Bismillahir Rahman irrahim

Como abracé el Islam?

 

 

Todas las alabanzas son para Allah, el Creador del Universo, Quiera El bendecir al mejor ser de la Creación y a su Ahlulbayt (Gente de la Casa).
 
 
…A quien Dios ha guiado nadie podrá extraviar y a Quien Él ha desviado nadie podrá guiar.
 
 
Desde muy pequeño siempre sentí una cierta inclinación por los asuntos relacionados con la religión y creo que esto se debió a las fuertes enseñanzas de nuestra Bisabuela Sofía Cándelo, anciana que siempre nos inculcaba el rezar el rosario antes de dormir y aunque siendo niños no entendíamos mucho la esencia de este acto religioso, cumplíamos con sus órdenes. Fue así como los niños del barrio nos vinculábamos a las actividades religiosas de la iglesia de La Virgen del Carmen, y estudiábamos la catequesis en un grupo para niños, pero yo siempre me preguntaba ¿Cómo era posible que Jesús fuese Dios? si la imagen de Dios en mi mente era la de un ser Supremo Poderoso, que no podría haber sido derrotado ni humillado por ningún otro ser. Nunca tuve una respuesta clara a este cuestionamiento. A la edad de 16 años, una vez cuando pasaba vacaciones en Cali, en la casa de unas tías que estudiaban en la universidad del Valle. Tome un libro  escrito por el movimiento Cimarrón, ya habiendo sido influenciado por la película Raíces, quería conocer más y más sobre mi origen africano. En este mismo libro, leí que un gran porcentaje de esclavos traídos a América tenían por religión el Islam o eran musulmanes. Al leer estas palabras sentí como un sonido agradable a mi oído "musulmán" aun no entiendo porque me gustó tanto esta palabra, parecía como si la conociese de hace mucho tiempo. Ahora, en este momento le doy una explicación muy místico a esto, pero no es necesario explicarlo en este breve escrito.
 
 
Al regresar a Buenaventura, pregunté sobre los musulmanes, mi madre me dijo; tenemos un musulmán en la familia, pero vive en Estados Unidos, se refería a mi primo Maco (Hasan). Inmediatamente contacté a sus hermanos, pero ellos no tenían certeza de donde se encontraba la mezquita en esa época. Fue por una amiga de una de mis tías, que asistía a la mezquita en el jorge (La hermana Doris) que pude obtener la dirección.
 
 
Inmediatamente le comentó a mi gran amigo de infancia Glauco Ruiz (Tato) y juntos decidimos ir un miércoles en la noche. Aun recuerdo como si fuese ayer, cuando nos atendieron el hermano Yusuf Arafat Sharif (Juan Pablo Romero) y su hermano Franco. Al verlos y hablar con ellos yo no cabía de la alegría,  al escuchar tantas cosas bonitas sobre el Islam y sobre nuestra historia africana. Nos invitaron a asistir los miércoles a unas charlas dictadas por el recién llegado de Arabia Saudita nuestro hermano Ali Abdurahman (Nielsen Gonzales), quien se convirtió para mí en ese entonces mi guía, mi inspiración y mi modelo de admiración, pues cada frase que nos decía estaba llena de sabiduría y de Din. Creo que fue por el hermano Ali que desarrollé ese sentimiento de querer siempre ir a estudiar la religión. Fue así como estuvimos asistiendo durante casi 3 meses o algo más, miércoles y domingos. Pude leer mi primera biografía del Profeta Muhammad (P), de quien puedo decir literalmente "me enamoré". Nunca supe de un ser más maravilloso, noble, humilde y amante de los oprimidos. En esa época asistíamos un grupo de jóvenes a la mezquita y nos sentíamos deseosos de pertenecer a ese grupo especial llamados musulmanes. Sentíamos que ser musulmán era ser diferente, especial, tal vez no teníamos la suficiente madurez para entenderlo pero si estoy seguro que Allah quiso que a esa edad 16 años, casi un año después de habernos convertidos en Bulugh(maduros) según la sharia islámica, diéramos nuestro testimonio de fe.
 
 
En el año 1985 decidimos testificar que No hay Más Dios que Dios, que Muhammad es su último Mensajero. Testimonio que dimos ante el Imam de la Mezquita el hermano Ali AbduRahman.
 
 
Solo, comenzaba la lucha, los altibajos en la fe, pero que de una u otra forma sirvieron para fortalecernos más y saber que este es el camino de la felicidad y del triunfo en esta vida y la Otra.
 
 
Creo que mi conversión es igual a la de muchos afroamericanos que entran al Islam por la puerta del Afrocentrismo, pero que con el estudio de esta hermosa religión descubrimos que es una forma de vida revelada para toda la humanidad, y que es la única religión que puede dignificar al oprimido, en este caso al hombre negro, por medio del sometimiento a Dios.
 
 
Queda una reflexión que comparto con todos nuestros hermanos y es que: Nunca debemos de abandonar la Difusión Islámica. El Islam salvó nuestras vidas y así lo hará con muchos otros seres humanos, por lo tanto cada uno de nosotros debe ser un difusor del Islam, pero más que con nuestras palabras, debe ser con nuestro ejemplo.
 
 
Agradezco desde el fondo de mi corazón a todos esos hermanos que fueron nuestras guías en esa época; el hermano Yusuf A. Sharif, el hermano Ali Abdurrahman, el fallecido hermano Nasser, nuestra hermana Alicia, el hermano Shabbaz,  'Abdul-lah(r.a), etc. Que la misericordia de Allah este siempre con nosotros y que nos haga morir solo como musulmanes.
 
 
wassalamualaikum
 
 
Abdulkarim Orobio
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