¿Cómo curar el traumatismo de la muerte?

Como es sabido el ser humano jamás está preparado a la gran reflexión dicha en las tradiciones islámicas, las cuales es “muere antes de morir”. Esta no preparación física, psíquica, espiritual y moral al llegar la muerte de un ser querido ocurre en nosotros un traumatismo que nos opaca la vida y permanecemos muerto sin morir. Por ese motivo la mejor cura para líbranos de este gran traumatismo es recurrir a los pasos que dice la escuela de pensamiento islámico con respecto a la muerte, sin obviar ninguno de ellos en especial hablarle al muerto en la tumba.

Es muy importante cumplir los ritos al nacer como el hecho de morir, son dos facetas vinculadas, una trae felicidad, mientras la otra, deja tras de si tristeza y dolor- pero es obligación tener fuerza de enterrar a nuestros muertos tanto física como espiritual.

Todos estos ritos fúnebres nos hacen aceptar una gran realidad, así como el comienzo de la vida, para un creyente es la difusión del alma en el embrión humano desde ese preciso momento, la vida terrenal transcurre en etapas, teniendo cada cual su mundo, sus vivencias, sus goces y sufrimientos. El paso de un mundo a otro siempre va acompañado de una sensación de temor, temor a lo desconocido, lo incierto y lo inusitado.

El recién nacido deja el claustro materno en pos de nuestro mundo con un grito, el que no sabemos si es un grito de socorro, por haberlo extraído de un mundo donde disfrutaba de toda clase de protección y bienestar, o es un grito de alegría por haberlo liberado de un mundo limitado hacia otro mas amplio y mas variado.

Sabemos que para un creyente la muerte es un suceso triste y penoso, pero no es catastrófico. El llanto por la muerte de un ser querido es una manifestación sincera e innata de nuestros sentimientos, por lo tanto es imposible contenerlo totalmente, pero si es posible aliviarlo y moderarlo.

Hermanos ser musulmán no es un salvo conducto hacia el paraíso es simplemente tener una ruta segura que nos conduce al creador. Llegar al creador es toda una vida de prepararnos con buenas provisiones.

El primero es el baño del muerto los tres baños- gusl con loto, alcanfor y la tercera con agua pura-eso permite cambiarle de semblante a un color natural y lo pone menos tenso y mas espiritual.

El segundo la mortaja cumple la función de prepararlo físicamente y le embellece el camino para ir a una cita especial con el creador, es obligación que la mortaja no tenga costura.

Son enseñanzas proféticas, tradición de nuestros maestros. El sudario o mortaja en nuestra vida tiene un gran significado cultural donde encierra muchos secretos.

El tercero es acicalar al difunto con perfume tanto terrenal como celestial. En la historia sagrada y la traducción oriental hasta los de la costa pacifica colombiana el alcanfor sirve para que ningún bicho nos dañe la ropa y también creemos que hace unos cambios hormonales en el ser humano. Dios Altísimo creador de la humanidad, desde el principio ordenó perfumar al difunto con alcanfor los 7 puntos del cual él adora a su señor que son: la frente, las dos palmas de las manos.

Las 2 rodillas, los 2 dedos grandes de los pies y preferible también perfumarle la nariz.

Es posible que el alcanfor se a el mejor almizde de buen olor en la vida celestial que hace alejar a cualquier animal por respeto a la orden del creador.

El cuarto punto es la oración al difunto es el máximo respeto y nos hace ver que el difunto es un ser que pertenece a otro plano celestial. Dios nos creó para que lo adoráramos y lo glorificáramos, pero al único ser que nos obliga a que lo despidamos con el honor de una oración es al difunto, ese mismo ser que el creó. Es algo grandioso porque con la oración al muerto es cuando lo conectamos en el camino de la eternidad. “se cumple la promesa de su eternidad”. En el caso del islam se dice conforme a nuestra creencia: ash-hadu an-la ilaja il-lal-lah ua ashhadu an-na muham-madar-rasullul-lah – atestiguo que hay un solo Dios y Muhammad es el mensajero de Dios y se continua de pie diciendo: al-la hummag fir-lil-lil muminina ual- muminati. “oh Dios perdona a los creyentes y a los creyentes.

Al-lajammag firli li jadal meiet ó meita-oh Dios perdona a este muerto o muerta.

Al-lajuakbar – Dios es Grande.

