¿MIEDO A LA MUERTE O AL TORMENTO A NO MORIR?

 

Este sermón es para que lleguemos a esta profunda reflexión: ¿los seres humanos al final le tenemos miedo a la muerte o al tormento de no morir?, nosotros sabemos que por muy triste que sea nuestro final. Todos probaremos la muerte y hasta nos preguntamos asombrados, ¿Qué le pasará al último que muera? ¿Quién lo acompañará en su funeral?, ¿Quién lo enterrará?, usted entra al cementerio y ve hermosos epitafios hablándole a su ser querido sobre su profundo amor y aceptando con dolor su muerte, pero eso no quiere decir que lo qué más le tema el ser humano sea la muerte, ya que al final nos ocurrirá a todos. Es más el hecho de sólo aceptar la muerte tiene bendición y misericordia según la sura 2 aleya 156-157:

 

“¡aquellos que cuando les aflige una desgracia, dicen: “en verdad, pertenecemos a Dios y, en verdad, a Él retornaremos!, ellos son los que obtienen las bendiciones y la misericordia de su Señor y ellos son los bien guiados”.

 

Es preferible al entrar al cementerio decir 7 veces estas 2 aleyas y en especial la primera: “innal-lil-laji ua inna ilaiji rayiun”, (Ciertamente Somos de Dios y a él Retornaremos) esto confirma que la muerte para el ser humano es una desgracia pero no significa su final.

 

Con tres preguntas este sermón empezará a tener forma y consistencia:

 

1- ¿nos duele y nos atemoriza la muerte de un creyente?, es posible que en sus cuarenta días le hagamos un gran duelo por la partida o la forma como fue asesinado injustificadamente pero eso jamás quiere decir que su muerte nos cause terror, al contrario cuando muere un creyente el sura 3 aleya 169 dice lo siguiente:

 

“y no penséis que quienes han caído por Dios han muerto, ¡al contrario! Están vivos y sustentados junto a su Señor”

“¡alma sosegada! ¡Vuelve a tu Señor, satisfecha, acepta! Y entra con mis siervos, ¡entra en mi jardín!”.

 

 

 

2- ¿nos duele y atemoriza la muerte de un opresor?, es posible que no nos duela pero si nos atemoriza su fin.

 

Dice el Sagrado Corán sura 78 aleya 40 lo siguiente:

 

“En verdad, os hemos advertido de un castigo cercano el día en que vea el hombre lo que envió por delante de sí mismo, y el dirá: “¡ay de mí!, ojala fuese polvo (ialaitani kuntu turaba), esto quiere decir que ojala no fuera nada, polvo del camino, de manera que no tuviera ahora que sufrir las consecuencias de mis actos anteriores.

 

La ultima y tercera pregunta es la siguiente, ¿Qué es lo que nos atemoriza de las dos aleyas del creyente y del opresor?

 

Hermanos y hermanas en la senda del Islam, en las dos aleyas (de un creyente y opresor) Dios Altísimo no asume que están muertos, nadie morirá sea creyente o incrédulo estarán vivos, eso sí atormenta a los que estamos esperanzados en el perdón de Dios a través de su Misericordia y no por su Justicia. Muchos sabemos que lo que nos tiene esperanzados a una recompensa en la otra vida es su Altísima Misericordia. Si el Todopoderoso usa su Justicia iremos la gran mayoría al infierno y sepamos que jamás moriremos.

 

Algunos tienen la esperanza que al ser incinerados o cremados y sus cenizas sean esparcidas al viento o al mar se le terminará la angustia de poder morir eternamente, ¡jamás!, nadie, absolutamente nadie morirá, a todos nos llegará la ley (judud), nos llegará el castigo (adab) y nos llegará el tormento de no poder morir.

 

Un gran hermano de Bogotá, que lo quiero mucho por su sinceridad y su nobleza, junto a su esposa y su hija me hizo la siguiente pregunta: “¿Sheij usted le tiene miedo a la muerte?, y yo le respondí que realmente no le tengo miedo a la muerte porque al final a todos nos llegará y eso me tranquiliza, pero a lo que sí le tengo pánico, terror y que me tortura en esta vida es pensar que realmente nadie morirá.

