Sura Al-Naba' – 78
"La Gran Noticia" (Sección 30)
Esta sura ha sido revelada en La Meca y consta de cuarenta versículos.


Contenido de la sura
La mayoría de las suras de esta última sección del Sagrado Corán han sido reveladas en la ciudad de La Meca y en especial abordan el Mabda' (el Principio), el Ma`ad (la Resurrección), y también albrician y amonestan (con la recompensa y el castigo), algo usual en las suras mequinenses. Encierran estas suras un tono categórico, conmovedor y sacudidor. Sus versículos son breves y contienen numerosas advertencias que impresionan a los individuos concientes, despiertan a los inconcientes, dan vida a los insensibles y brindan mayor sentido de responsabilidad y compromiso a los indiferentes. La sura Al-Naba' no es excepción a esta norma general. Se inicia con un interrogante y culmina con un escarmiento. Puede dividírsela en varias partes, a saber:

1. Pregunta planteada acerca de un gran suceso: el Juicio Final.

2. Desarrollo de los ejemplos del poder de Dios en los cielos y la tierra, la vida de los hombres y sus beneficios, como prueba de la veracidad de la resurrección.

3. Desarrollo de algunos signos de la Resurrección.

4. Desarrollo de algunos de los dolorosos castigos de los rebeldes y análisis de las mercedes gratificantes.

5. Amonestación sobre un castigo próximo y mención del penoso fin de los incrédulos.

El título de esta sura ha sido extraído del segundo versículo. También se la denomina `Amma, palabra con que se inicia el primer versículo.

El mérito de su lectura
Dijo el Profeta Muhammad (BP): "A quien recite `Amma iatasa'alún Dios le dará de beber la fresca y agradable bebida del Paraíso el Día del Juicio Final".

Dijo el Imam Ya'far Al-Sadiq (P): "Quien recite asiduamente la sura `Amma visitará la casa de Dios (e.d.: el templo de la Ka`bah en La Meca) dentro del plazo de un año".

Y dijo también: "El juicio de quien la recite y se atenga a ella no durará más que el tiempo durante el cual se extiende una oración (vale decir, que no sufrirá y que su juicio no será prolongado)".

* * *

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَنِ الرَّحِيمِ
عَمَّ يَتَسَآءَلُونَ * عَنِ النَّبَإِ الْعَظِيمِ * الَّذِي هُمْ فِيهِ مُخْتَلِفُونَ * كَلاَّ سَيَعْلَمُونَ * ثُمَّ كَلاَّ سَيَعْلَمُونَ
Bismil-láhi rahmáni rahím * `Amma iatasáalún * `Anin nabai-l-`adhím * Al-ladhi hum fihi mujtalifún * Kal-lá saia`lamún * Zumma kal-lá saia`lamún *

En el Nombre de Dios, Graciabilísimo, Misericordiosísimo
¿De qué se interrogan? (1) De la Gran Noticia, (2) sobre la cual discrepan. (3) ¡No (no es así como piensan)! ¡Pronto lo sabrán! (4) ¡No (no es así como piensan)! ¡Pronto lo sabrán! (5)
La Gran Noticia
El primer versículo es un interrogante y los siguientes son sus respuestas.

¿De qué se interrogan? (1) De la Gran Noticia, (2) sobre la cual discrepan (3).
Los intérpretes han encontrado numerosos significados para Nabaun `adhím (La Gran Noticia). Algunos lo definen como el Día del Juicio Final o Resurrección, otros lo vinculan a la revelación del Generoso Corán. Otros lo vinculan a todos los principios de la religión y en ese sentido lo asocian con el tema de la Uiláiah (la primacía de la Descendencia profética) y la Imamah (el liderazgo de la comunidad islámica), que desarrollaremos más adelante. Si prestamos atención al conjunto de las aleyas, y en especial a la que dice: "Por cierto que el Día de la Discriminación está emplazado" (78:17), comprenderemos que la primera versión es la más acertada.

El vocablo naba, según Ragueb, significa noticia importante que da beneficio y por la cual el hombre se cerciora total o parcialmente de algo. Estas tres condiciones son abarcadas por esta palabra. Al calificar el Corán a esta gran noticia como `azím (grandiosa, majestuosa) enfatiza su trascendencia y muy brevemente señala que ella, sobre la cual un grupo discrepaba, es una realidad conocida y grandiosa; y como hemos indicado lo más probable es que se refiera al Juicio Final.

El término iatasaalún (se interrogan mutuamente) posiblemente esté referido a los incrédulos que constantemente discrepaban y preguntaban respecto a la Resurrección, pero no a modo de investigación o procurando la verdad. También es probable que se refiera a las preguntas que ellos hacían a los creyentes y al mismo Profeta (BP).

Aquí surge un interrogante: Si nabaun adhím es la Resurrección y los incrédulos la negaban, ¿cómo entonces el Corán dice:



sobre la cual discrepan?
En respuesto decimos que no hay certeza absoluta en cuanto a su negación puesto que muchos de ellos (los idólatras de La Meca) admitían la vida del alma luego de separarse del cuerpo, es decir que aceptaban la resurrección espiritual, y vacilaban sobre una resurrección corporal. Dice el Sagrado Corán en otro lugar: "Mas, su conocimiento se concentró (para indagar) acerca de la otra vida; pero, ellos están en duda a su respecto; pero, ¡aún de ella están indecisos!" (27:66)

Algunos rechazaban la resurrección e incluso llegaban a considerar al Profeta (BP) un energúmeno y falaz. Es por ello que no se pueden negar las divergencias respecto a este tema. "Y los incrédulos se dicen: `¿Queréis que os indiquemos a un hombre que os entere de que, cuando seáis reducidos a polvo, seréis reanimados nuevamente? ¿Inventó una mentira contra Dios o está, acaso poseído?' ¡Que va! Quienes niegan la otra vida, estarán en el castigo y en el profundo extravío." (34:7-8)

* * *

¡No (no es así como piensan)! ¡Pronto lo sabrán! (4) ¡No (no es así como piensan)! ¡Pronto lo sabrán! (5)
Pero un día comprenderán y se verán arrepentidos:

Dice el Sagrado Corán: Preveníos de que un alma diga: ¡Ay de mí! por haber descuidado mi obligación para con Dios, porque fui uno de los escarnecedores (39:56).

Aquel día las olas del castigo los rodeará y rogarán regresar al mundo diciendo: ¿Habrá algún medio de retornar al mundo? (42:44).

E inclusive al momento de morir, cuando los velos sean corridos de sus ojos, cuando las verdades de la otra vida salgan a la luz y se cercioren del mundo del Barzaj y de la Resurrección, he allí elevado su clamor:

Seguirán idólatras hasta que, cuando la muerte sorprenda a alguno de ellos, diga: "¡Oh Señor mío! ¡Devuélveme a la tierra, a fin de poder practicar el bien que omití hacer!" (23:99-100).
La expresión saia`lamún (precedida de la sin, que indica un futuro inmediato), da a entendeer que aquel día está próximo y que la (duración de la) vida de este mundo en comparación con la otra no sería más que de una hora.

Con respecto a las aleyas que se reiteran (la 4 y 5) existen varias hipótesis. Algunos intérprtes sostienen que la última constituye un énfasis de la primera y otros que la primera hace alusión al castigo de esta vida y la segunda al de la otra. No obstante ello la primera (hipótesis) sería la más acertada. CAbría la posibilidad de que se refiera a que, a través del progreso de la ciencia, serán tan numerosos los fundamentos y los testimonios en apoyo de la resurrección, que incluso a los incrédulos no les quedará más opciónque aceptarla. La objeción a esta interpretación consiste en que tal conocimiento sería sólo para las generaciones futuras de la especie humana, no encajando con los contemporáneos del Profeta (BPD) que precisamente discrepaban acerca del Juicio, y siendo que la aleya esta referida a ellos.

* * *

Conclusiones
a) La cuestión de la Uiláiat (soberanía, dominio, gobierno) y La gran noticia.
Numerosas narraciones de la escuela shiíta transmitidas a través de Ahlul Bait, y que son aceptadas por ambas escuelas islámicas, relacionan nabaún `adhím con la Uiláiat y el derecho al imamato del Príncipe de los creyentes, sobre la cual un grupo discrepaba. Cabe destacar que también ha sido interpretado como la la Uiláiat en general. A continuación citamos tres narraciones al respecto:

1. Relató Hafiz Muhammad Ibn Mu'mín Shirazi, uno de los sabios de la escuela sunnita, quien transmitió que el Profeta (BPD) dijo sobre la interpretación de las primeras dos aleyas de esta sura: "Están referidas a la uiláiat (primacía, soberanía) de Alí, cuestión sobre la cual se pregunta en el interrogatorio de la tumba. Nadie fallece en oriente u occidente sin que los ángeles le pregunten sobre el imamato de Alí. Dirán: ¿Cuál es tu religión? ¿quién es tu Profeta? y ¿quién es tu Imam?"

2. El día de la batalla de Siffín un integrante del ejército de Sham (Siria) que portaba un Corán ingresó al campo de batalla re-citando la sura `Amma. Alí le preguntó: "¿Por ventura sabes qué es Nabaún `adhím sobre la cual discrepan?" Respondió: "No, en verdad no lo sé". Afirmó (Alí): "¡Por Dios, yo soy nabaún adhím! Vosotros renunciásteis a mi soberanía luego de haberla aceptado, y sabrán el Día del Juicio Final lo que ya sabían".

3. Dijo el Imam Al-Sadiq (P): "La gran noticia (nabaún adhím) es la soberanía (del gobierno islámico)".

Nabaún adhím resume un amplio concepto que abarca a los tres dichos citados. Pese a que el objetivo del Sagrado Corán, en el momento de su revelación, era sobre todo referirse al Ma`ád (la Resurrección y el Juicio), ello no es óbice para la posibilidad de otras aplicaciones. Hemos afirmado reiteradamente que el Sagrado Corán posee diferentes secretos y profundidades, es decir que es posible que un solo versículo contenga numerosos significados, y de entre ellos uno sea el más sobresaliente y tenga significados que no son evidentes excepto para los próximos a Dios.

