. Muhammad (ü) en realidad no sabía leer ni escribir. Él recitaba el Corán tal como le fue revelado por el ángel Gabriel, mientras que sus

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compañeros, por indicación suya, lo escribían y memorizaban. El Corán es la palabra directa de Dios. Por lo tanto, el Corán es el único libro que tenemos en la actualidad tal cual fuera revelado por Dios. No existen diferentes versiones del Corán. Si bien hay diversas traducciones del significado del Corán, ni siquiera se acercan a la magnificencia y belleza del Corán en árabe. La siguiente es una muestra del Corán, capítulo 112 de la traducción castellana de su significado:

“En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso”

“Di: Él es Dios, la única divinidad. Dios es el Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie]. No engendró, ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a Él.”


 

El Profeta Muhammad (p) y Su Sunnah

Muhammad (ü) nació en el año 570 d.C. desciende de los dos grandes Profetas de Dios, Abraham y su primogénito, Ismael. Muhammad (ü) creció con el título de ‘El Fidedig­no’. A la edad de cuarenta años, Muhammad (ü) fue elegido por Dios para ser Su último Profeta y Mensajero.

La Sunnah se refiere a los dichos, acciones y aprobaciones tácitas del Profeta Muhammad (ü). Los reportes y narracio­nes sobre la Sunnah se conocen como el Hadiz, y están re­copilados en conocidos libros. Al igual que el Corán, la Sunnah está inspirada por la revelación de Dios a través del Profeta Muhammad (ü). A diferencia del Corán, no se trata de la palabra directa y literal de Dios. Las enseñanzas per­tenecen a Dios (revelación divina) y las palabras son del Profeta Muhammad (ü) (un ejemplo para la humanidad). La Sunnah también fue preservada meticulosamente.

Es obligatorio que los musulmanes sigan la Sunnah del Pro­feta Muhammad (ü). En el Corán, Dios ordena a los creyen­tes obedecer al Mensajero (enviado de Dios). Dios nos dice:

“¡Oh, creyentes! Obedeced a Allah y obedeced al Men­sajero.” [Corán 4:59]

El propósito de la vida es servir y obedecer a Dios. Esto se logra siguiendo las enseñanzas y prácticas del Profeta. Dice Dios:

“Hay un bello ejemplo en el Mensajero de Allah [de valor y firmeza en la fe] para quienes tienen esperanza


 

en Allah, [anhelan ser recompensados] en el Día del Juicio y recuerdan frecuentemente a Allah.” [Corán 33:21]

El Profeta les enseñó a los musulmanes cómo llevar a cabo todos los aspectos de la adoración. Murió a los 63 años (en el año 632 d.C.) y fue enterrado en su casa en la ciudad de Medina (Yazrib). Siempre saludaba a sus compañeros al llegar o partir con salutaciones e invocaciones de paz, algo recomendado para todos los musulmanes. En el lapso de un siglo, el Islam se extendió por tres continentes, desde China a toda Asia, y por toda África, y de allí a España.


 

Los Peligros de las Innovaciones en el Islam

Dios les ordenó a los musulmanes que no se dividieran en sectas. Las innovaciones y divisiones en temas de religión y adoración dentro del Islam se consideran una contamina­ción, un error y una desviación. Las primeras desviaciones del monoteísmo, como adorar cosas creadas, provocaron la condena de Dios. (Sin embargo, se recomiendan altamente las innovaciones en otros ámbitos, como la ciencia y la tec­nología para mejorar la vida). Dios, El Más Compasivo, nos ha dicho a través de Su último Profeta Muhammad (ü), que cuando Muhammad (ü) se acercaba al final de sus días, ya había completado la religión del Islam. Los musulmanes deben reconocer que todo cambio en temas de adoración es­tá terminantemente prohibido. Ningún ser humano debe in­troducir cambio alguno, ya que la humanidad está constantemente bajo la influencia de Satán, quien difícil­mente agregue algo positivo y que sólo contribuirá a la de­gradación de la religión completa y perfecta que Dios estableció para nosotros. Todas las innovaciones en temas de religión hacen que la gente se descarríe, y el descarria­miento lleva al Infierno. La gente no debe permitir ninguna desviación (agregado u omisión), por más pequeña que sea, en lo que respecta a la adoración16. Si se permiten cambios, esas desviaciones se trasladarán a las generaciones futuras,

16 El Islam enseña que deben cumplirse dos condiciones para que un ac­to de adoración sea aceptado por Dios: La intención debe ser, primero que nada, complacer a Dios, y el acto debe realizarse según la Sunnah del Profeta Muhammad (ü).

 


 

y el resultado será una religión hecha por el hombre, no el Islam que conocemos, perfeccionado por Dios, La Verdad. Es inadmisible construir una fe como si usáramos un ‘carri­to de compras’ o siguiendo ciegamente a un líder religioso.

