El matrimonio en el Islam
17 de
Octubre de 2008, 17 de Shawal de 1429
Imam: Hafid Ahmed Bermejo
Alhamdulillah
Hermanos Musulmanes: os exhorto a tener Taqwa de Allah, ya que ése es el camino
del éxito y el triunfo.
Dice Allah, subhanahu wa ta’ala, en Su Libro: “Y parte de Sus signos
es que creó esposas sacadas de vosotros mismos para que encontrarais sosiego en
ellas, y puso entre vosotros amor y misericordia;” (30, 21)
Hermanos en el Islam; ciertamente el ser humano busca por naturaleza la vida en
sociedad y desea vivir con una comunidad, con un grupo de otras personas. El
hijo de Adam es un ser sociable que le gusta la convivencia con los demás pues a
eso es a lo que le llama su naturaleza. El que esto sea así se debe a la
Sabiduría del Misericordioso; pues El ha creado al ser humano para que sea Su
Jalifa, su representante en la tierra, y es totalmente imposible que esto ocurra
si no vive en una sociedad, con un grupo de gente que se ayuda y convive
siguiendo lo reconocido como bueno.
Y podemos afirmar que la familia es la primera sociedad o la base sobre la que
se edifica esta sociedad. El ser humano ama la familia y le gusta vivir en ella,
y por esta razón su naturaleza le lleva o le llama a contraer matrimonio. Este
es el motivo de la gran importancia que tiene el matrimonio en el Islam, porque
es un asunto al que nos llama nuestra propia naturaleza y un vinculo de unión y
de ayuda entre los cónyuges. Si además se vive en armonía, cumpliendo cada
cónyuge con sus obligaciones, practicando la sunna del Mensajero y obedeciendo
las leyes de Allah, se estará obteniendo una gran recompensa y un enorme
beneficio.
El primer pilar del matrimonio, o el primer paso que se ha de dar antes de
contraer el matrimonio, es la intención:
Aquel que quiera contraer matrimonio, ya sea hombre o mujer, ha de tener una
intención clara y correcta. Su intención ha de ser protegerse de lo prohibido,
proteger a su nafs y alejarlo del haram. Y ha de tener la intención de desear el
bien para la otra parte, buscar lo mejor para el cónyuge. No es en absoluto
deseable contraer matrimonio con una intención que no esté conforme a lo que
hemos mencionado, o que se busque engañar, traicionar o aprovecharse de la otra
parte. La intención ha de ser la bondad, la virtud y la rectitud para con la
otra parte del matrimonio y el deseo de tener una descendencia recta, ya que
este es uno de los mejores resultados de dicha unión.
La formación de la familia se inicia con la unión del varón y la mujer por medio
del matrimonio y es por esa razón que nuestro Din encomienda –a la hora de
elegir esposo y de elegir esposa– la rectitud y la virtud.
El segundo paso previo al matrimonio es la elección; Al Ijtiyar
Dijo el Mensajero de Allah, sallallahu alaihi wa salim, en lo referente a
la elección del esposo: “Si os viene un hombre de cuyo Din y de cuya conducta
estáis satisfechos, autorizad el matrimonio. Si no lo hacéis, habrá conflicto en
la tierra y la corrupción será grande”. (, que Allah esté satisfecho con él)
En este hadiz, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él,
ordena que, cuando se busque un marido, se elija al que tiene un buen Din y
buena conducta. Es decir, aquél cuyo Din es defectuoso y su comportamiento no es
correcto, no es un buen compañero a la hora de compartir la vida. Por tanto, en
este hadiz hay una exhortación a elegir bien el esposo y a tomar en cuenta que
cumpla la Sharia (la Ley revelada) de Allah.
Hay gente que no considera este aspecto o le da poca importancia, dándole más a
los sentimientos, la atracción, las apariencias bellas o la posibilidad de
riqueza, siendo todas estas cosas aceptables, siempre y cuando no se prefieran
al Din y a la nobleza de carácter y conducta.