No es sólo este versículo, sino que son numerosos aquellos que las tradiciones interpretan, y de dichas interpretaciones algunas coinciden con el significado aparente (extrínseco, de las palabras), y otros con el intrínseco. Se preciso advertir que es imposible comprender la profundidad del Sagrado Corán sin contar con documentos claros, que son por supuesto las interpretaciones aportadas por el Profeta (BPD) y los Imames. Esto (la posibilidad de múltiples y variadas interpretaciones) de ninguna manera puede servir de excusa a los concupiscentes y desviados que deseen interpretar los versículos a su modo y según sus conveniencias.

b) ¿A qué se debe tanta insistencia en la resurrección?
Hemos dicho que uno de los temas más importantes de la trigésima parte del Sagrado Corán es la resurrección y el desarrollo de los diversos estadios del hombre durante el Juicio Final. El primer paso para reencauzar y reformar al hombre es que éste conozca la existencia de un cómputo, de un juicio, y que sepa que nada puede ocultarse a su Juez. Que es un juicio en el que no caben ni la injusticia ni la opresión, la equivocación o el error; en el cual no existirá el soborno, ni la posibilidad de mentir o negar (lo realizado). En ese Juicio no habrá ninguna vía de escape para librarse de las garras del castigo. El único camino que nos conduce a la salvación es el abandono del pecado en esta vida. Creer en la existencia de un tal juicio despierta a las almas somnolientas, renueva el espíritu de devoción y el sentido de responsabilidad.

La corrupción se infiltra indefectiblemente en el medio ambiente, que es víctima así de uno de los siguientes males: la debilidad de las autoridades policiales o de los procesos judiciales. Si los guardianes del orden supervisaran los actos humanos y los juicios sancionaran apropiadamente a los delincuentes, no permitiendo que ninguna infracción sea pasada por alto, naturalmente que el porcentaje de corrupción y pecado, de violaciones y rebeldías, sería mínimo.

Si la vida material es así a causa de (la debilidad de) los guardianes del orden y de los juicios, esto evidencia claramente el poder superior de la fe sobre la vida del hombre. La fe del hombre en un Creador que constantemente lo acompaña y a Quien no se le escapa "ni siquiera un corpúsculo en los cielos y en la tierra" (34:3), y la fe en la existencia de un día en el cual según la aleya "Quien haya hecho un bien, por insignificante que sea, lo verá, y quien haya hecho un mal, por insignificante que sea, lo verá" (99:7-8), crean en el ser humano una devoción tal que se convierte en su guía por el resto de sus días.

* * *

أَلَمْ نَجْعَلِ الأَرْضَ مِهَادًا * وَالْجِبَالَ أَوْتَادًا * وَخَلَقْنَاكُمْ أَزْوَاجًا * وَجَعَلْنَا نَوْمَكُمْ سُبَاتًا * وَجَعَلْنَا الَّيْلَ لِبَاسًا * وَجَعَلْنَا النَّهَارَ مَعَاشًا * وَبَنيْنَا فَوْقَكُمْ سَبْعًا شِدَادًا * وَجَعَلْنَا سِرَاجًا وَهَّاجًا * وَأَنزَلْنَا مِنَ الْمُعْصِرَاتِ مَآءً ثَجَّاجًا * لِنُخْرِجَ بِهِ حَبًّا وَنَبَاتًا * وَجَنَّاتٍ أَلْفَافًا
A lam nay`ali-l-arda mihádan * Ual-yibála autádan * ua jalaqnákum azuáyan * ua ya`alna naumakum subátan * ua ya`alna-l-laila libásan * ua ya`alna-n-nahára ma`áshan * ua banaina fauqakum sab`an shidádan * ua ya`alna siráyan uahháyan * ua anzalna mina-l-mu`siráti má'an zayyáyan * litujriya bihi habban ua nabátan * ua yannátin alfáfan

¿Acaso no hicimos la tierra como un lecho, (6) y las montañas como estacas? (7) ¿Y no os creamos, acaso, por parejas, (8) e hicimos vuestro sueño para descanso, (9) e hicimos la noche como un manto, (10) e hicimos el día para ganarse el sustento? (11) ¿Y no construimos, por encima de vosotros, los siete firmamentos, (12) y colocamos un esplendoroso lucero (el sol)? (13) ¿Y enviamos desde las nubes copiosa agua, (14) para producir, por ella, el grano y las plantas, (15) y frondosos jardines? (16)
         "Todo está sometido a Ti y Te obedece"
Las aleyas citadas son en realidad respuestas a los interrogantes de los negadores de la resurrección y a los que discrepaban a su respecto. En ellas se describen la sabiduría del sistema universal y las precisas mercedes que juegan un rol primordial en la vida humana. Desde un punto de vista, prueban claramente el Poder de Dios sobre todas las cosas, entre ellas la resurrección de los muertos, y en otro sentido señalan que este sabio y prudente sistema no pudo haber sido creado en vano, y que si todo terminara con la eliminación (sin un sentido, objetivo o meta) sería un plan insignificante.

Estos versículos son considerados el argumento propicio para el Ma`ad (Resurrección) desde dos aspectos: 1) Burhánul-qudrah, el argumento del Poder divino, y 2) Burhánul hikmah, el argumento de Su Sabiduría. Son doce aleyas en las que se especifican doce mercedes divinas utilizando para ello expresiones afectuosas, bases fundadas y particular estímulo de los sentimientos. Las argumentaciones lógicas que no van acompañadas de emociones espirituales no provocan grandes efectos. He aquí la primera de ellas en la cual se cita a la tierra:

¿Acaso no hicimos la tierra como un lecho...? (6)
El vocablo mihád significa "sitio preparado, confortable" (según Ragueb). Deriva de la raíz mahd que significa lugar preparado para el descanso del niño (ya sea una cuna o un lecho). Un grupo de intérpretes especialistas en literatura (árabe) lo definen como lecho. La elección de este término es muy significativa porque numerosas partes de la tierra han sido prepaadas y allanadas a fin de que el hombre pudiera construir casas y practicar la agricultura. Otro punto importante es la existencia en la superficie de la tierra, así como en su interior, de todo lo que el hombre necesita para vivir (las materias primas). Por otra parte, la tierra absorbe todos los residuos orgánicos, los cadáveres que terminen descomponiéndose y desintengrándose y las diversas especies de bacterias que son eliminadas por la tierra merced a un misterioso efecto que la mano de la creación ha puesto en su seno. Cabe destacar asimismo que la tierra gira muy lentamente alrededor del sol y sobre su propio eje, produciendo así el día y la noche y las cuatro estaciones que cumplen un rol fundamental en la vida humana. Por último la tierra es la encargada de almacenar gran parte del agua proveniente de las lluvias y de distribuirla luego a través de los arroyos. En síntesis, podemos afirmar que en este "lecho" han sido peparados todos los medios para la paz y el sosiego de los hijos de la tierra, manifestándose así aún más la trascendencia de esta merced cuando surgen de ella pequeños temblores o alteraciones.

Como posiblemente frente a la tierra llana el hombre olvide a las montañas y su vital importancia, dice la aleya siguiente:

...y las montañas como estacas? (7)
Además de poseer enormes raíces en las profundidades de la tierra que protegen al igual que una armadura la coteza terrestre ante la presión del magma que contiene, y el efecto de las mareas ocasionadas por la tracción de la luna, las montañas son consideradas elevadas murallas que protegen al hombre y constituyen su refugio seguro ante las poderosas tormentas. Si las mismas no hubiesen existido el hombre vería incesantemente azotado por los demoledores golpes de los fenómenos climáticos.

Al mismo tiempo, las montañas contienen reservorios de agua y diferentes tipos de minas. Por último cabe destacar que alrededor del planeta tierra existe una gruesa capa gaseosa llamada atmósfera que, gracias a la existencia de las montañas, que al igual que los dientes de un engranaje se entrelazan con ella, se consigue que la misma gire junto con el planeta. Los científicos afirman que si la superficie de la tierra fuera completamente llana la atmósfera se deslizaría por su faz al girar, produciendo así innumerables tormentas y la permanente fricción aumentaría la temperatura de la tierra haciendo imposible la vida sobre ella.

Una vez mencionados dos ejemplos de las maravillas de la creación, el Sagrado Corán se ocupa de las mercedes de la existencia humana:

¿...Y no os creamos, acaso, por parejas? (8)
La palabra azuáy es el plural de zauy y significa pareja; está referida al macho y la hembra. Además de garantizar la continuidad de la especie, la creación del hombre en dos géneros diferenciados es el factor de la tranquilidad de su alma. Dice el Sagrado Corán: Y entre sus signos está el de haberos creado esposas, de vuestra misma especie, para que convivieseis con ellas y os vinculó por el amor y la piedad. Por cierto que en esto hay signos para los sensatos. (30:21)

En otras palabras podemos decir que los géneros masculino y femenino son complementarios entre sí, que el uno cubre las carencias del otro y viceversa.

Dado que azuáy tambiénse define como "especie" o "clase", algunos intérpretes sostienen que el versículo señala a grupos humanos y a las diferencias existentes entre ellos, como por ejemplo el color, la raza, la espiritualidad y la capacidad. Esto también es parte de los signos de la grandeza de Dios y el factor de la maduración de la sociedad humana.