El cambio de las leyes de Dios está prohibido en el Islam. Dios condena a los líderes religiosos que modifican los prin­cipios divinos. El que intente realizar cambios estará ubi­cándose en el mismo nivel que Dios, por lo tanto comete politeísmo. Un ejemplo de esto es hacer lícita la matanza de inocentes. Las leyes de Dios son perfectas y no necesitan ser ‘modernizadas’ por nadie. Dios nos da la libertad de obede­cerlo o no elegir Su fe y seguir nuestros propios deseos. No obstante, Él nos prohíbe cambiar Sus principios religiosos.

(Cabe agregar que la media luna no representa la religión del Islam, pues el Profeta Muhammad (ü) nunca la usó ni la mencionó. Se trata de un símbolo pagano y una innovación traída por generaciones posteriores como un símbolo políti­co. Lamentablemente, muchos la adoptaron erróneamente como un símbolo islámico).


 

La Historia de Adán y Eva

La historia de Adán y Eva está relatada en el Corán. Si bien es similar en numerosos aspectos a lo que se menciona en las antiguas escrituras, difieren algunos principios importantes.

Dios anunció a los ángeles que iba a poner nuevas especies en la tierra. Creó a Adán a partir de un trozo de arcilla. Luego le insufló el alma, le enseñó los nombres de todas las cosas, y creó a su esposa, Eva. Dios les permitió vivir en el Paraíso con libre albedrío. Dios les dijo a los ángeles: “Inclínense ante Adán” (Lo hicieron en forma de respeto, no de adoración). Satán estaba presente entre los ángeles, aunque no era uno de ellos. Él era un yinn, una especie de ser con libre albedrío que Dios creó mucho antes que Adán a partir del fuego. Cuando Dios les ordenó a los ángeles y a quienes lo acompañaban inclinarse ante Adán, todos lo hicieron excepto Satán, quien se negó por orgullo y arrogancia, diciendo ser mejor que Adán por haber sido creado del fuego, mientras que Adán fue creado de arcilla. De hecho, Satán fue el primer racista.

Satán salió así de la gracia de Dios. Dios, El Calculador, lo condenó por su desobediencia, pero Satán, el maldito, le pidió a Dios que le diera una prórroga hasta el Día del Juicio Final, para así hacer indignos a Adán y a sus descendientes. Dijo Satán: “Ciertamente los llevaré por el mal camino y provocaré en ellos deseos vanos”. Dios le dio esa prórroga para probar a la humanidad. Dios sabe lo que Satán no sabe. Es importante acotar que no hay manera en que Satán pueda estar en ‘guerra’ con Dios, porque, igual que todo lo que existe, él es creación de Dios. Satán existe solo por voluntad de Dios; está totalmente sometido al poder de Dios. Si Dios no quisiera que Satán o sus ayudantes existieran, no podrían permanecer en este mundo ni siquiera un instante.

Los yinn fueron creados antes que Adán y tenían libre albedrío. Los yinns desobedientes son demonios. Viven aquí con nosotros de tal manera que pueden vernos pero nosotros no a ellos a menos que elijan adoptar alguna forma de aparición. La brujería, que está prohibida en el Islam, se realiza a través de ellos.

El Islam no le da a Satán ni un ápice de la divinidad de Dios. No le atribuye ninguna cualidad divina. El Islam rechaza la idea de que Satán estuvo en guerra con Dios y obtuvo un tercio del Paraíso como resultado de ella. Satán es un enemigo declarado de la humanidad, pero es sólo una criatura, totalmente dependiente de Dios para su existencia.

Si bien es orgulloso, maldito y carente de la gracia de Dios, la existencia de Satán tiene un objetivo. Dios quería que los humanos tuvieran libre elección entre el bien y el mal. Les dio a los seres humanos la capacidad innata de reconocer al Creador y acudir a él. El ser humano es bueno por naturaleza, nacido puro, en estado de Islam (sumisión). Satán y sus laderos ordenan el mal y se oponen al bien, buscan desviar a la humanidad, su principal enemigo, hacia el mal y la ido latría, alejarla del monoteísmo, la corrección y el camino de Dios. Dios, El Más Sabio, invita a los musulmanes a prohibir el mal. Dado que gozamos de libre albedrío, al resistirnos a la tentación de Satán, los humanos podemos alcanzar un gran honor.

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El siguiente es un resumen de la prueba de Adán y Eva en el Paraíso. Ellos disfrutaban de libertad y felicidad perfectas en el Paraíso. Dios les dijo que comieran los frutos del Jardín con placer y a su antojo. Pero les prohibió acercarse a un árbol, y les advirtió que si lo hacían, estarían pecando. Satán los engañó, diciendo que Dios solo les prohibió comer de ese árbol porque los haría inmortales o se convertirían en ángeles. Así, fueron engañados por Satán y comieron del árbol.

