LOS PEQUEÑOS DETALLES
La religión que enseña que debemos tener amor y afecto hacia los
feligreses es la que menos pequeños detalles tiene para sus
seres queridos que tanto aprecia. Usted ve que cuando nos
convertimos al Islam hacemos el esfuerzo para aprender a hablar
en público y exitosamente lo logramos, empezamos a valorar el
conocimiento y no dejamos de adquirirlo. Pero ¿Por qué los
musulmanes cada día que pasa somos menos detallistas con los
seres que apreciamos?, nos apenamos, nos avergonzamos y metemos
el rabo entre las piernas cuando tenemos que decirle a los otros
lo importante que son para nosotros y lo mucho que los queremos.
El Islam nos enseña el amor y el afecto hacia los demás, y lo
malo de nosotros los practicantes es que lo sabemos pero nos
duele decirlo y demostrarlo.
Si supiéramos que tan grande es el significado de un pequeño
detalle para el corazón de un ser que apreciamos. Debemos
hacerlo hoy mañana puede ser tarde.
La actitud que un hijo tiene frente a sus padres es producto de
la formación que estos le dieron, cuando a un hijo le enseñan el
significado de los valores como el agradecimiento, el respeto y
el compromiso, es consciente de todo lo que han hecho sus padres
por él y asume una actitud de agradecimiento que se refleja en
el respeto, la lealtad y el cariño que se les profesa. Como
hijos todos tenemos un compromiso afectivo con las personas que
han dedicado su vida a proporcionarnos cuidado y cariño. “un
padre de familia disfruta igual de la compañía de su hijo, así
este tenga tres, diez o cuarenta años de edad”.
Lo que me sorprende es que cada vez más nos estamos volviendo
tan materialistas y nos olvidamos que en la religión el
principal camino que busca es la espiritualidad, mostrar afecto,
cariño y amor es lo que le brinda a una religión como el Islam
paz y armonía espiritual.
Criticamos y ponemos en la balanza a un hermano o hermana
preguntándonos: ¿Qué tanto ha apoyado económicamente a nuestra
comunidad?, eso no es lo importante, lo más trascendente es que
ha aportado en su crecimiento como persona, y cuanto ha enseñado
el amor al prójimo. El Santo Profeta Muhammad (PBD) solía decir:
“cásate con la mujer que le veas más din (religión), no mires su
dinero ni mucho menos su belleza, eso es pasajero pero el temor
a Dios vuelve inmortal su belleza y su riqueza.
Empecemos a crecer nuestra espiritualidad, honrando a nuestros
padres reconociendo el papel en lo que usted ha logrado en la
vida, sin ellos usted no existiría, sin el esfuerzo y el
sacrificio de ellos usted no hubiese tenido los momentos de
felicidad. Amar y reconocer que sin ellos los logros no hubiesen
alcanzado.
Existen personas que tienen tanta riqueza, tanta inversión de
tiempo y de cariño en su familia que nunca temen por lo que
pueda suceder con las cosas materiales y los bienes que han
logrado conseguir. Tengo unos vecinos ya mayores, entre 70 y 75
años, viven en una casa de dos pisos con terraza, el esposo se
mantiene sentado en el segundo piso viendo partidos de futbol y
la mujer en el primer piso cocinando y viendo telenovelas, solo
se ven las caras cuando salen al balcón los dos en diferentes
pisos. Tiempo les sobra lo que les falta es cariño, afecto y
amor para vivir en pareja, eso se aprende si desde el principio
fueran tomado como habito hablar un tema 5 o 10 minutos, con el
tiempo gozarían hablar 2 hasta 5 horas muchos temas y crecería
la alegría en ese hogar.
Hoy dígale a su ser querido, a su amigo, a la persona que le
ayuda en su superación como persona que lo admira, que le tiene
aprecio y que lo quiere, mañana puede ser muy tarde.