En lo que sigue se hace referencia al fenómeno del sueño, que constituye una de las mayores mercedes divinas:

¿...e hicimos vuestro sueño para descanso? (9)
El vocablo subát es un derivado de la raíz sabt que originariamente significaba cortar, aunque luego se le ha dado el sentido de vacación o feriado (período de descanso). El témino señala el descanso y el cese de las actividades físicas y espirituales a través del sueño. Este descanso y el cese de las actividades físicas y espirituales a través del sueño. Este descanso provisional brinda tranquilidad, renueva el vigor de los agotados miembros, fortalece el alma, revive el ánimo, elimina el cansancio y la aflicción y prepara al hombre para emprender nuevas tareas. A pesar de que un tercio de la vida humana está constituida por el sueño sus secretos aún no han podido ser revelados por el hombre, y no se ha esclarecido todavía cuáles son los factores que provocan que en determinado momento parte del cerebro deje de funcionar, los ojos se cierren y los miembros corporales se suman en la quietud y el silencio. No obstante ello, es evidente que el sueño es un factor primordial para mantener la salud. Es por ello que los psicólogos intentan regular el sueño de sus pacientes puesto que sin ello es imposible mantener el equilibrio psíquico. Quienes no duermen la cantidad normal de horas están desprovistos de fuerzas, son personas a las que agobia el nerviosismo, la aflicción y la tristeza. Contrariamente, los que gozan de un sueño moderado sienten al despertar un ánimo y una fuerza extraordinarios. La lectura luego de un sueño moderado es muy beneficiosa, y en general toda actividad intelectual o física resulta muy productiva luego de él. No hay tortura más difícil de soportar que la del insomnio impuesto.La experiencia ha comprobado que la tolerancia del hombre frente al sueño es ínfima y la falta de sueño lo puede enfermar en un corto lapso. Naturalmente, lo citado está referido al sueño moderado y apropiado, porque dormir mucho, así como comer en demasía, no es otra cosa que un vicio y puede llevar a provocar diversas anomalías. Cabe destacar que el lapso de sueño normal no es idéntico en todas las personas y no existe un límite determinado. Cada uno debe percibir, a través dela experiencia, su propia necesidad de sueño tomando en cuenta sus actividades físicas e intelectuales.

Es increíble como aumenta provisoriamente la resistencia ante el sueño en momentos en los cuales un individuo, a raíz de acontecimientos difíciles, debe permanecer despierto. El sueño desaparece y a veces se lo puede dejar satisfecho con sólo una o dos horas de descanso. Empero, luego de pasado el trance (de dificultad), la carencia de sueño es compensada y tanto cuerpo como alma se cobran su deuda.

Son muy pocas las personas que pueden permanecer despiertas durante meses. En contraposición, existen personas que duermen incluso cuando caminan y hablan. Este tipo de gente no está sana y puede llegar a padecer males físicos o psíquicos.

Como conclusión podemos afirmar que esta extraña alteración denominada "sueño" encierra numerosas maravillas que lo asemejan a un milagro. Aunque el versículo mencionado considera al sueño una merced divina, como el mismo se asemeja a la muerte y el despertar a la resurrección, cabe la posibilidad de que también señale este aspecto.

Y en relación con el sueño abarca la gracia de la noche:

E hicimos la noche como un manto. (10)
Y a continuación la gracia del día:

E hicimos el día para ganarse el sustento. (11)
Contrariamente a lo que suponen los dualistas maniqueístas (que a raíz de su ignorancia respecto de los secretos de la creación, creen que el día y la luz son una gracia y la noche y la oscuridad infortunio y castigo, considerando que cadauno tiene un diferente creador: a uno lo llaman Dios y al otro Lucifer), si hacemos un alto y reflexionamos, podemos descubrir que ambos (la noche y el día) son grandes mercedes y fuentes de otras innumerables mercedes.

De acuerdo al versículo citado, el manto de la noche constituye la vestimenta del cuerpo de la tierra y de todos los seres vivientes a los cuales hace abandonar compulsivamente las actividades agotadoras del día, y da a la oscuridad la propiedad de dominar a los seres, brindándoles sosiego y quietud, dado que el sueño sosegante no es posible sino a oscuras.

Con la llegada de la noche se oculta la luz del sol, porque si ésta brillara continuamente quemaría los vegetales y los animales, y la tierra se volvería inhabitable. Por ello el Sagrado Corán recuerda este hecho y dice: Diles: ¿Qué os parece, si Dios os perpetuara el día hasta el Día del Juicio Final? ¿Qué otro dios que no sea Dios, podría depararos una noche para que reposarais en ella? Pero, ¿no reparais acaso? Merced a Su Misericordia os destinó la noche y el día. La noche para que en ella reposárais, y el día par que procuráseis de Su Gracia, a fin de que se Lo agradezcáis. (28:72-73)

Cabe destacar que el Sagrado Corán ha jurado por la mayoría de los asuntos trascendentales y lo ha hecho en siete oportunidades por la noche. Esto comprueba su gran importancia. Los que iluminan la noche con luz artificial, permanecen despiertos y en cambio duermen durante el día son personas débiles y desanimadas. En cambio en los pequeños pueblos en donde se acostumbra a dormir temprano y se madruga la gente es sana. La noche también otorga beneficios secundarios. Sus madrugadas son el mejor momento para hablar con Dios Altísimo, para los actos devocionales (la oración, la súplica), la autoperfección y la santificación del alma. Dice el Sagrado Corán al describir a los piadosos: Y en las madrugadas imploraban el perdón de sus faltas. (51:18)

La luz del día también constituye una gracia inigualable pues crea movimiento y marcha, prepara al hombre para el trabajo cotidiano, nutre las plantas y por ende, al reino animal. En conclusión podemos afirmar que la sucesión del día y la noche y sus disciplinados y paulatinos cambios son signos de la creación y señales evidentísimas de la existencia de Dios. Asimismo genera un calendario natural que posibilita el ordenamiento cronológico de la vida del hombre.

En lo que sigue el Sagrado Corán cita a los cielos:

¿...y no construímos, por encima vuestro, los siete (firmamentos) sólidos? (12)
Probablemente el número siete indique una cifra (grande) no determinada y señale así la cantidad de planetas existentes en el cosmos, el conjunto del sistema solar y los numerosos universos de la creación que poseen una composición sólida y una estructura majestuosa y fuerte. Cabe la posibilidad de que el número citado indique el número exacto de los cielos existentes, como dice el Sagrado Corán: Por cierto que hemos guarnecido el cielo del mundo (es decir: el primer cielo) con el resplandor de las estrellas. (37:6)

Todo lo que el hombre puede ver pertenecería al primer firmamento o cielo, y así existirían seis más por encima de aquél y más allá de la percepción y conciencia humanas. Una tercera probabilidd es que esté referido (dicho número) a las numerosas capas de atmósfera que hay alrededor de la tierra y que a pesar de su aparente delgadez son tan sólidas que protegen al planta del permanente ataque de los meteoritos. Ni bien un meteorito choca contra las capas atmosféricas precipitándose a la tierra por impulso de la gravedad, adopta por la fricción una temperatura tal que alcanza a pulverizarse y descienda lentamente en forma de cenizas y polvo para depositarse sobre la superficie del planeta. Si no hubiera sido por la existencia de la atmósfera, ciudades y poblacione enteras serían día y noche un blanco perfecto y desguarnecido para los meteoritos.

Algunos físicos han calculado que la resistencia de las capas atmosféricas de más de cien kilómetros de espesor, equivalen a un cielo raso de acero de un grosor de diez metros. Esta es una interpretación de sab`an shidádan (los siete -cielos- firmes y sólidos).

Posteriormente el Sagrado Corán hace hincapié en la gran merced del sol:

¿...y no colocamos un esplendoroso lucero (el sol)? (13)
El vocablo uahháy, de la raíz uahay, significa luz y calor surgidos del fuego. La aleya está referida por lo tanto a dos grandes mercedes que brinda el luminoso foco celestial y que constituyen los factores de todas las gracias materiales del universo. La luz solar no solamente ilumina el escenario de la vida del hombre, también es de suma importancia para el desarrollo de todo ser vivo. Asimismo, además del efecto vital que tiene sobre los reinos animal y vegetal, su calor es el factor principal en la existencia de las nubes, el soplo de los vientos y el descenso de las lluvias. El sol elimina gran parte de las bacterias a través de la acción de sus rayos ultravioleta, y si no fuese por él la tierra sería un enorme hospital, y posiblemente en un corto tiempo las especies vivientes se extinguirían. El sol pone a nuestra disposicion una luz sana, gratuita y constante. Se encuentra a una distancia justa de la tierra, que hace que sea ni muy caliente y ardiente, ni frío y distante. Si nos pusiésemos a comparar el precio de la energía producida por el sol respecto a la de otras fuentes, descubriríamos que es mucho más económica. Por ejemplo, si quisiéramos obtener un manzano proporcionándole luz y energía artificiales, el valor de cada manzana obtenida sería sorprendentemente elevado. Sí, este siráyan uahháyan (esplendoroso lucero) nos da su luz y su calor sin pedir a cambio retribución alguna.

De acuerdo a un cálculo científico hecho por el Dr. White en su libro "Mundo de estrellas" se ha descubierto que si la humanidad debiera abonar la luz y el calor solar la suma alcanzaría los 1700 millones de dólares por hora.

El volumen del sol es aproximadamente 1.300.000 veces el de la tierra y su masa 332.000 veces la de nuestro planeta; dista de éste un promedio de 150 millones de kilómetros; mantiene una temperatura externa de unos 6000 grados centígrados y una interna que llega a los veinte millones de grados centígrados. Tanto si disminuyera su calor como si aumentara, la vida se tornaría dificultosa para los seres que habitan la tierra, y tal vez imposible.

He aquí otro elemento vital que mantiene una estrecha relación con la luz solar y que menciona el Sagrado Corán en lo que sigue:

¿...y enviamos desde las nubes copiosa agua? (14)
La palabra mu`sirát es el plural de mu`sir y deriva de la raíz `asr que significa exprimir y comprimir. Está referida a las nubes que provocan la lluvia, es como si las nubes se comprimieran entre sí para que el agua descienda. El vocablo zayyáy deriva de la raía zayy y significa descenso continuo y abundante de agua. El sentido de la aleya sería: Hemos enviado desde las nubes contínuas y abundantes lluvias.