Adán y Eva sintieron vergüenza. Acudieron a Dios sinceramente arrepentidos y Dios, El Que Todo Perdona, El Lleno de Gracia, El Más Misericordioso, los perdonó. El Islam rechaza claramente el concepto del pecado original, o la idea de que todos los seres humanos son pecadores natos debido a los actos de Adán. Ningún ser humano debe llevar la carga de otro (pues Dios es El Justo). Todo ser humano es responsable de sus acciones y nace como musulmán, puro y libre de pecado. Es importante notar que el Islam no le echa la culpa a Eva. Tanto Adán como Eva tenían libre albedrío y ambos comieron del árbol. Su pecado y desobediencia fue algo realizado en conjunto. El Islam rechaza la idea de que las mujeres son tentadoras malignas o malditas con la carga de la menstruación y el dolor del parto debido al pecado de Eva.

Dios expulsó a Adán y Eva del Paraíso y los hizo vivir en la Tierra. Dios les había dicho antes a los ángeles que pondría un nuevo ser en la tierra. La Tierra es donde Dios, desde el momento de la creación y en Su eterno conocimiento, quiso que estuviéramos.


 

Jesús (P)

Jesús fue un Profeta y Mensajero de Dios. Él llamaba a la unicidad de Dios. Nunca dijo ser divino, ni tampoco pidió ser adorado.

Nació de una virgen. Ese fue uno de los tantos milagros re­lacionados con Jesús. Jesús nació sin padre. Dios dice en el Corán:

“Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Allah es seme­jante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: ¡Sé!, y fue.” [Corán 3:59]

Dios creó a Jesús tal como creó a todo lo que hay en la exis­tencia. Jesús, Adán y Eva fueron creados de manera única: Jesús fue creado sin padre; Adán y Eva fueron creados sin padre ni madre. Todos los demás fuimos creados con padre y madre. Creer que Jesús es el hijo engendrado de Dios o que Dios tiene parientes como padre, madre, hijo o hija, le da el atributo de la procreación al Creador 18. Los musulma­nes creen que esto es politeísmo y que está absolutamente prohibido en el Islam. De igual manera, otorgarle atributos del Creador a Su creación es un pecado grave, el cual, en el Islam, va en clara oposición al monoteísmo. Esta creencia contradice las enseñanzas de todos los Profetas y Mensaje­ros de Dios19. Dios está más allá de todo atributo humano o creado. Jesús es el Mesías, el Cristo, la palabra de Dios, el ungido, enviado por El Más Misericordioso como Profeta y Mensajero.

Fue en la antigua ciudad de Nicea (ubicada en la actual Turquía, a unos 1100 Km. al NNO de Jerusalén cerca de la capital romana del Este) donde el Primer Concejo de Nicea realizó una convención, 325 años después del nacimiento de Jesús. En este concejo se declaró, por mayo ría de los miembros, que Jesús era divino, y no Profeta y Mensajero de Dios. El concepto de la trinidad se estableció declarando que Jesús era igual a Dios. Esa es una oposición directa a los principios del monoteísmo Abrahámico, los cuales Jesús afirmaba y enseñaba a la gente.


 

Dios también nos informa que Jesús, el hijo de María, no murió, sino que lo elevó juntó a Él. Los musulmanes creen que el regreso de Jesús será una señal del Último Día. Cuando Jesús regrese, no vendrá como Profeta y Mensajero para traer nuevas revelaciones sino que lo hará como co­mandante de los creyentes y destruirá al anticristo, quien para entonces habrá traído enormes males y dificultades. Je­sús seguirá la manifestación final de la ley revelada a Muhammad (ü). Si bien los cristianos y judíos pueden violar algunos de los principios monoteístas de la primera fe abrahámica, el Islam se refiere a ellos como el ‘Pueblo del Libro’. Son llamados de esta manera porque recibieron de Dios las leyes reveladas y las escrituras y porque reconocen a algunos de Sus Profetas.

 


 

El Pecado y el Arrepentimiento

El pecado consiste en desobedecer deliberada y consciente mente a Dios. El mayor de los pecados es el politeísmo, aunque toda violación intencional de los mandamientos de Dios es un acto pecaminoso. Dios, El Previsor, ha prohibido un número de cosas perniciosas para el individuo o la sociedad. El asesinato, el asalto, el robo, el fraude, la usura (nota n° 20), la fornicación, el adulterio, la brujería (nota n° 17), el consumo de alcohol, comer carne de cerdo, y el uso de drogas ilícitas son ejemplos de pecados.

El Islam rechaza la doctrina del pecado original. Nadie lleva la carga de otro ser, sería una gran injusticia, porque Dios, El Más Misericordioso, es El Justo. Todos debemos rendir cuentas ante Dios, El Que Todo Lo Ve, por nuestras propias acciones. Sin embargo, si una persona alienta a otra a cometer un pecado, ambas son punibles. Una de ellas merecerá el castigo por cometer el pecado; la otra por alentarlo.