El Islam recomienda también que el hombre elija con cuidado a su esposa ( ), que
Allah esté satisfecho con él, dijo: “El Profeta, que Allah le bendiga y le dé
paz, dijo: “Se elige a una esposa por cuatro motivos: por su riqueza, por su
linaje, por su belleza y por su Din. Dadle preferencia al Din y tendréis
éxito””. ( ).
Estas palabras son una exhortación para que, a la hora de buscar una mujer recta
con la que casarse, demos menos importancia a características tales como la
riqueza, la buena familia y la belleza, si no van acompañadas de un Din correcto
y fuerte. Si no es este el caso y deseamos obtener el éxito, debemos dejarlas y
buscar una mujer por su Din más que por ninguna otra cosa.
Este hadiz es también la prueba de que cuando una mujer tiene un buen Din sus
defectos, sean los que sean, quedarán cubiertos. Y lo contrario ocurre cuando
una mujer posee riqueza, buena familia y belleza pero sin embargo no es una
mujer que ponga en práctica el Din. Esta carencia puede ser la puerta abierta a
muchos males, confrontaciones y disputas.
Si se ponen en práctica estos dos primeros pasos, (la intención y la elección),
y la elección del cónyuge se basa en estos criterios, no cabe duda de que el
matrimonio, con el permiso de Allah, será sólido y feliz y en la convivencia se
podrán alcanzar: mawaddata wa rahmah, el amor y la misericordia
mencionadas en la aleya que hemos mencionado al principio.
Ciertamente la Sabiduría del Misericordioso es infinita. Él ha creado a todos
los seres humanos de una sola persona, y de esta persona ha creado a su esposa
para que viva con el y para que de ellos surjan abundantes hijos e hijas que
preserven la raza humana y para que continúen siendo los califas de Allah en la
tierra.
Dice Allah en Su Libro: “¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir
de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos
hombres y mujeres” (Nisa, 1)
La persona debe encontrar en el matrimonio tranquilidad para el corazón, sosiego
para el nafs y paz para la conciencia. Dice Allah: “Y parte de Sus signos es
que os creó esposas sacadas de vosotros mismos para que encontrarais sosiego en
ellas, y puso entre vosotros amor y misericordia; realmente en eso hay signos
para la gente que reflexiona”. (30, 25)
Y el matrimonio que merece este sosiego, esta tranquilidad, el amor, la
misericordia y la descendencia recta que son un deleite para los ojos, es para
aquellos siervos del Misericordioso que buscan los dones provenientes de Él, y
se le piden a Él con sinceridad.
Dice Allah en Su Libro: “Y los que dicen: ¡Señor nuestro! Concédenos con
nuestras esposas y nuestra descendencia alegría para los ojos, y haz que seamos
un modelo para los que tienen Taqwa de Allah” (25, 74)
El matrimonio es una preparación para la vida en sociedad ya que, al estar
casado, se está viviendo el primer eslabón de la sociedad que es la familia. En
el matrimonio se debe experimentar alegría y tranquilidad, debe ser una
preparación para las responsabilidades, fortaleciéndonos y preparándonos para
afrontarlas como personas adultas y responsables. Y esta es la razón de que el
matrimonio tenga tanta importancia en el Islam: por su lugar elevado, tanto para
el individuo, como para la familia como para la sociedad.
El Islam otorga al matrimonio el grado de mizakan galidhan “un
compromiso fuerte” para guardar los corazones y proteger los miembros, pues
ciertamente es el primer grado del que se compone una familia. Y luego, los
componentes de la familia se diversifican y se expanden sobre la tierra. Se
convierten en tribus y gentes distintas para que puedan conocerse, como dice
Allah en Su Libro. Y es por todas estas razones por las que Allah, subhanahu
wa ta’ala, da tanta importancia al matrimonio y lo describe como “un
compromiso fuerte”.
La naturaleza del hombre y la naturaleza de la mujer son lo que definen los
derechos y las obligaciones. El Islam hace al hombre responsable del bienestar
de la mujer y de su seguridad, y le hace responsable de los derechos de la mujer
a través de los cuales se llega a la rectitud y se la protege de aquello que la
perjudica.