Pese a que la lluvia es en sí misma un factor beneficioso que renueva el aire, limpia sus impureza, refresca y modera la temperatura, previene las enfermedades y brinda alhombre ánimo y fervor, los versículos siguientes señalan tres de sus mayores beneficios:

¿...para producir por ella el grano y las plantas (15) y fondosos jardines? (16)
La palabra alfáf (según Ragueb) señala que los árboles de estos jardines son tan abundantes que forman un frondoso vergel. En estos dos versículos han sido incluidos casi todos los elementos que brotan de la tierra con lo cuales se nutren los animales dado que gran parte de esos nutrientes son los granos (habban), las hortalizas (nabát) y las frutas (yannát). Es cierto que en ellos se mencionan tres grandes mercedes pero es indudable que los benefiios de la lluvia no se limitan sólo a ellos. En efecto el 70% del cuerpo humano está compuesto por agua y ella es la fuente de existencia de todo ser viviente, como afirma el Sagrado Corán: Y creamos a todo ser del agua. (21:30)

Por lo tanto, el agua juega un rol básico para la vida y, en particular, la del hombre. El cuerpo humano no es el único que depende del agua, pues la mayoría de las fábricas se paralizarían sin ella y el sistema industrial terminaría por desmoronarse. Asimismo, merced al agua, la naturaleza conserva su belleza y frescura y las vías acuáticas constituyen las mejores rutas comerciales del mundo entero.

Vínculo entre estos versículos y la Resurrección
En las once aleyas citadas han sido señaladas las mercedes divinas más importantes y las bases primordiales para la vida humana, es decir, la luz, la oscuridad, el calor, el agua, la tierra y las plantas.

La mención de este preciso sistema dilucida el Poder de Dios sobre todas las cosas, y por esto mismo ya no es posible objetar: ¿cómo es posible que Dios reviva a los muertos? He aquí la respuesta de la sura Ia Sin a los que desmienten y rechazan el Ma`ad (la Resurreción y el Juicio): ¿Por ventura, quien creó los cielos yu la tierra no será capaz de crear otros seres semejantes a ellos? ¡Sí! ¡Porque es el Creador por excelencia, Omnisapiente. (36:81)

Además, seguramente, Sus imponentes y grandiosas creaciones tienen un propósito y objetivo que no es la efímera vida de este mundo, ni limitarse a coemr, beber, dormir, etc. Por el contrario la sabiduría divina exige una meta mucho más elevada. En otras palabras podríamos sostener que esta primera vida es sólo una introducción a la otra, y un mero capítulo de la extensa trayectoria humana. Dice el Sagrado Corán: ¿Pensáis que os hemos creado en vano, y que jamás seréis retornados a Nosotros? (23:115) Por último, dabe descatar que de por sí el sueño y el despertar son ejemplos de la vida y la muerte, y la vuelta a la vida de la tierra árida a través de la lluvia, que se presenta año tras



                       año ante los ojos del hombre, evidencia la resurrección y la vida luego de la muerte. Dice el Genero Corán luego de citar elresurgimiento de la tierra árica mediante la lluvia: ¡Así es la Resurrección! (35:9)

* * *

إِنَّ يَوْمَ الْفَصْلِ كَانَ مِيقَاتًا * يَوْمَ يُنفَخُ فِي الصُّورِ فَتَأْتُونَ أَفْوَاجًا * وَفُتِحَتِ السَّمَآءُ فَكَانَتْ أَبْوَابًا * وَسُيِّرَتِ الْجِبَالُ فَكَانَتْ سَرَابًا
Inna iaumal-fasli kána miqáta * iauma iunfaju fis-suri fata`tuna afuáya * ua futihatis-samá'u fakánat ab-uába * ua suiiratil-yibálu fakánat sarába *

Por cierto que el Día de la Discriminación está emplazado. (17) El día en que la trompeta sea tañida y comparezcáis en tropeles, (18) y se abra el cielo y tenga muchas puertas, (19) y las montañas sean aventadas, pareciendo un espejismo. (20)
Finalmente llegará el día esperado
En los versículos precedentes fueron señalados brevemente los signos de la resurrección. A modo de deducción dice la siguiente aleya:

Por cierto que el Día de la Discriminación está emplazado. (17)
El término Iaumal-fasli hace alusión a la discriminación de aquel gran día, a la separación y distinción entre la verdad y la falsedad, la separación de las filas de los benevolentes y de los malhechores, la de los padres de sus hijos, la del hermano de su hermano. El vocablo miqát es un derivado de uaqt y al igual que mi`ad y ua`d significa momento preciso. También se designan así los sitios en donde los peregrinos de la Casa de Dios inician sus rituales debido a que se congregan allí en el momento acordado.

Seguidamente son desarrolladas algunas de las características de aquel gran día:

El día en que la trompeta sea tañida y comparezcáis en tropeles. (18)
Por lo que podemos rescatar del Corán sucederán dos importanes eventos bajo el rótulo de nafjus-súr (el tañido de la trompeta). Al primer tañido, la creación será destruida y tanto los habitantes de la tierra así como los de los cielos morirán. Al sgundo y último tañido los muertos recobrarán vida a través de la resurrección. La palabra nafj significa soplar y súr trompeta. En general este medio se utilizaba para determinar la partida o la detención de una caravana o ejército. La expresión insinúa delicadamente ambos eventos.

El versículo que tratamos está referido al segundo tañido, es decir, al de la Resurrección. Este pasaje afirma que en ese día los hombres comparecerán en tropeles, mientas que en otro tramo el Sagrado Corán dice: Cada uno de ellos comparecerá solitario ante El, el Día de la Resurrección. (19:97), y dice también: Recuerda el día en que convoquemos a cada hombre con su imam (guía, conductor). (17:71)

Comparecencia en tropel no contradice a la presentación junto a un líder. En cuando a la idea de una comparecencia solitaria es debida a que el Día del Juicio Final habrá diversas instancias. Posiblementes en las primeras el hombre comparezca junto a sus líderes, ya sean líderes justos o satánicos, pero al llegar a la instancia de la Justicia divina deberá permanecer solitario, como dice el Sagrado Corán: Y cada alma comparecerá acompañada de un ángel arriero y un ángel testigo. (50:21)

Otra posibilidad es que la finalidad del Sagrado Corán al decir "solitario" se refiera a la separación de sus amigos, aliados y compañeros, puesto que en aquel momento sólo estará acompañado por sus acciones.

Y se abra el cielo y tenga muchas puertas. (19)
¿Qué quiere significar al decir pueras y a qué se refiere la apertura? Un grupo de intérpretes sostiene e interpreta que son las puertas del universo visible ue se abrirán hacia ununiversoinvisible; los velos serán descorridos y el mundo angelical abrirá su panorama al mundo humano. Otros sostienen que el versículo afirma lo que otros tantos: Cuando el cielo se griete. (84:1), o: Cuando el cielo se hienda. (82:1). Y tantas brechas se abrirán en el cielo que será como si se convirtiesen en puertas.

Una opción más es que el hombre en la actualidad no tiene poder para conducirse en los cielos, y aún si lo tuviera estaría limitado. Es como si las puertas del cielo estuvieran cerradas. El Día del Juicio final el hombre se librará de la tierra y le serán abiertas las puertas de los cielos. En otros términos, aquel día primeramente se desmoronarán los cielos, luego la tierra y los cielos serán suplantados por otros: El día en que la tierra sea cambiada por otra tierra, así como los cielos. (14:48)

Y las puertas de los senderos celestiales serán abiertas para el hombre. Los benevolentes se dirigirán al Paraíso: En cambio, los timoratos serán conducidos, en tropeles, hacia el Paraíso, hasta que, cuando lleguen a él se abrirán sus puertas, y sus guardianes les dirán: "¡Que la paz sea con vosotros! ¡Estáis beatificados! Franqueadlo, pues, allí permaneceréis eternamente". (39:73) Allí los ángeles los harán ingresar y los felicitarán: Y los ángeles entrarán en ellos por todas las puertas, diciéndoles: "¡Que la paz sea con vosotros, por vuestra perseverancia! ¡Qué magnífica es la última morada!" (13:23)

Y además serán abiertas las puertas del Infierno a los incrédulos: Y los incrédulos serán arreados en tropeles hacia el Infierno hasta que cuando lleguen a él, se abirán sus puertas y sus guardianes les dirán: "¿Acaso no se os presentaron mensajeros de vuestra estirpe que os dictaron las leyes de vuestro Señor y os amonestaron de la comparescencia de este vuestro día?" (39:71)

De ese modo el hombre comenzará a andar en un sitio cuya amplitud equivale a la de los cielos: Emuláos en obtener la indulgencia de vuestro Señor y un Paraíso cuya amplitud es igual a la de los cielos y la tierra, está reservado para los timoratos. (3:133)

Por último el último versículo de este grupo refleja el estado de las montañas en aquel día:

Y las montañas sean aventadas, pareciendo un espejismo. (20)
De acuerdo a la deducción hecha basándonos en aleyas coránicas referentes al destino de las montañas el día del juicio, podemos afirmar que las mismas pasarán por diversas etapas. En principio, comenzarán a desplazarse: Y se desplacen raudamente las montañas. (52:10); Y las montañas san aventadas y trituradas de un golpazo. (69:14); Y las montañas se conviertan en dunas aventadas. (73:14); Y las montañas queden como lana cardada que lleva el viento. (101:5); posteriormente: Y las montañas sean pulverizadas en átomos, convertidas en corpúsculos aventados. (56:5-6)

Y por último no quedarán de ellas más que un espejismo. El destino final de las montañas será su desaparición de la faz de la tierra, la cual se allanará: Te preguntarán acerca de las montañas, diles: "Mi Señor las aventará y convertirá sus sitios en suaves llanuras, en que no verás sinuosidad ni protuberancia". (20:105-107)

El vocablo saráb es un derivado de la raíz sarab y significa andar sobre declives. Se denomina también así al espejismo que se ve a la distancia en un ardiente desierto. Más tarde se la utilizó para designar toda irrealidad. En realidad las montañas lo mismo que la polvareda se asemejan a un espejismo. Considerando el destino de las montañas tan majestuosas y sólidas se evidencia la cantidad de alteraciones que se producirán en el universo en lo sucesivo. Asimismo podemos afirmar que los individuos o las superpotencias que en esta vida son como montañas, no serán en aquel día más que un falso espejismo. Aquí surge un interrogante: ¿Por ventura todo esto acontecerá al primer tañido o al segundo?