Cuando una persona comete un pecado, merece el castigo de Dios. Afortunadamente, Dios es El Mas Compasivo y El Que Siempre Perdona. Dios actúa a partir de su infinito conocimiento y justicia. Los musulmanes no creen que Jesús, el hijo de María, haya tenido que morir por los pecados de la humanidad. Dios, El Más Compasivo, perdona a quien Él quiere. Creer que fue necesario que Jesús sufriera y muriera para perdonar nuestros pecados es una negación del infinito poder y justicia de Dios. Dios es ilimitado en Su piedad.

Dios, El Que Responde, promete que nos perdonará si acudimos a Él con un sincero arrepentimiento. El arrepentimiento es un tema serio. Es la manera que la persona tiene para obtener la salvación por misericordia de Dios. El arrepentimiento no debe tomarse a la ligera. Para que sea sincero, deben darse las siguientes condiciones:

1.  La persona debe reconocer que ha cometido un pecado y debe lamentar realmente haberlo hecho.

2.  Debe acudir humildemente a Dios buscando el perdón.

3.  Debe tener la intención sincera de no volver a pecar.

4.  Si la persona le ha provocado daño a alguien, debe hacer todo lo posible para remediar el daño.

Eso no significa que si la persona vuelve a cometer el mismo pecado en el futuro se anula el arrepentimiento. Lo que hace falta es un compromiso serio en el corazón de no volver a pecar. Debido a que no sabemos lo que nos depara el futuro, la puerta del arrepentimiento está siempre abierta. Dios, El Que Siempre Perdona, se complace cuando los seres humanos acuden a Él buscando su perdón. El arrepentimiento es una forma de adoración.

Nadie puede perdonar los pecados excepto Dios. Está prohibido que un musulmán busque el perdón de sus peca dos a través de otra vía, pues esto es considerado una forma de politeísmo.

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Estructura Organizacional del Islam

El Islam hace un fuerte énfasis en la relación del individuo con Dios. El marco de esta relación sigue las pautas establecidas por el Corán y la Sunnah. A su vez, esta relación defi ne las relaciones del musulmán con sus pares, lo cual trae justicia, organización y armonía social.

Dice el Corán:

“En verdad, el más honrado de vosotros ante Allah es el más piadoso.” [Corán 49:13]

Los sabios, los piadosos, los que tienen conocimiento del Islam, son los líderes naturales del Islam.

El Islam no es específico sobre quién puede ser un estudioso o experto. Cualquier persona con la suficiente inteligencia, estudio y determinación puede aspirar a ser un estudioso, pero no todos tienen el tiempo y los recursos para hacerlo. Todas las personas deberían tratar de aprender lo máximo posible, reconociendo siempre que Dios es El Único, El Que Otorga el conocimiento y el entendimiento.

El estudioso juega un rol preponderante en la sociedad musulmana. Él o ella dedican años al estudio del Islam. Los estudiosos no pueden perdonar pecados, bendecir personas, ni cambiar la ley de Dios. Son los que imparten la información adquirida haciendo siempre referencia al Corán y la Sunnah; gracias a la nobleza de su carácter inspiran a otros a ser mejores.


 

Algunos usan la palabra ‘clérigo’ para referirse a un estudioso musulmán, pero se trata de un término errado. No existe un clero formal, ni cuerpo de ordenación, ni tampoco una jerarquía. La relación entre el individuo y Dios es directa. Nadie aparte de Dios puede declarar lo que es lícito y lo que no lo es. Ningún ser creado puede bendecir a otro. Cada individuo debe rendir cuentas directamente a su Señor y Creador.

Al visitar una mezquita, uno puede ver a una persona que lidera las oraciones en congregación. Cada vez que los musulmanes oran juntos, deben elegir a uno para que se pare delante de los demás y poder así orar en unidad y armonía. Es mejor elegir a una persona que tenga el mayor conocimiento del Corán y el Islam. Esta persona es llamada Imam, que significa ‘el que lidera’. Los viernes al mediodía, se rea liza una oración especial en congregación. Es obligatoria la asistencia de todos los hombres musulmanes, y es voluntaria para las mujeres. Esta oración semanal es precedida de un breve sermón. Quien da el sermón debe ser la persona con el conocimiento más profundo de los principios islámicos.