En su vida lo más importante no es lo que usted puede comprar
con el dinero. De qué le sirve convertirse en un gran ejecutivo
o en la mejor profesional si el día que decida dedicarle algo de
su triunfo a sus seres que lo han querido, tal vez sea demasiado
tarde.
¡Hermanos y hermanas! Reflexionemos y seamos personas con más
cariño hacia los demás. Felicitemos a nuestros hermanos y
hermanas cuando han llegado a un puesto de honor, en poner
nuestra comunidad en alto, felicitemos a los hermanos y a las
hermanas que un día se sienten feliz el haber nacido, no dejemos
ese compromiso solo a Dios, nosotros somos los califas, los
sucesores de Dios en la tierra.
Su gracia no está en pedir, sino en valorar lo que ha recibido
de sus seres queridos. Si con amor sabe extender su mano de una
forma adecuada, no encontrará mejores maestros, mejores guías,
mejores consejeros ni mejores amigos que sus propios padres.
Cuando las cosas le salgan mal, siempre es más fácil pedir
perdón y perdonar que mantener largos ratos de silencio, d
indiferencia o de agresión mutua. No tema demostrarle a sus
seres queridos cuanto ha cambiado. Cuando veamos que ellos se
equivocaron, hágaselos saber pero en privado y con cariño, y
cuando reconozca que acertaron igualmente felicítelos,
respételos. Imagínese lo que puede llegar a sentir un ser
querido cuando es puesto en ridículo por parte de su querido.
“la prudencia y la comprensión frente a sus errores, son la
mejor prueba del respeto que les profesa”.
El amor es más que ese sentimiento que tiene cuando encuentra
una persona que además de gustarle y agradarle físicamente, lo
hace sentir pleno como ser humano y cuando existe la posibilidad
para el amor no importa cuánto tiempo se tome. El amor es el
encuentro, el intercambio de interés, sentimientos y
pensamientos entre dos personas, en medio de la cordialidad y el
respeto que es lo que da lugar al afecto.
Un gran hermano me dijo: “¡Sheij Munir! Si usted me hubiese
conocido cuando yo tenía a mis hermanos en los nortes y andaba
con mucho dinero en el bolsillo, se habría dado cuenta que yo
era una persona de corazón amplio y abierto”. Le respondí:
“¡Dios me libro!, para demostrar que tan amplio y cariñoso de
corazón usted es, no necesita tener dólares, lo único que yo
busco de usted es su personalidad no su bolsillo.
Hoy en día evaluamos a una persona si es buena o mala viendo que
tanto ayuda económicamente a su comunidad, ese es el error,
mejor busque como cada día se vuelve más ser humano, tenga
dinero, puesto o no. El ser humano es quien busca a Dios a
través del ayuno, la oración y no abandonar su salatul yumah (la
oración del viernes), todo trabajo, enfoque de vida tiene una
pregunta que es: ¿Cuál es mi objetivo general?
El Islam debe llenar en mí todos mis interrogantes. “dar la vida
a alguien es de alguna forma entregar la propia vida a cambio de
ello”.
Una mujer japonesa le preguntó alguna vez a un maestro: ¿a qué
edad debo empezar a preocuparme por la educación de mi hijo?, el
maestro le respondió: “¿Qué edad tiene su hijo?”, -tiene nueve
meses, entonces el maestro afirmó: “¡ha debido haber empezado
hace dieciocho meses!”.
Una persona debe estar lo suficientemente enamorada del ideal de
tener un hijo para dedicarse a tenerlo, Sólo así es posible que
este en capacidad de entregarle su vida para sacarlo adelante.
El sentimiento de gratitud es algo fundamental en la relación
entre padres e hijos, pero la gratitud se cultiva y germina sólo
en medio del amor. Cuando la gratitud es forzada, convierte la
relación en un intercambio comercial, por eso el amor por un
hijo comienza antes de concebirlo. El verdadero amor nunca
espera nada a cambio.
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