Si prestamos atención a la aleya que dice iauma iunfaju fis-súri fata'tuna afuáyan, deduciremos que corresponde al segundo toque de trompeta; en el caso del versículo que tratamos diremos que también se refiere al mismo evento. No obstante ello, es posible que el comienzo de los sucesos (es decir, el desplazamiento de las montañas) se realice al primer tañido y su culminación (es decir su conversión al espejismo) tenga lugar al segundo.

Otra opción es que todas las etapas del desmoronamiento de las montañas ocurra al primer toque y sólo se hayan citados juntos ambos eventos por no estar separados por un gran lapso. Asimismo otras tantas aleyas coránicas las han citado una a continuación de la otra, un ejemplo de ello son las suras 81 y 87.

Cabe destacar que en versículos anteriores las montañas fueron comparadas con estacas y la tierra con un lecho y estos afirman que el día que la orden de aniquilación del universo sea expedida las estacas serán desirragadas y el lecho se desarmará.

* * *

إِنَّ جَهَنَّمَ كَانَتْ مِرْصَادًا * لِلطَّاغِينَ مَأَبًا * لاَّبِثِينَ فِيهَآ أَحْقَابًا * لاَ يَذُوقُونَ فِيهَا بَرْدًا وَلاَ شَرَابًا * إِلاَّ حَمِيماً وَغَسَّاقًا * جَزَآءً وِفَاقًا * إِنَّهُمْ كَانُوا لاَ يَرْجُونَ حِسَابًا * وَكَذَّبُوا بِاَيَاتِنَا كِذَّابًا * وَكُلَّ شَيْءٍ أَحْصَيْنَاهُ كِتَابًا * فَذُوقُوا فَلَن  نَّزِيدَكُمْ إِلاَّ عَذَابًا *
Inna yahannama kánat mirsáda * lit-tagína ma'ába * Lábízina fíha ahqába * la iadhúqúna fíha bardan ua la sharába * illa hamíman ua gassáqa * yazá'an uifáqa * innahum kánu la iaryúna hisába * ua kadhdhabu bi'aiátina kidhdhába * ua kulla shai'in ah-saináhu kitába * fadhúqu falan nazídakum illa `adhába *

Por cierto que el Infierno será una emboscada (21) para los transgresores, un destino (22) donde permanecerán largos períodos (23) en que no probarán frescura ni bebida (24), más que agua hirviente e icor (25), como castigo adecuado (26), porque nunca temieron el cómputo (27), y desmintieron descaradamente nuestras aleyas (28) y lo anotamos todo en un registro (29). ¡Sufrid, pues, (las consecuencias)! Y no haremos sino aumentaros el castigo (30).
El Infierno, la gran emboscada
Luego de desarrollar los argumentos dela resurrección y parte de sus sucesos, el Sagrado Corán se refiere al resultado de los destinados al Paraíso y el Infierno:

Por cierto que el Infierno será una emboscada (21) para los transgresores, un destino (22) donde permanecerán largos períodos (23).
El vocablo mirsád se define como "lugar en el que acechan". Dice Ragueb: "Marsad y mirsád son sinónimos, sólo que el último corresponde a un sitio especial para la emboscada. Algunos otros sostienen que es un superlativo que se define como `persona que acecha constantemente'. Creemos que la primera definición es más conocida y apropiada".

En cuanto a quienes están al acecho de los rebeldes en el Infierno, se ha sostenido que son los ángeles del castigo puesto que según el Sagrado Corán (19:71) todos los humanos, benevolentes o malhechores, pasarán cerca o por sobre el Infierno. En este puente común los ángeles estarán al acecho y se incautarán de los destinados al Fuego. Existe una segunda versión que afirma que será el mismo Infierno el que aceche, se incaute de cada rebelde y lo devore.

De todos modos y cualquiera sea la verdadera interpretación lo seguro es que ningún rebelde podrá salir ileso de aquel puente, serán atraídos por los ángeles del castigo o será la intensa atracción del Infierno quien lo haga.

La palabra ma'áb significa retorno y ademas se le suele dar elsignificadode morada. En este caso corresponde alsegundo.

El término ahqáb es el plural de huqb que significa lapso indeterminado de tiempo. Algunos lo definen como período de 80 años, otros de 70 y otros de 40. Podemos deducir de ello que los habitantes del Infierno permanecerán allí largos períodos y finalmente serán liberados de él. Como esto contradice a los versículos que afirman que morarán eternamente (en el Fuego), los intérpretes han expuesto diferentes opiniones. Lo más certero es que ahqáb signifique largos períodos de tiempo y largos años que se sucedan incesantemente, que se suman indefinidamente y no tienen fin.

Existe una posibilidad más, que se encuentra apoyada en algunas tradiciones, y que alegan que estos versículos están referidos a los pecadores que terminan purificándose y librándose del Infierno, no así a los incrédulos que permanecerán en él perpetuamente.

En lo que sigue señala una parte de los castigos:

En que no probarán frescura ni bebida (24), más que agua hirviente e icor (25).
Salvo la sombra de densas y ardientes humaredas, como dice otro pasaje del Sagrado Corán: Y la sombra de negra humareda. (56:43)

El vocablo hamím significa agua ardiente y gassáq pus y sngre que mana de una herida. Algunos lo definen como líquidos de olor desagradable. Esto sucederá al tiempo que los habitantes del Paraíso beberán de fuentes cristalinas. Dice el Sagrado Corán: Llevarán vestiduras verdes de tafetán y de brocado y engalanados con brazeletes de plata, y su Señor les servirá una bebida pura. (76:21) Les será escanciado de un néctar sellado, cuyo lacre será de almizcle. (83:25-26) ¡Reparen cuánta diferencia hay entre ambas moradas!

Ya que posiblemente resulte extraño o asombroso semejante castigo, dice el versículo siguiente:

Como castigo adecuado. (26)
¿Y cómo no ha de ser así, si en este mundo son tiramos, queman los corazonese de los oprimidos, incendian sus cuerpos y sus almas y no sienten compasión por nadie? ¡Por cierto que merecen tal castigo y tales bebidas!

Y como hemos recalcado en reiteradas oportunidades llegamos a la conclusión de que los castigos impuestos por el Juicio Final no son más que consecuencias y corporización de los mismos actos humanos, como dice el Noble Corán: ¡Oh incrédulos! ¡Hoy no os excuséis, porque sólo seréis remunerados por lo que hayáis hecho. (66:7)

Y en lo que sigue se explica el por qué del castigo:

Porque nunca temieron el cómputo (27).
En realidad es su indiferencia al cómputo y al Juicio Final el factor de la rebeldía y la opresión y es lo que les prepara su penoso destino. En otros términos, el rechazo del cómputo produce rebeldía y esa rebeldía trae aparejado los irresistibles castigos.

Cabe destacar que la palabra iaryún, derivado de la raíz rayá', tiene dos significados: "esperanza" y "coraje". Cuando el hombre "espera" el castigo es temeroso, y si no espera recibirlo, adquiere un falso coraje. Es decir: quienes no esperan ser juzgados no temen a nada y proceden como más les place. El versículo se refiere a quienes no esperan ni temen una rendición de cuentas y olvidan por completo el Juicio Final. Es natural que semejantes personas se manchen con grandes pecados y finalmente deban padecer tan desgarradores castigos.

Y desmintieron descaradamente nuestras aleyas (28)
La concupiscencia los domina de tal modo que niegan los signos divinos a fin de persistir en sus rebeldes pasiones para concretar sus ambiciones y anhelos ilícitos. El vocablo aiáh (signos, maravillas, milagros) abarca todos los signos (de origen divino): Al-Tauhíd (la Unidad divina), Al-Nubuuah (la profecía), Al-Tashri` (los signos en la legislación contenida en las escrituras sagradas), Al-Takuin (los signos presentes en la creación y la naturaleza toda), los milagros de los profetas y sus mandatos y enseñanzas.

Podemos afirmar que el castigo es justo y merecido si consideramos que se desmienten los infinitos signos y maravillas divinas presentes por doquier en el universo.

Posteriormente se advierte a los rebeldes, y se pone el énfasis en la cuestión del equilibrio y equidad entre la acción y su consecuencia:

Y lo anotamos todo en un registro (29).
Esta advertencia es para que no piensen que alguna de sus acciones queda sin ser consignada o penada, y para que tampoco supongan que los castigos son injustos. Verdaderamente todos los actos, grandes o pequeños, manifiestos u ocultos, e incluso las intenciones y el pensamiento del hombre, quedan grabados. Esto es claramente expuesto por el Sagrado Corán cuando dice: Todo cuanto hicieron está registrado en libros, y toda acción, pequeña o grande, está (inscripta) en un registro. (54:52-53) Porque nuestros mensajeros (angelicales) registran cuanto tramáis. (10:21) Y registraremos sus acciones con sus rastros (consecuencias posteriores); porque anotamos todo en un registro evidentísimo. (36:12) Por ello, cuando los registros de las acciones de los malhechores les sea presentado, se elevará un clamor que alcanzará a los cielos: El libro registro será expuesto, y verás a los pecadores atemorizados por su contenido, y dirán: "¡Ay de nosotros! ¿Qué significa este libro? ¡No omite pequeña ni grande falta sino que las enumera". Y encontrarán registrado todo cuanto habían hecho. Tu Señor no defraudará a nadie. (18:49)

Indudablemente, quien acepte y crea en estos hechos de corazón, será muy cauteloso al emprender sus acciones. Esta creencia erige una gran barrera entre el hombre y el pecado y es considerada uno de los principales factores para la educación humana.