 

La Ley Islámica

La ley islámica deriva del Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (ü). Al igual que el Corán, la Sunnah es una re­velación inspirada por Dios. La ley islámica cubre todos los aspectos de la vida. La misma trata de la adoración a Dios y del trato con los demás. Dios les ordena a los creyentes hacer ciertas cosas y prohíbe que hagan otras. Solo Dios, El Que Todo Lo Sabe, El Justo, tiene derecho a hacer lícitas algunas cosas y a determinar que otras son pecaminosas o prohibidas. Una sociedad islámica puede sancionar todo ti­po de leyes para mejorar la vida (por ejemplo, leyes de trán­sito) siempre y cuando no contradigan la ley islámica. Dios, El Guía y El Director, alienta algunas cosas sin ordenarlas y desalienta algunos comportamientos sin prohibirlos direc­tamente. Todos esos mandatos, tomados en conjunto, for­man la ley del Islam. Cuando agregamos el hecho de que existen temas que la ley islámica considera permitidos, ob­tenemos una clasificación de los actos humanos:

1.      Obligatorios

2.      Recomendados

3.      Permitidos

4.      No recomendados

5.      Prohibidos

La ley islámica tiene origen divino. La razón para obedecer esas leyes es porque así lo ordenó Dios. Debemos entender la sabiduría que hay detrás de la ley, pero a la vez debemos obedecerla aún cuando no entendamos del todo sus razones. El entendimiento es un don. Por ejemplo, comer cerdo está prohibido porque así lo determinó Dios. Y nos abstenemos de comer esa carne por esa razón, y no porque además sepamos científicamente que contiene enfermedades y que es la carne menos saludable. Aún si los científicos pu dieran obtener cerdos sin enfermedades y que sea el alimento más nutritivo que exista, aún estaría prohibido comer cerdo. (Aunque uno puede comer esa carne en casos de vida o muerte, cuando no hay otra cosa que comer y no habría pecado alguno en ese caso).

Las fuentes de la ley islámica son el Corán y la Sunnah. Dios considera politeísmo si se permite que un líder religioso cambie el mandamiento de Dios haciendo lícito lo que Dios ha prohibido, o viceversa. En este mundo, sólo Dios de termina lo que es bueno y lo que es malo. En el Más Allá, sólo Dios tiene el poder y la sabiduría para recompensar a quienes hacen el bien y castigar a los que hacen el mal.

El cobro de intereses por un préstamo, o usura, estaba prohibido en el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. Sin embargo, los cristianos en Europa han ido cambiando esta prohibición gradualmente desde la Edad Media. Hoy día, existen incluso países ‘islámicos’ que permiten esta grave violación a la ley islámica.

 


 

Código Islámico de Vestimenta

El Islam promueve la modestia y busca minimizar el vicio y la inmoralidad en la sociedad. Una de las maneras de lograrlo es exigiendo modestia al vestir. El Islam marca las pautas de decencia a seguir por hombres y mujeres.

En la mayoría de los países occidentales, existen leyes que definen lo que es decente. Normalmente, los hombres deben cubrirse los genitales y las mujeres deben cubrirse los genitales y el busto. Si no se cumplen esos requisitos mínimos, esa persona puede ser acusada de exhibición obscena, o algún cargo similar. La razón por la que se les exige de manera distinta a hombres y mujeres es la diferencia que hay en sus anatomías.

El Islam prescribe un mínimo código de vestimenta moderado para hombres y mujeres. En el Islam, tanto hombres como mujeres deben vestirse con simpleza, modestia y dignidad. El hombre debe cubrirse siempre con ropa suelta y discreta desde el ombligo a las rodillas. Ese es el mínimo exigido. Por ejemplo, nunca debe mostrarse en público con un traje de baño corto. Al salir de su casa, la mujer musulmana debe cubrirse como mínimo el cuerpo y el cabello en ropa suelta y discreta, ocultando así los detalles de su cuerpo al público; algunas incluso se cubren el rostro y las manos. La sabiduría detrás de este código de vestimenta es minimizar lo más que se pueda la provocación sexual y la degradación en la sociedad tanto para hombres como para mujeres. Obedecer este código de vestimenta es una forma

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de obedecer a Dios. El Islam prohíbe toda atracción sexual o provocación física fuera del matrimonio. Por el contrario, El Islam fomenta la atracción sexual y la provocación física entre hombres y mujeres si se da en la privacidad de una pareja casada.

Algunos observadores occidentales consideran que si la mujer se cubre la cabeza, estará en una posición de inferioridad frente al hombre. No hay nada más alejado de la verdad. En el Islam, la mujer que se viste de esta manera inspira respeto, y a través de su modestia, rechaza la sumisión sexual. El mensaje que esta mujer da cuando usa la vestimenta islámica en la sociedad es: “Respétenme por quien soy. No soy un objeto sexual”.

El Islam enseña que las consecuencias de la falta de modestia no solo recaen en el individuo sino también en toda la sociedad que permite que los hombres y mujeres se mezclen libremente, se muestren y compitan entre sí a través de la atracción sexual. Estas consecuencias son significativas y no pueden ignorarse. Convertir a las mujeres en objetos sexuales para satisfacción de los hombres no es liberación. De hecho, es una forma de opresión deshumanizante rechazada por el Islam. La liberación de la mujer musulmana es que sea reconocida por el contenido de su carácter y no por la exhibición de sus atributos físicos. Desde el punto de vista islámico, la mujer occidental ‘liberada’ – quien debe preocuparse constantemente por su aspecto, su figura, y su juventud para complacer a los demás – está atrapada en una suerte de esclavitud.

