ANIMAL VS SER
HUMANO
El conocimiento es una cualidad del ser humano, es él
ser en esta tierra que se le otorgó tan atesorado
premio. Este sermón no es para resaltar este gran
atributo del conocimiento, sino sorprendernos como el
ser humano lucha para que algo tan hermoso que se lo
cedió Dios únicamente a él en la tierra, hoy desea por
todos los medios necesarios hacer de un animal un ser
pensante, y creo que es con el fin de demostrar que él
sí puede convertir un animal en un ser parlante
–audubil-lah- tratar de ser más que su Creador.
Decir que un animal es 100% deseo y disfrute no le
estamos quitando ni poniendo más de lo que es,
simplemente un animal que merece nuestro respeto por ser
también creación del Todopoderoso.
Yo no me asombro de un animal cuando un ser humano lo
adiestra tanto que se asemeja en algunas acciones a un
hombre, más con esta acción resalto la capacidad sin
límite de la mente humana.
La capacidad de la mente humana ha logrado que un perro
que hace 30 o 40 años buscaba a un gato para intimidarle
con sus ladridos y fortaleza, hoy lo vemos como se
acarician, se respetan y hasta se toleran, todo esto se
da por la capacidad intelectual del hombre, ya muchos
animales aprendieron a convivir con los seres humanos y
viceversa.
He podido entender todo avance de la mente humana para
dar a entender que hasta un animal puede tratar o
asemejarse a un ser pensante, lo que no he podido
entender es cuando creemos que un animal es un ser
pensante y hasta parlante, esto aunque no lo crean va
contra el innato de la naturaleza y es un desafío con la
creación y su creador Dios Omnipotente.
¡Hermanos y hermanas! castigamos a un perro porque se
come sus heces, castigamos a un gato porque no ha
aprendido a hacer sus necesidades en el baño, le pegamos
al caballo y al delfín cuando no cumple nuestras
órdenes, matamos a la serpiente porque nos asustó en la
selva, no le damos comida a un loro porque no repite lo
que le decimos, nos asombramos cuando un mono le ponemos
una ropa similar a la nuestra y desea quitársela,
castigamos a un bebe con no amamantarlo y obligamos a
que desde que nace deba tomar leche de tarro y no la de
su madre, le quitamos los juguetes a nuestros niños de 3
años porque no se levantan con nosotros a nuestras
actividades diarias, es decir, yo al trabajo y él a sus
estudios.
Como ha llegado el ser humano – el pensante, a drogar a
un perro con el fin de que olfatee la droga, quitándole
al animal su forma natural, la cual es ser un animal, no
un perro policía. Da lástima ver al ser pensante con un
látigo en su casa no para castigar a un hombre ladrón,
sino para castigar a su mascota si no hace lo que se le
ha adiestrado, y así decimos la célebre frase: “Entre
más conocemos a los hombres más quiero a mi perro o
mascota”, ¡Claro que sí! Con un comportamiento que los
pensantes ya le quieren dar su atributo a los no
pensantes, pues, tienen razón que al ver donde hemos
bajado como hombre y los animales como han subido su
estrato, de tal punto que hasta ya existen restaurantes
caninos, ambulancias, cementerios, lugares de romance,
hospitales y hasta me tocó ver matrimonio entre dos
caninos.
La lógica humana tiene un manual de convivencia y es
obvio que los seres humanos sólo pueden hacerlo. En
otros términos, ellos deben ser notificados de sus
deberes, la ejecución de un individuo ignorante es
decretada por las autoridades en jurisprudencia. Esto se
enfatiza por un principio titulado la indecencia de
castigar sin haber antes otorgado discernimiento.
Mi pregunta es la siguiente: ¿El ser humano está
haciendo estos tergiversados comportamientos con los
animales por desconocimiento o por un desafío ante su
creador?, es de aclarar que nuestra religión Islámica no
está diciendo que a los animales debemos tratarlos como
basura –audubil-lah- eso no es nuestro objetivo,
buscamos justicia y la cual se basa en poner las cosas
en su lugar. Los animales deben estar en su hábitat y
los hombres en su hábitat, y si en el caso nosotros como
pensantes deseamos desafiar la naturaleza, no podemos
castigar a ningún animal por su comportamiento innato.
Hasta hemos llegado al punto de ponerles clase y casta
de sangre de reyes a los animales. Hace unos días me
tocó ver a una señora de “clase” llegar a una clínica
veterinaria, llevaba a su perrita cargándola y bien
vestida, al dársela al veterinario se le suelta y otro
perro, pero callejero cuando vio a la perrita, se le
acerca para aparearla y poco le faltó a la señora sacar
una pistola y descargarle toda las balas a ese perro
callejero.
Conozco a un hermano de nuestra religión que está
criando a una gata, él dice que le conoce todo su
comportamiento, hasta la capó, porque ya se dio cuenta
que su gatita se estaba enamorando del gato del de
frente, y dice que ese gato no le cae muy bien.
¡Hermanos y hermanas! castigamos a los animales porque
no aprenden a ser pensantes, ¡por Dios! Ni a un bobo se
le castigará en la otra vida, aunque sea un ser humano.
El Islam no castigará al niño, al loco, al bobo, al
ignorante que no pudo aprender porque simplemente no
sabía, ahora nosotros queremos castigar y ponerle
infierno en esta vida y en la otra a un animal.
En el caso que tengamos un animal en nuestra casa,
debemos nosotros aprender de ellos, no ellos de
nosotros, yo he visto que empiezan a criar a unos gallos
y gallinas para el consumo, pero cuando ya se hacen los
animales grandes y gordos, lo hacemos que se mueran de
viejos porque nos da pena sacrificarlos para nuestro
consumo, ¡por favor hermanos y hermanas! muchos animales
Dios los creó para nuestro consumo, es su naturaleza y
verlos morir sin cumplir con su naturaleza le estamos
quitando su atributo de servir a la especie humana.
El Sagrado Corán también expresa frecuentemente este
asunto y garantiza que ningún individuo será ejecutado
por violar las leyes Divinas sin haber sido provisto con
anterioridad, a través de notas finales y citaciones,
esto no significa un pretexto para que la humanidad se
mantenga intencionalmente en la ignorancia.