Ya el último versículo cambia el tono y utiliza el modo verbal imperativo:

¡Sufrid, pues, (las consecuencias)! Y no haremos sino aumentaros el castigo (30).
Por más que clamen, repitan "¡Ay de nosotros!" y pidan regresar a este mundo (para enmendarse), no serán escuchados y nada se aumentará sino el castigo. Un castigo para quienes cuando escuchaban la pacífica convocatoria de los Profetas (P) a la fe y la devoción, decían: "Nos da lo mismo, habla si quieres y no lo hagas si no quieres". Y lo afirma el Sagrado Corán: Le dijeron: Lo mismo nos da que nos exhortes como que no nos exhortes. (26:136)

Sí, éste es el castigo de quienes se alejaban aún más cuandoles eran recitadas las aleyas divinas. Dice el Sagrado Corán: Hemos reiterado los argumentos en este Corán para que se persuadan; pero ello no hace sino acrecentar su aversión. (17:41)

Este es el destino de quienes no se apartaron de ningún pecado y a quienes no les interesaba la realización de buenas obras. Dijo el Profeta Muhammad (BPD): "Este es el versículo más contundente del Corán respecto de los moradores del Infierno". ¿Y cómo no habría de ser así siendo que Dios, Indulgente y Misericordioso, se encolerizó de modo tal que, con sólo una frase, cerró las puertas a toda esperanza y no les promete más que el castigo?

* * *

إِنَّ لِلْمُتَّقِينَ مَفَازًا * حَدَآئِقَ وَأَعْنَابًا * وَكَوَاعِبَ أَتْرَاباً * وَكَأْساً دِهَاقاً * لاَ يَسْمَعُونَ فِيهَا لَغْوًا وَلاَ كِذَّابًا * جَزَآءً مِن رَبِّكَ عَطَآءً حِسَاباً * رَبِّ السَّمَاوَاتِ وَالأَرْضِ وَمَا بَيْنَهُمَا الرَّحْمَنِ لاَ يَمْلِكُونَ مِنْهُ خِطَاباً *
Inna lilmuttaqína nafáza * hadá'iqa ua a`nába * ua kauá`iba atrába * ua ka'san diháqa * la iasma`úna fíha lag-uan ua la kidhdhába * yazá'an mir rabbika `atá'an hisába * rabbis-samáuáti ual-ardi ua ma bainahuma-r-rahmán. La iamlikúna minhu jitába *

En cambio, los timoratos obtendrán la bienaventuranza: (31) Jardines y viñedos, (32) coetáneas doncellas (33) y rebosantes copas. (34) Donde no escucharán vanidad ni mentira. (35) Recompensa de tu Señor, que es un don suficiente, (36) del Creador de los cielos y la tierra y de cuanto existe entre ambos, el Graciabilísimo, de Quien no lograrán audiencia. (37)
* * *

Algo de la majestuosa recompensa de los timoratos
En las aleyas precedentes se hizo alusión al destino de los rebeldes y contumaces, a una parte de sus castigos y al motivo de tal fin. En los versículos que ahora tratamos se considera la contraparte de eso: El destino de los creyentes veraces y devotos, y algunas de las mercedes que recibirán el Día del Juicio Final; esto para que a través del análisis y la comparación se esclarezcan aún más las verdades, del mismo modo que otras suras coránicas exponen y comparan puntos contradictorios.

En cambio, los timoratos obtendrán la bienaventuranza: (31)
El vocablo mafáz es underivado de la raíz fauz (triunfo, victoria), y significa "lugar de triunfo" o "arribo a la bondad y la beneficencia saludablemente". También se lo define como salvación y victoria. Cabe destacar que el término ha sido expresado en la forma nakara (indeterminado), y ello es justamente lo que le da el sentido de gran triunfo y gran felicidad.

E inmediatamente se desarrolla el significado de tal felicidad:

Jardines y viñedos, (32)
La palabra hadá'iq, es el plural de hadíqah, que significa jardín verde y frondoso rodeado de murallas. Dice Ragueb: "Originariamente hadíqah es una tierra en la que abundan las aguas".

Cabe destacar que de entre todos los frutos se ha destacado la uva por los extraordinarios beneficios que proporciona. Según los nutricionistas, además de ser un alimento completo y de asemejarse a la composiciónde la leche materna, duplica las calorías de la carne y existen en ella tal cantidad de sustancias beneficiosas que constituye una farmacia natural para el hombre. La uva es antitóxica, oxigena la sangre, cura el reuma, constituye una defensa ante la urea, fortalece el sistema nervioso, reanima al hombre y proporciona fuerza al organismo por contener todo tipo de vitaminas. ¡Y todo esto es sólo una pequeña parte de los beneficios que brinda la uva! Dijo el santo Profetea (BPD): "La mejor de vuestras frutas es la uva".

He aquí otra de las gracias para los devotos:

coetáneas doncellas (33)
El término kauá`ib es el plural de ka`ib que significa niña en edad de desarrollo y pronta a convertirse en adolescente. Atráb es el plural de tarb y significa coetánea (es decir: de la misma edad, y se utiliza más en género femenino). De acuerdo a algunos suorigen es tará'ib que significa "costillas", porque son parecidas a las costillas (se asemeja a las mujeres con las costillas que son todas parecidas). Otra versión sostiene que la igualdad de edades existirá para todas las mujeres destinadas al Paraíso, donde todos sus moradores serán jóvenes en la plenitud del desarrollo, de cuerpos bellos y esbeltos. Tal vez el parecido de edad sea entre ellas y sus cónyuges (a los que están prometidas en el Paraíso). No obstante ello, la primera interpretación es la más acertada.

Y rebosantes copas. (34)
           Este versículo menciona la cuarta merced paradisíaca que aguarda a los temerosos de Dios. La bebida a la cual se refiere el Sagrado Corán no se asemeja en absoluto a las bebidas alcohólicas que anulan la mente y rebajan al hombre al nivel de los animales. Por el contrario, es una bebida que aumenta la lucidez, reanima y renueva el espíritu. En cuanto a ka's significa "copa rebosante de bebida", según la mayoría de los expertos en lengua árabe. Sin embargo, Ibn Mandhur agrega otros dos significados en su diccionario Lisánu-l-`arab (La lengua de los árabes), a saber: contínuo y cristalino. Si consideramos al conjunto de los significados el sentido de la aleya sería: Y copas rebosantes de pura y cristalina bebida servida continuamente.

Puesto que hacer referencia a la copa y la bebida puede que haga pensar a los hombres en las bebidas alcohólicas de este mundo y sus efectos, dice el siguiente versículo:

Donde no escucharán vanidad ni mentira. (35)
El alcohol de la tierra hecho por el hombre anula la razón, elimina la lucidez y obliga a quien lo consume a pronunciar vanidades y términos impropios. En contraposición la pura bebida celestial brinda espíritu, lucidez, luz y sosiego. Existen dos opciones respecto a lo que se refiere la expresión preposicional fíha (en ella): que haga referencia al Paraíso o a la copa (pues ambos términos son femeninos en árabe). Según la primera posibilidad el versículo diría: En el Paraíso no oirán vanidad ni mentira, así como (otros pasajes): Estarán en un Jardín sublime, donde no oirán vanidad alguna. (88:10-11)

Y de acuerdo a la segunda opción sería: Beber en aquella copa no provocará mentira ni vanidad. Como por ejemplo: Donde brindarán en una copa que no les causará frivolidad ni pecado. (52:23)

Una de las grandes mercedes espirituales del Paraíso consiste en que allí no habrá rastros de mentira, vanidad, calumnia, rechazo de la verdad ni justificación de la falsedad, ni las ofensivas habladurías que perturban los corazones de los temerosos de Dios en este mundo. ¡Y qué bello es realmente un medio ambiente exento de todo eso y en el que no existe más que paz y congratulaciones! Dice el Sagrado Corán al respecto: Donde no escucharán necedades, sino el saludo (lit.: ¡paz!), y en que recibirán sustento mañana y tarde. (19:62)

Finalmente se señala una merced espiritual superior a muchas:

Recompensa de tu Señor, que es un don suficiente,(36)
¿Y qué gracia supera a que el siervo débil sea tratado con el favor de su generoso amo, sea venerado, enaltecido y tomado en cuenta? Esa atención y amor divinos proporcionan a los creyentes un placer que nose compara con ninguna otra merced. El vocablo hisáb significa "suficiente", acorde a la opinión de la mayoría de los intérpretes. Dijo el Príncipe de los creyentes (P): "El día del Juicio Final Dios enumerará las buenas acciones de los creyentes y en recopensa los multiplicará por diez, y hasta setecientas veces". Según este dicho, pese a que los dones divinos son como obsequios, no son más que consecuencia de los actos realizados en este mundo por la persona que los recibe. Vale decir que losdones y obsequios de Dios coinciden con los actos de bien del hombre. De este modo podemos traducir hisában como cómputo, sin que medio obstáculo alguno entre esta definición y la citada anteriormente.

He aquí esos magníficos dones que otorgará el mismo Creador de los cielos y la tierra y cuanto existe entre ambos:

Del Creador de los cielos y la tierra y de cuanto existe entre ambos, el Graciabilísimo, de Quien no lograrán audiencia. (37)
Sí, el mismo Soberano de este universo, su Director y Creador que abarca en Su Misericordia toda extensión y todos los seres, brindará enormes dones a los benevolentes el Día del Juicio Final. En realidad este versículo señala que, si Dios otorga semejantes dones a los timoratos, ello comprueba una parte de Su Misericordia en este mundo y se lo demuestra a los habitantes de los cielos y la tierra.