 


 

Las Mujeres en el Islam

Tanto hombres como mujeres son iguales ante Dios. Ambos deben rendir cuentas a Dios. Ambos reciben su recompensa por igual en el Más Allá por su fe y sus buenas acciones.

El matrimonio es algo recomendado y constituye un vínculo legal y sagrado. El Islam ve a todas las mujeres, solteras o casadas, como poseedoras de sus propios derechos. La mujer tiene el mismo derecho que el hombre a la propiedad, a ganar dinero y a gastarlo acorde a su libre voluntad. La riqueza de la mujer no pasa a ser propiedad del esposo al casarse o divorciarse. Una mujer tiene el derecho a elegir el hombre con quien se casará, y al hacerlo, no cambia su apellido, en señal de respeto por sus ancestros. Una mujer puede pedir el divorcio si el matrimonio no funciona.

Desde el punto de vista financiero, hombres y mujeres son entes legales independientes. Hombres y mujeres tienen derecho a tener propiedad individual, entablar negocios, y heredar de otras personas. Ambos tienen igual derecho a recibir educación y participar en un empleo lícito, siempre y cuando no se violen los principios islámicos.

La búsqueda de conocimiento es obligación de todo musulmán, hombre o mujer. El conocimiento más recomendado es el religioso. También se exige que en la sociedad haya profesionales de ambos sexos para beneficio del pueblo. Por ejemplo, una sociedad requiere médicos, maestros, consejeros, trabajadores sociales y muchas otras profesiones importantes. Cuando hay escasez de personal calificado, puede que sea obligatorio que los hombres o mujeres se capaciten en esos campos para satisfacer las necesidades de la comu­nidad musulmana. En esta situación, deben siempre seguir­se las pautas del Islam.

A las mujeres se les recomienda adquirir conocimiento is­lámico, seguir sus carreras académicas dentro del marco del Islam y luchar por satisfacer su curiosidad intelectual. Im­pedir el acceso a la educación va en contra de las enseñanzas del Islam.

El hombre es responsable de mantener y proteger a su fami­lia y satisfacer las necesidades básicas como alimentos, ves­timenta, y techo para su esposa, hijos y (de ser necesario) otras mujeres de la familia que vivan en la casa. No son las mujeres quienes tienen esta responsabilidad, aún si están casadas. El Profeta Muhammad (ü) decía que el mejor de los creyentes es el que mejor trata a su esposa.


 

El Machismo y el Mundo Musulmán

Muchas personas perciben al Islam como una religión machista que subestima a las mujeres. Se suele mencionar la situación de las mujeres en ciertos países ‘musulmanes’ para probar esa afirmación 21 . El error está en que no separan la cultura de un pueblo de las verdaderas enseñanzas de la religión que puedan profesar. Es impresionante hoy día la opresión que existe sobre las mujeres en muchas culturas del mundo. Algunas mujeres en países del Tercer Mundo llevan vidas horrendas. Son dominadas por los hombres y se les niegan derechos humanos básicos. Esto no se aplica solo a países musulmanes, ni tampoco a todos los países musulmanes. El Islam condena ese tipo de opresión. Es una trágica injusticia culpar a esas prácticas culturales cuando las enseñanzas de la religión no convocan a tener ese tipo de comportamiento. Las enseñanzas del Islam prohíben la opresión de las mujeres y dejan bien claro que tanto hombres como mujeres deben ser respetados por igual.

Lamentablemente, se suele asociar erróneamente con el Islam a las prácticas de opresión contra las mujeres que existen en ciertas partes del mundo. Una de esas prácticas es la antigua costumbre pagana de mutilar los genitales femeninos, llamada a veces circuncisión femenina, que se originó y se sigue practicando en el valle del Nilo y sus zonas de in fluencia. La practican una serie de grupos étnicos de diversos credos en todo el continente africano, especialmente en el NE de África. Muchas mujeres africanas son víctimas de esta horrenda, mutiladora y barbárica costumbre.

Lamentablemente, un país ‘musulmán’ no necesariamente significa que el gobierno o el pueblo de ese país siga la ley islámica (Shari’a).

La mutilación de los genitales femeninos es una abominación y está absolutamente prohibida en el Islam. Es lamentable que, a pesar de que el Islam lo prohíbe, ciertos grupos étnicos hayan perpetuado esta práctica aún después de haber aceptado al Islam, logrando así que muchas personas piensen que se trata de una parte del Islam. Hoy día, a medida que esas personas van adquiriendo una mejor comprensión del Islam, están abandonando esa cruel costumbre pagana. En Kenia, por ejemplo, el único grupo que no practica la mutilación de los genitales femeninos son los musulmanes.