 

Uno de los grandes sueños de un incrédulo desesperanzado es suplicarle a Dios que lo vuelva polvo o ceniza. Le tengo miedo es a la forma como moriré y no tenga nada que ofrecerle al creador y ser de los que esconderán la mano porque está vacía.

Le dije a este hermano que cada año siento más miedo de saber que no voy a morir y se me acerque el ajuste de cuentas. Cada día me pregunto más, ¿Por qué no hice cosas útiles hace 20, 10 o 5 años atrás?, cada día de sumarle más a mis aptos de premios para la otra vida lo que hago es hacer que se disminuyan más.

 

Se acerca la fecha de mis cumpleaños y leo una y mil veces la frase del Profeta Abraham que frente al espejo miró su rostro envejecido y con canas dijo al Creador de su existencia “oh Dios mío en mis 80 años jamás he cometido un pecado y jamás te he dejado de amar”. El Imam Ali (P) que el Profeta Muhammad (PBD) dijo: “yo soy la ciudad del saber y Ali es su puerta”, dijo al recibir sobre su cabeza el golpe de una espada envenenada cuando estaba orando: “he triunfado por el Dios de la Kaaba”.

Al contrario nosotros cada día que pasa nuestras acciones nos van convirtiendo en infieles, tenemos ojo y no vemos, oído y no escuchamos, hay muchas aleya que dice que Dios Altísimo no exagera en sus ejemplos, simplemente demuestra que el ser humano llegará un tiempo que será el dueño de la tierra y Él no la aceptará como recompensa de su perdón:

“En verdad a quienes no crean después de haber tenido fe e incrementen su incredulidad, no les será aceptado su arrepentimiento, esos son los extraviados, creyeron y dejaron de creer y se les acrecentó su incredulidad”, “en verdad a aquellos que no creen y mueren sin ser creyentes, aunque ofrecieran como recio de rescate la tierra llena de oro, no se aceptará, les aguarda un castigo doloroso y no tendrán quien les auxilie. (Sura 3 aleya 90, 91)

“Repartid de vuestra riqueza, por amor a Dios no os destruyáis con vuestra propia mano y haced el bien. Ciertamente Dios ama a quienes hacen el bien”. (2:195)

“nadie puede morir sin permiso de Dios y según un plazo fijado. Y a quien desee la recompensa de esta vida le daremos de ella y a quien desee la recompensa de la otra vida le daremos de ella. Y pronto recompensaremos a los que son agradecidos”. (3:145)

 “Pronto infundiremos el terror en el corazón de los que no creen por haber adorado a otros como a Dios, cuando Él no había hecho descender sobre esos poder alguno. Y su morada será el Fuego. ¡Qué mala es la morada de los opresores!”. (3:151)

“En verdad, Dios posee el conocimiento de la Hora. Él hace descender la lluvia y conoce lo que hay en el seno materno. Y ningún ser sabe lo que obtendrá mañana y En verdad, Dios todo lo sabe, está bien informado”. (31:34)

“Cuando el sol sea enrollado (1) y cuando caigan las estrellas (2) y cuando las montañas se desmoronen (3) y cuando las camellas preñadas de diez meses sean abandonadas (4) y cuando las fieras sean agrupadas (5) y cuando los mares se llenen de fuego (6) y cuando las almas sean emparejadas (7) y cuando a la niña enterrada viva se le pregunte (8) por qué delito fue matada (9) y cuando las páginas escritas sean desenrolladas (10) y cuando el cielo sea despellejado (11) y cuando el Infierno sea avivado (12) y cuando el Jardín sea aproximado, (13) entonces, cada alma conocerá lo que presenta”. (81: 1-14)

 

 

 

Sermón del Viernes por el Sheij Munir Valencia Potes por motivo de la llegada de sus cumpleaños Marzo 2014