Dice el final del versículo: De Quien no lograrán audiencia. El sujeto tácito "ellos" probablemente haga alusión a los moradores de los cielos y la tierra, o a los timoratos y rebeldes que se reunirán en la gran asamblea del Día del Juicio Final con el objeto de conocer su cuenta y sentencia. El versículo indica que nadie, aquel día, tendrá derecho a objetar o hacer críticas, que no habrá lugar para la objeción, porque Dios será muy preciso y muy justo en el cómputo. Asimismo nadie ese día podrá interceder, salvo aquél a quien Dios se lo permita. Dice el Noble Corán: ¿Quién podrá interceder ante El sin Su anuencia? (2:255)

Conclusiones
a) Los premios de los devotos y los castigos de los rebeldes

Prestando atención en las aleyas mencionadas notamos una interesante comparación entre timoratos y rebeldes. Mientras en unas se habla de mafaz, "triunfo" y "salvación", en otras se habla de mirsád, "emboscada"; en unas se mencionan "jardines y viñedos" y en otras el fuego eterno. Hay inmaculadas bebidas por un lado y agua hirviente por el otro; se mencionan en suma magníficos dones de Dios Graciabilísimo, y en otros lugares un justo castigo. En síntesis podemos afirmar que ambos grupos estarán en todos los aspectos en extremos opuestos, dado que también lo estaban en la fe y los actos.

b) Las bebidas paradisíacas

Una parte del Sagrado Corán las define como puras, otro tramo enfatiza que las mismas serán placenteras y no provocarán jaqueca ni embriaguez. Dice el Noble Corán: Se les servirá en un cáliz, un néctar, cristalino y delicioso para quienes lo beban, que no les ofuscará ni les embriagará. (37:45-47)

En otro pasaje dice que los creyentes beberán en una copa con kafúr (una bebida fresca y tranquilizadora): Por cierto que los justos beberán de una copa de un néctar mezclado con agua de kafúr. (76:5) Y también habla de bebidas con zanyabíl (jenjibre), que proporcionan energía y renuevan el ánimo: Y allí se les servirá una copa de néctar, cuya mezcla será de zanyabíl (jenjibre). (76:17) Y en cuanto a la sura que interpretamos, dice una de sus aleyas: Y copas rebosantes. De hecho lo primordial es que quien escancia dichas copas en aquella fiesta espiritual será Dios, y los creyentes beberán y se embriagarán con amor y conocimiento divino. Dice el Sagrado Corán: Y su Señor les servirá una bebida pura. (76:21). ¡Dios nuestro, concédenos también a nosotros esa pura bebida!

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يَوْمَ يَقُومُ الرُّوحُ وَالْمَلآئِكَةُ صَفًّا لاَّ يَتَكَلَّمُونَ إِلاَّ مَنْ أَذِنَ لَهُ الرَّحْمَنُ وَقَالَ صَوَاباً * ذَلِكَ الْيَوْمُ الْحَقُّ فَمَن شَآءَ اتَّخَذَ إِلَى رَبِّهِ مَأَبًا * إِنَّآ أَنذَرْنَاكُمْ عَذَابًا قَرِيبًا يَوْمَ يَنظُرُ الْمَرْءُ مَا قَدَّمَتْ يَدَاهُ وَيَقُولُ الْكَافِرُ يَالَيْتَنِي كُنتُ تُرَابًا *
Iauma iaqúmu-r-rúhu ual-malá'ikatu saffa. la iatakallamúna illa man adhina lahu-r-rahmánu ua qála sauába * dhálika-l-iaumu-l-haqqu faman shá'a-t-tajadha ila rabbihi ma'ába * inná andharnákum `adhában qaríban iauma iandhuru-l-mar'u ma qaddamat iadáhu ua iaqúlu-l-káfiru iálaitani kuntu turába*

El día en que comparezcan el espíritu y los ángeles enfilados, nadie podrá hablar salvo a quien el Graciabilísimo se lo permita, y dirá la verdad (38). Tal será el día de la verdad, ¡quien quiera pues, que se encamine a su Señor! (39) Por cierto que os hemos advertido del castigo inminente, el día en que el hombre vea las obras de sus manos, y diga el incrédulo: "¡Ojalá me hubiese convertido en polvo!" (40)
El incrédulo dirá: "¡Ojalá me hubiese convertido en polvo!"
En las precedentes ha sido detallada una parte considerable de los castigos de los rebeldes y las recompensas de los devotos el Día del Juicio Final. Las aleyas en cuestión representan aquel gran día y exponen algunos de sus sucesos:

El día en que comparezcan el espíritu y los ángeles enfilados, nadie podrá hablar salvo a quien el Graciabilísimo se lo permita, y dirá la verdad (38).
Indudablemente la comparecencia del Espíritu y los ángeles enfilados aquel día será para ejecutar la orden de Dios. En la vida presente son los ángeles los encargados de ejecutar Sus órdenes y en la vida del más allá el hecho será más evidente aún. Respecto al vocablo rúh (espíritu) se han hecho diversas interpretaciones. He aquí una exposición de las más importantes:

1. Rúh no es un ángel, sino un ser superior a ellos.

2. El Rúh es Gabriel, uno de los ángeles más grandes, fiel mensajero e intermediario entre Dios y los Profetas (P).

3. El Rúh es el espíritu humano que comparecerá junto a los ángeles.

4. Es un ángel superior a Gabriel, compañerode todos los Profetas y los Imames (P). Cabe destacar que rúh en el Noble Corán es citado a veces sin adjetivo que lo acompañe. En estos casos se presenta diferenciado de los ángeles, como por ejemplo: Hasta El ascenderán los ángeles con el espíritu (70:4). En ella descienden los ángeles con el espíritu con la anuencia de su Señor para ejecutar todas Sus órdenes. (96:4-5) En estos dos versículos el espíritu es citado luego de los ángeles y en la aleya en cuestión fue antepuesto a los mismos. Es posible que esta separación intente destacar a una entidad más sobresaliente. No obstane ello rúh también ha sido acompañdo por un adjetivo o modificador indirecto, como por ejemplo rúhul-quddús (el Espíritu de la santidad): Diles: "Realmente el Espíritu de la Santidad lo ha traído de tu Señor". (16:102) o: El espíritu fiel (al-rúhu-l-amín) lo trajo del cielo. (26:193)

Asimismo, en algunos pasajes, Dios añade rúh a un pronombre posesivo Suyo, como "Mi" o "Nuestro": Y cuando le haya terminado y le aliente de Mi espíritu (15:29) (es un gran espíritu, que por su nobleza Dios, agrega a Su Pura Esencia). Y le enviamos nuestro espíritu (19:17).

Las últimas aleyas mencionadas tienen significados diferentes, y cada uno es desarrollado en el capítulo correspondiente.

Respecto a la aleya en cuestión, nos resulta más adecuada la interpretación que se consigna con el número 4. Pues dijo el Imam Al-Sadiq (P): El rúh es un ángel superior a Gabriel y Miguel". Dice Alí Ibn Ibrahim en su libro de exégesis: "El espíritu es un ángel superior a Gabriel y Miguel que acompañaba al Profeta y los Imames". Se relatan del Profeta (BPD) algunos dichos citados en exégesis coránicas escritas por sabios de la escuela sunnita que dicen: "El Rúh es una hueste de Dios, no es un ángel, sus integrantes poseen miembros". Luego recitó (el Profeta) la aleya 38 (que aquí comentamos) y agregó: "El Rúh es una hueste y los ángeles otra".

De cualquier forma, sea esta criatura de Dios ángel o no, el Día del Juicio Final estará preparada junto a los ángeles para ejectuar las órdenes divinas.



Ese día el temor y el desconcierto alcanzarán a todos, y nadie podrá hablar sin la anuencia de Dios. Dijo el Imam Al-Sádiq (P) cuando se le interrogó sobre este versículo: "¡Por Dios! que nosotros (e.d.: los Imames) tendremos la anuencia para hablar el Día de la Resurrección". Y se le interrogó: "¿Y qué dirán?" Respondió el Imam (P): "Enalteceremos a nuestro Señor, bendeciremos a nuestro Profeta e intercederemos por nuestros seguidores, ¡y no nos rechazará (la intercesión) nuestro Señor!"

La expresión sauában (verdad) es prueba fiel de que si los ángeles, el espíritu, los profetas o los próximos intercederán por algunas personas, ello no carecerá de resultado.

En lo que sigue se hace alusión al día de la comparecencia de los hombres y los ángeles, el día de la discriminación, día de castigo para los rebeldes y de misericordia para los temerosos de Dios:

Tal será el día de la verdad,
El vocablo haqq (verdad) indica algo firme, real y concretable, y es aplicable exactamente al Día del Juicio Final. Asimismo es el día en que se hará justicia con la verdad, en que se tomarón de los opresores e injustos los derechos de los oprimidos, y las verdades y secretos ocultos serán revelados. Por lo tanto será un día de verdad en todas las dimensiones.

Dado que la consideración de esta realidad irreductible puede convertirse en el más efectivo incentivo para que el hombre emprenda el camino hacia Dios y Le obedezca, agrega enseguida:

¡Quien quiera pues, que se encamine a su Señor!(39)
Absolutamente todos los medios que conducen a Dios están preparados. Incansablemente y de manera exhaustiva y suficiente los Profeta (P) se han encargado de amonestar con la verdad, y el mismísimo intelecto humana ha sido colocado como un profeta interno en cada ser humano. El destino de rebeldes y justos será esclarecido; el juicio, elquerellante y el juez están ya determinados, lo único que resta es la decisión firme del hombre de aprovechar el libro albredrío que Dios le otorgó para a través de él elegir un camino de bien y de progreso. La palabra ma'ab significa "lugar de retorno", y también "camino", "sendero".

Y poniendo énfasis en el castigo de los pecadores y en su cercanía, dice a los que lo consideran algo lejano:

Por cierto que os hemos advertido del castigo inminente,
Por más extensa que sea la edad del mundo, no es más que una hora comparada con la duración del otro.