Sin embargo, la circuncisión masculina es una práctica claramente islámica y de hecho así lo enseñaban los Profetas y Mensajeros de Dios, entre ellos el Profeta Abraham. No deben confundirse el acto prohibido de mutilar los genitales femeninos con la circuncisión masculina, la cual se recomienda.

Otra práctica abominable es la de ‘matar por honor’, que consiste en un hombre que mata a una mujer de su familia porque se siente humillado por el comportamiento de ésta. Esa conducta, si bien es muy poco frecuente, es practicada por ciertos grupos de personas en la India, el Medio Oriente y otros lugares. En el Islam, se considera un asesinato. No está permitido que ninguna persona mate a otra por una cuestión de ‘honor’. Bajo ningún punto de vista se trata de algo exclusivo a los musulmanes y países ‘islámicos’, y es una violación tajante a la ley islámica. El racismo, sexismo y todas las formas de fanatismo o prejuicio también están prohibidos en el Islam.

Lamentablemente, el matrimonio forzado se practica en al­gunas sociedades tradicionales. Es otra práctica prohibida en el Islam. Algunos padres obligaban a sus hijas a casarse en los tiempos del Profeta Muhammad (gt). Cuando las mu­jeres se quejaban de esto ante el Profeta, él anulaba esos ma­trimonios y les daba la opción de finalizar ese vínculo aún si ya había sido consumado, dejando un claro precedente para la ley islámica con respecto a la libertad de elección sobre el matrimonio y para terminar con esa práctica opresiva. Pero esa costumbre sigue llevándose a cabo en algunas partes del mundo actualmente, entre ellas ciertos países ‘islámicos’. Si bien esta práctica es ilegal en la mayoría de los países, mu­chas mujeres que viven en sociedades tradicionales no co­nocen sus derechos o tienen miedo de exigirlos.

Todas estas prácticas van en contra de la ley islámica, y es responsabilidad de todos los musulmanes erradicarlas en sus sociedades. Sí, el Islam tolera la diversidad cultural y no cree en erradicar las formas de vida de los distintos pueblos, ni tampoco obliga a las personas a abandonar su identidad cultural al adoptar el Islam. No obstante, cuando las prácti­cas culturales de un pueblo van en contra de las leyes del Is­lam o privan a las personas de los derechos inalienables otorgados por Dios y de la libertad de elección, entonces es obligación religiosa abandonar esas prácticas.

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Ciencia y Tecnología

Uno de los puntos más destacables del Islam es su completa armonía con la ciencia. El musulmán considera al conflicto entre la religión y los hechos científicos como algo imposible. La religión viene de Dios, El Primero y El Último y también el universo que Él ha creado. Es imposible que ambas se contradigan.

Un musulmán asume que se puede encontrar una explicación para todo lo que existe en la creación divina, desde la formación de las galaxias y estrellas hasta el origen y diversidad de las distintas especies. El musulmán nunca debe confiar en los milagros para explicar un fenómeno natural. El musulmán cree que los milagros son instancias en las que Dios va en contra de Sus propias leyes por una razón específica, como ayudar a uno de Sus Profetas o responder una plegaria. Las explicaciones milagrosas no deben ser el re curso utilizado para explicar algo en el mundo natural o para cubrir la ignorancia humana sobre algún tema científico.

Nunca ha habido un dato científico o una teoría científica válida que contradiga las enseñanzas del Islam. Todo lo que la ciencia descubre no hace más que incrementar nuestro conocimiento de la magnífica creación de Dios. Es por esto que el Islam fomenta activamente las empresas científicas y también es la razón por la que el Corán nos ordena estudiar las señales de Dios en la naturaleza. De hecho, el Corán cuenta con magníficas referencias científicas que, con la ayuda de los modernos avances tecnológicos de hoy, apenas comienzan a ser entendidos totalmente.

El Islam también nos permite disfrutar de los frutos del in genio humano. Se nos alienta a luchar por un mundo mejor. El Islam le abre sus puertas a los avances tecnológicos. La tecnología puede utilizarse para bien o para mal. La tecnología en sí misma es neutra. Es nuestra responsabilidad utilizar el conocimiento con el que Dios nos ha bendecido para beneficiar a la humanidad.

En los primeros tiempos del Islam, cuando las personas se apegaban a sus creencias y principios, existía un florecimiento de la ciencia, la cultura, el comercio y la tecnología. Los estudiosos del mundo islámico investigaron y avanza ron en los campos de la matemática, la química, la física, la medicina, la astronomía, la arquitectura, el arte, la literatura, la geografía, la historia y demás. Los científicos musulmanes inventaron la brújula magnética, el astrolabio y el reloj de péndulo, por nombrar unos pocos. Muchos sistemas esenciales como el álgebra, los números arábigos (que son los números que usamos hoy en día), y el concepto del cero (vital para el avance de las matemáticas) fueron introducidos en la Europa medieval por los estudiosos musulmanes. Las enseñanzas del Islam trajeron esa luz científica, que a su vez encendió la mecha y se propagó por el Renacimiento europeo. Fue la desviación de estos principios y creencias originales lo que provocó que los avances y logros científi cos del mundo musulmán comenzaran a decaer y quedar en la oscuridad.