El quinto punto es el entierro: “tierra eres y tierra te convertirás” dice la historia sagrada monoteísta que cuando fue muerto Abel por su hermano Caín y la tierra se le tragó la sangre, Por pedido del profeta Adam a su Señor, por haber visto la sangre de su hijo, que a partir de ese momento se viera la sangre de todos los dolientes y que la tierra no se la tragara. A partir de esa petición aceptada por Dios la sangre del ser humano no será absorbida por la tierra. Es por ese motivo que vemos que la sangre queda sobre la superficie de la tierra. También por orden divina el cuerpo debe ser enterrado en la tierra para cumplirse la promesa del creador: “polvo eres y polvo te convertirás”. No se le puede desenterrar y tampoco que permanezca toda su vida sin volver a su estado original de convertirse en polvo.

Mi tema principal de este sermón del viernes no es hablar de estas 5 obligaciones de la ceremonia fúnebre de un monoteísta, es más bien para que compartamos una verdad aceptada y comprobada por la ciencia del siglo XXI. Aunque aun es un acto preferible en las religiones que realizaron todos los Profetas a sus seguidores pero que sirva para curar el estrés y el traumatismo a los familiares y dolientes del difunto. El cual consiste en hablarle al muerto en el momento de enterrarlo. Con esta acción no se necesita psicólogo ni mucho menos psiquiatra para un doliente.

Yo lo hago hoy en día tanto para musulmanes como para católicos, evangélicos y hasta judíos. Esta practica monoteísta ayuda a curar el traumatismo dejado por nuestro ser querido que ha fallecido.

Viendo la importancia de esta practica en la salud del ser humano y que estoy viviendo en un país que son la mayoría católicos y evangélicos he optado en hacer dos formatos fúnebres uno para católicos y evangélicos y otro para musulmanes sunny y shiia.

Buenaventura por ser la primera ciudad que creció el Islam en Colombia por gente nativo y cuenta con su primer sheij egresado de un país Islámico, ya se vive esa practica que la realizan tanto católicos, evangélicos y por supuesto musulmanes.

Esta cura consiste en hablarle al difunto en la tumba con la plena seguridad que él nos escucha y aceptamos su partida en este camino que todos somos viajeros. Al no hacer esta práctica es posible que físicamente enterremos a nuestro muerto pero no espiritualmente, ya que lo guardamos en nuestra mente y conciencia haciéndonos mucho daño físico y psíquico.

Hermanos y hermanas para mi hipótesis tengo una prueba muy practica que se ve en la vida cotidiana: un hombre- Audubil-lah- que siempre maltrate a su mujer frente a sus hijos con gritos, y golpes y un día la mujer decide no seguir aguantando tanta humillación, entonces en el momento que nuevamente la esta maltratando ella agarra su maleta y toma la decisión de irse. El esposo cuando la ve tan decidida y que no hay vuelta atrás, le suplica llorando que no se vaya y que por favor lo perdone. Esa mujer en la puerta de la casa sabe que debe irse pero mira a sus hijos llorando y con angustia diciéndole: mamá no te vayas mamá, por favor no nos dejes”. Esa mujer entra y pone su maleta en el piso y el sínico hombre cobarde le dice: “yo sabia que no te ibas a ir ¿Dónde pensabas irte si aquí lo tienes todo? Esa mujer que el creyó convencer, es verdad que físicamente no se fue de la casa por que esta en carne y hueso allí, pero hace mucho rato que no la tiene espiritualmente en su hogar. Desde ese momento nace un trastorno psicológico, ella esta físicamente en la casa pero mental y espiritual ella se fue desde el momento que se paró en la puerta con su maleta, pero muchos no lo creen.

Así mismo es con la muerte. El fallece y los dolientes no aceptan su partida y empiezan a gritar, llorar y decir ¿Dios por qué te lo llevaste? Lo queríamos tanto.

A veces lo hacen ver más de tres soles o luna y se visten de luto total, es decir físicamente y espiritualmente haciendo que ha sucedido algo catastrófico en dicho hogar. Aunque salieron con su muerto de la casa al cementerio ellos no saben que dejaron al muerto espiritualmente en su casa. Al volver del cementerio ellos saben que su espíritu esta en su casa y le guardan todas sus prendas o cualquier objeto que le pertenecía para seguirlo viendo y sintiendo.

¡por favor! Eso es lo que llamo “Traumatismo de la muerte” y la mejor cura es hablarle al muerto en la tumba.

Les pido que lean y vean el ultimo entierro que se realizó en Buenaventura de la mujer de un hermano Musulmán, siendo ella aun católica, pero le recomendé que hiciera esta lectura para curarlo del traumatismo de la muerte, fue muy duro para él pero su cura es impresionante.    

  

 

 

 
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