Dijo el Príncipe de los creyentes: "Aquello cuyo arribo es certero, es inminente y próximo". Y dice Dios a Su Mensajero: Persevera pues, (Oh Mensajero) pacientemente. Ciertamente que ellos lo ven (al día final) muy remoto, cuando nosotros lo vemos inminente. (79:5-7)

Y dado que en aquel día muchos se arrepentirán (arrepentimiento tardío que no los librará), inundándolos la tristeza y el lamento (que ya no les beneficiará), dice a continuación:

El día en que el hombre vea las obras de sus manos, y diga el incrédulo: "¡Ojalá me hubiese convertido en polvo!" (40)
Un grupo de intérpretes ha definido el vocablo iandhuru ("ve" u "observa") citado empleado en este versículo con el significado de iantadhiru ("espera"), y han sostenido que se debe a que aquel día todo hombre estará a la espera de su cómputo. Otros intérpretes lo definieron como el observar el registro de las acciones con sus hasanát (buenas obras) y saiiát (malas acciones).

También es probable que aluda a que el hombre observa la recompensa o el castigo de esos actos. En realidad no son necesrias ninguna de tales interpretaciones puesto que la corporización de los hechos de cada individuo en aquel día es algo evidente. En efecto, podemos discernir del estudio de diferentes versículos y tradiciones que los actos de los seres humanos se corporizarán adecuadamente. Cada hombre verá sus propias acciones, el pecador se verá sumergido así en el horror, el arrepentimiento y el lamento; mientras que los bienhechores se alegrará y estará feliz. Indudablemente no existe mejor recompensa para el justo ni peor castigo para el inicuo que ver que sus acciones han adquirido forma (bella o atroz, según el caso).

Dice el Sagrado Corán: Y encontrarán todo cuanto habían hecho. Tu Señor no defraudará a nadie. (18:49) Quién haya hecho bien, por insignificante que sea, lo verá. Y quien haya haya hecho el mal, por insignificante que sea, lo verá. (99:8-9). Esta es una de las maravillas del Juicio Final: la energía (de los actos) se convertirá en materia y los actos serán corporizados.

La expresión qaddamat iadáhu (la obras de sus manos) ha sido usada aquí pues la mayor parte de las obras se realizan con estos miembros. No obstante ello no es una expresión limitativa: incluye también lo que se perpetra con la lengua, el ojo y el oído (y el resto de los miembros corporales).

El Noble Corán nos hace una advertencia previa al arribo de ese Día: ¡Creyentes! ¡Temed a Dios! Y que cada cual considere lo que haya procurado para el día de mañana. Y temed pues a Dios, porque Dios está bien enterado de cuanto hacéis. (59:18)

Cuando el incrédulo e impío vea representadas las obras que realizó durante su vida se hundirá en tal desasosiego y lamento que dirá: "¡Ojalá me hubiese convertido en polvo!". Es decir: "Ojalá jamás hubiésemos evolucionado, ojalá nunca hubiésemos sido resucitados". Ellos sabrán que hasta la tierra es superior a ellos mismos, porque cuando el polvo recibe una semilla, luego da cientos de granos, siendo fuente de toda especia de sustancia alimenticia e innumerables bendiciones, siendo lecho y albergue del hombre, no perjudicándolo en lo más mínimo y en cambio beneficiándolo grandemente.

En cambio los incrédulos no brindan ninguno de los beneficios de la tierra. Por el contrario, sólo generan múltiples perjuicios. Efectivamente, el ser humano, la más noble de las criaturas, a causa de su incredulidad e iniquidad, es capaz de llegar al colmo de desear pertenecer a la categoría de los seres inanimados.

El Sagrado Corán dice que cuando los incrédulos y malhechores observen la escena del Juicio Final, el Juicio de su Creador, y el resultado de sus actos, reaccionarán de distintas maneras: Preveníos de que un alma diga (el Día del Juicio): "¡Ay de mí! por haber descuidado mi obligación para con Dios, porque fui uno de los escarnecedores". (39:56) Y otros dirán: ¡Señor nuestro! ¡Hemos visto y hemos oído! ¡Retórnanos al mundo y practicaremos el bien, porque ahora (sí) estamos persuadidos! (32:17)

El camino hacia una respuesta clara sobre la fatalidad (o compulsión) y el libre albedrío
Sin duda éste es uno de los temas más antiguos planteado por los sabios. Algunos de ellos eran partidarios del libre albedrío y otros de la compulsión fatal. Cada cual ha expuesto en este asuntos sus argumentos a fin de apoyar su posición, pero lo más interesante es que tanto uno como el otro reconoce y advierte el principio del libre albedrío, o dicho en otras palabras, es evidente que sus divergencias circulan alrededor de lo científico y no de lo práctico. Esto demuestra evidentemente que el principio del libre albedrío es natural e inherente a todo ser humano, y que si no fuera por algunas tentaciones todos serían partidarios suyos. Esta conciencia general e innata, común, que es uno de los fundamentos y argumentos más claros en favor de la libertad de elección, se manifiesta de diversas formas a lolargo de la vida humana, dado que si el hombre en verdad no tuviera voluntad propia y realizara las acciones obligado, ¿por qué entonces...?

1. El hombre se arrepiente por lo que hizo, o por lo que pudo hacer y no emprendió, decidiendo por ello aprovechar de su experiencia en un futuro. Este estado es común en los partidarios de la compulsión, y entonces cabe preguntarse: Si es verdad que no existe el libre albedrío, ¿por qué es que se arrepienten?

2. Comúnmente se reprocha el accionar de los inicuos, ahora bien, si actuó compulsivamente, ¿a qué se debe el reproche?

3. Comúnmente también se alaban y enlatecen las obras de los justos, ¿en qué se basa tal enaltecimiento (si, por actuar compulsivamente, ellos no lo decidieron realmente)?

4. Todos procuran educar y enseñar a sus hijos a fin de brindarles bienestar y felicidad; si actuaron por compulsión, ¿qué propósito tiene esta enseñanza y educación?

5. Los sabios se esfuerzan para elevar el nivel moral de la población, ¿de qué vale ese esfuerzo?

6. El hombre se arrepiente de sus faltas y pecados, si aceptamos el principio de la fatalidad y compulsión en los actos humanos, ese arrepentimiento no posee entonces ningún signicado.

7. El ser humano suele lamentarse por las negligencias que comete, ¿por qué?

8. En todo el mundo se juzga y condena a los malvivientes y delincuentes, siendo que actos involuntarios no tienen por qué ser juzgados ni merecen condena.

9. En todas partes del mundo y en todos los pueblos, tanto religiosos como materialistas, se cree en un castigo para los malhechores, ¿castigo por lo que efectuaron compulsivamente?

10. Cuando se viola los intereses e integridad de un partidario de la fatalidad, todos claman, condenan al culpable y lo llevan a juicio.

Si realmente el hombre no es libre de elegir lo que hace, ¿qué significado tiene el arrepentimiento, de qué vale el reproche, y por qué se alaba y estimula a los bienhechores? Y es obvio que si aceptamos el efecto de la enseñanza y la educación, la teoría de la compulsión y fatalidad en los actos humanos pierde todo significado. E incluso ningún valor ético y moral tendría sentido sin el libre albedrío.

Si estamos obligados a realizar nuestros actos, ¿de qué nos lamentamos? Por lo demás, juzgar a alguien que fue compelido a una acción es uno de los actos más tiránicos, y castigarlo es todavía más injusto.

Todo esto demuestra que el principio del libre albedrío es algo propio de la naturaleza humana y que coincide con la conciencia general de los hombres de todo el mundo. No sólo la gente común acepta el libre albredío, sino también los filósofos y los sabios, e incluso aquellos mismos que han sostenido la hipótesis del fatalismo (pues lo contradicen en la práctica). Reiteradamente el Noble Corán hace hincapié sobre esta cuestión. Además de hacerlo en la sura que interpretamos, cita este tema en otras muchas aleyas. Citemos tres de ellas: Por cierto que le señalamos el camino (a cada hombre), ya fuera agradecido o ingrato (76:3). Diles: "La verdad dimana de vuestro Señor"; así pues quien quiera que crea y quien quiera que no crea (18:29). Por cierto que esta (revelación) es una admonición, mas quien quiera podrá encaminarse a su Señor (76:29).

El tema de la fatalidad o compulsión y el libre albedrío es muy extenso y se han ese escrito en ese terreno numerosos libros. Lo citado anteriormente sólo es un vistazodesde el punto de vista del Sagrado Corán y de la lógica. Damos fin a nuestras palabras con una importante advertencia: El que se tomara partido por el fatalismo (dentro de la cultura islámica) se debió no sólo a diferencias filosóficas y lógicas sino también a importantes factores psicológicos y sociales. La mayor parte de las personas que siguieron esta idea intentaron huir del peso de las responsabilidades, o sostuvieron este principio para encubrir los fracasos y frustraciones provenietnes de su incompetencia y negligencia, o simplemente para esconder sus rebeldes ambiciones. Un ejemplo lo podemos encontrar en que sostenían: "Si bebemos alcohol es porque está predestinado, y si contrariamos el destino la ciencia de Dios se convierte en ignorancia".

Muchas veces los colonialistas, con el mero objetivo de acabar con la gente y sofocar el fuego de la cólera de los pueblos, lograron imponerse apelando a esta creencia. Hacían creer a los oprimidos y desposeídos que desde siempre estuvieron destinados a la vida y penurias que sobrellevaban, y que no quedaba más remedio que rendirse y someterse. A través de la aceptación de esta teoría justificaban todos sus actos criminales y opresivos. De esa manera no cabía diferencia alguna entre el rebelde y el obediente.

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¡Dios nuestro! Protégenos de las creencias desviadas y de sus consecuencias. ¡Creador nuestro! Ese día elInfierno acechará a los rebeldes y el Paraíso aguardará a los timoratos victoriosos. ¡Estamos esperanzados en Tu favor! ¡Señor nuestro! No nos humilles ese día en que debamos observar nuestras acciones con nuestros propios ojos. Amén, Señor de los seres.
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