 

Resumen

El Islam es... una religión de justicia, paz, misericordia y perdón, un credo a menudo entendido y representado de manera errada. El Islam significa someternos a la voluntad de Dios. El Islam es la manera de vida para toda persona que elija creer que existe un solo Dios, y que nada merece ser adorado excepto Él. El mundo es pasajero y no es más que una prueba para la humanidad, luego del cual todos moriremos y regresaremos a Dios, El Que Toma todos los asuntos. La vida del Más Allá es eterna. Dios, La Luz, nos envió Profetas para guiar a los seres humanos: Abraham, Moisés, Jesús, Muhammad (ü), todos ellos son Profetas del Islam. Dios escogió a Muhammad (ü) como Su último Pro­feta y Mensajero y lo honró con el privilegio de revelar a través de él el Corán. El Corán es la palabra directa e inalte­rable de Dios, no la palabra de Muhammad (ü), quien era un hombre iletrado. Dios ha conservado el Corán con sus enseñanzas para toda la humanidad.

Los cinco actos de adoración fundamentales para los mu­sulmanes son los siguientes:

a.    Testificar que no existe ninguna verdadera deidad
excepto Dios, y que Muhammad (ü) es Su Mensajero’

b.   Orar cinco veces al día

c.    Pagar la caridad anual

d.   Ayunar durante el mes de Ramadán

e.    Realizar la peregrinación a La Meca

Dios dice que no está permitido forzar a creer en la religión. Los derechos humanos y la libertad de elección consagra dos. En el Islam, las mujeres tienen un papel muy importan te. Las mujeres son iguales a los hombres y deben ser respetadas.

Dios menciona en el Corán que ha perfeccionado al Islam como religión para toda la humanidad, completando así el favor otorgado a nosotros. Dios nos ha enviado la luz del Islam como guía para que la humanidad regrese a Él.


 

Nota del autor

Los científicos nos dicen que el espacio contiene más de 120.000 millones de galaxias. Sabemos que cada uno de nosotros fue creado por Dios, El Magnífico, a partir de una so la célula. Cuando pienso en esto, no puedo evitar sentirme humilde y darme cuenta de mi extrema insignificancia a la luz del sorprendente esplendor de Dios. Satán juró engañar a la humanidad para traernos confusión, animosidad, odio y guerras. Al hacer mi parte en oponerme a Satán, mis motivos son complacer al Señor promoviendo la paz a través de la comprensión y el entendimiento.

La vida es corta y valiosa; es una tragedia desperdiciarla acumulando bienes materiales mientras se ignora el verdadero fin de la creación: Adorar solo a Dios. Muchas personas pasan toda su vida acumulando riquezas materiales. A través del Islam, Dios nos invita a acudir a lo eterno, lo duradero. El Día del Juicio, tendremos que rendir cuentas por el conocimiento que tuvimos y cómo lo aplicamos. Se nos preguntará por nuestra adoración. Ahora es el momento de prepararnos para la respuesta.

Este libro se basa en las conferencias que he dado sobre el Islam durante los últimos veinte años. El mismo no habría sido posible sin la misericordia de Dios y la ayuda de mis hermanos y hermanas. Les agradezco, mis lectores, por su tiempo y su interés en entender el Islam, la fe de la quinta parte de la población mundial. También estamos abiertos a las preguntas y comentarios que puedan tener sobre esta

obra. Les invito a compartir todo o parte de este material con quienes ustedes deseen. Sólo les pido que no citen esta información fuera de contexto.

Sepan perdonarme si en este trabajo he ofendido a alguien. Mi pasión por el Islam me lleva a expresar mi fe con fuerza. Valoro enormemente la elección individual y respeto las diferencias. El entendimiento y la justicia son el camino hacia la paz, y dado que el Islam es percibido en occidente como una religión de intolerantes que buscan convertir el mundo por la fuerza, creo que es vital que transmita mi fe de una manera clara y en un lenguaje sin ambigüedades para así contrarrestar todas las nociones erradas.

Que Dios nos bendiga a todos con su guía. Todo el bien que llegue gracias a esta obra será gracias a la benevolencia de Dios, y si he dicho algo inútil, es mi error. Dios, El Exaltado y El Que Ama es perfecto.

“Oh Dios, El Que Todo Lo Oye, protégenos del mal y guía nos hacia la verdad”.

Que la paz descienda sobre quienes siguen el Camino Correcto.

Pete Seda

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