Dice Allah: “Los hombres tienen un grado sobre ellas” (2, 228)
Pero este grado al que hace referencia la aleya no es un grado de poder ni de
predominio, sino que en realidad aumenta la responsabilidad del hombre con
respecto a la mujer. Ella debe remitirse a él en lo referente a sus asuntos
personales, a los asuntos de los hijos, de la casa, las cuestiones de la
manutención, etc. Y a esto es a lo que se refiere Allah, subhanahu wa ta’ala,
cuando dice: “Los hombres están a cargo de las mujeres en virtud de la
preferencia que Allah ha dado a unos sobre otros y en virtud de lo que (en
ellas) gastan de sus riquezas” (4, 34)
El Islam nos llama al buen trato entre los cónyuges. La buena conducta en la
vida matrimonial es parte del Iman. Por otra parte, la mujer recta es la mejor
compañía que puede pedir el hombre en su vida. Ella acude a su marido buscando
ayuda para cumplir sus obligaciones porque ve que la convivencia es agradable y
su conducta correcta. A ella van dirigidas las palabras del Mensajero, que Allah
colme de bendiciones: “Se alegra cuando lo ve, le obedece cuando le ordena,
no va en contra suya y no gasta su riqueza en aquello que el desaprueba”.
Te pedimos oh Allah que nos des la capacidad para afrontar el matrimonio,
poniendo en practica Tus obligaciones y Tus prohibiciones y siendo fieles a la
Sunna de tu Mensajero.
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Hermanos en el Islam
Ciertamente el Islam basa la vida matrimonial en la virtud, en la Taqwa,
en el amor, en la Misericordia y en la ayuda mutua. Si lo hacemos así,
obtendremos seguridad y estabilidad, ser felices en muchas situaciones y
satisfacer los deseos sexuales de forma correcta. Y el resultado de tener una
familia correcta, es que la sociedad será correcta y la ummah será correcta y
estará unida. Y esto es una clara referencia a la aleya que hemos mencionado
antes en la que dice Allah: “Y parte de Sus signos es que os creó esposas
sacadas de vosotros mismos para que encontrarais sosiego en ellas y puso entre
vosotros amor y misericordia;” (30, 21)
Ciertamente el vínculo entre el marido y la esposa es una garantía para obtener
la felicidad, para poder obtener el amor y la misericordia que tanto se desea y
para lograr una descendencia recta que se expanda sobre la superficie de la
tierra.
En el matrimonio se consolidan los vínculo y se ejercita la misericordia; y es a
través de esto con lo que se consigue la felicidad en la pareja. Con esto se da
vida a las casas y se aumenta la provisión, y se obtiene la armonía y el
sosiego.
Pero será así siempre y cuando el vinculo matrimonial esté basado en las
condiciones que hemos mencionado anteriormente, esté basado en la armonía de la
convivencia, con cada una de las partes cumpliendo sus obligaciones, puesto que
al hacerlo estará entregando a la otra parte sus derechos. Y se han de cumplir
las obligaciones basándonos en la justicia y en el honor, la ecuanimidad y la
moderación, y en ignorar los asuntos que no tienen que ver con el Din o el
respeto mutuo. Y también alejarse de los malos pensamientos, de la desconfianza,
en no dejar que la lengua corra a su gusto con palabras que puedan hacer daño o
herir los sentimientos de la otra parte. Y uno de los peores males es que no
esté presente la paciencia,
Ciertamente no es posible obtener la felicidad de una familia hasta que los
miembros de la misma no están impregnados de las nobles cualidades: el buen
comportamiento, la paciencia, la amabilidad, el buen trato, la rapidez en
arreglar las disputas, etc.
Y todo esto no se puede conseguir si no es con Taqwa de Allah y obedeciendo al
Creador.
http://www.mezquitadegranada.com/index.php?id=elmatrimonioenelislam
NOTA: para no causar polémica de sus trasmisores he llegado a la conclusión de omitirlos ya que nuestro principal objetivo y meta es llevar el Islam para toda la humanidad y este Islam no tiene nombre ni apellido.
(Por el sheik munir valencia potes guía espiritual de la comunidad Islámica de Colombia