CUANDO EL IGNORANTE DESCUBRE A SU PEOR ENEMIGO

 

Dice el Sagrado Corán: (Capitulo 6 versículo 111): << “Aunque nosotros hubiésemos hecho que descendieran sobre ellos los Ángeles y que les hablasen los muertos y les hubiésemos mostrado todas las cosas, no habrían creído, excepto si Dios hubiese querido, pero la mayoría son ignorantes”>>.

Este Versículo del Sagrado Corán nos enseña al peor enemigo del ignorante empezándonos a decir que él es ciego porque pasa mucho tiempo para descubrir a su peor enemigo. Muchos apartes del Sagrado Corán muestran que el ignorante es ciego por un vacío mental y espiritual más que económico. Dios Altísimo nos enseña en este versículo que, al ignorante por ser ciego, aunque fuesen descendido los Ángeles y que los muertos les hubiesen hablado no abrían creído por su ignorancia.

Podemos observar que una persona ignorante cuando tiene el poder político y económico su ceguera lo hace creer que todo el mundo es su enemigo, mejor dicho, ciego para ver y reconocer a su amigo, aunque los tenga cerca no percibe el aroma de quien le conviene para seguir viviendo. Un ignorante con poder no gozará jamás de un verdadero amigo, vecino y familiares porque al final todos lo suma como enemigos. Su ignorancia mental y espiritual es por falta de ética y moral que lo hace desconfiar de todas las personas que lo rodea. Como dice el dicho: “El ladrón juzga por su condición”.

Este ignorante pone en riesgo a todo lo que está a su alrededor, es muy vulnerable y ante Dios está en peligro de extinción.

Para Dios Omnipotente la persona que no cree que han descendido los Ángeles a la tierra (Paz sobre todos ellos) y que los muertos no hablen son considerados ignorantes.

Mi pregunta de este sermón es el siguiente: ¿Cuál es el peor enemigo del ignorante?

Hermanos y hermanas el peor enemigo de un ignorante es él mismo. El ignorante no tiene más enemigo que si mismo, aunque él crea lo contrario. Es la enfermedad más grande cuando te encuentras con un ignorante, por tal motivo Dios a la ignorancia la dibuja ciega porque pasan mucho tiempo para él ver la realidad de las cosas. Sus verdaderos enemigos no son su rival de trabajo, de extracto social, de posición social, de vecindario, de familia, sino que es una cuestión de ego para descubrir un día que Dios en su interior le habla diciéndole: “tu peor enemigo eres tú mismo”.

¿Cuándo descubres que una persona está ciega e ignorante? observaras que su primera señal es que él considera y jura que toda persona que le habla, lo aconseja, le explica, lo apoya y hasta lo critica es para al final quitarle su poder y la vida.

El Sagrado Corán dice: <<“El ignorante piensa que es rico, por su discreción. Los reconocerás por sus señales”>> (2-273). La señal que habla este versículo del Corán es mostrando la arrogancia y rebeldía del ignorante. Jamás aceptará su culpa, jamás aceptará su error, jamás aceptará que está equivocado, es ciego mental y espiritual.

Otro versículo del Sagrado Corán dice: <<“¡Se indulgente, ordena el bien y apártate de los ignorantes!”>> (7-199). El ignorante no es indulgente, al contrario al estar con él nos vuelve opresores y egoistas.

Otra señal del ignorante es que jamás aceptará estar con personas que recomiendan el bien y prohíben el mal. Para ellos, usted será su peor enemigo. por lo tanto, Dios le ordena a un creyente apartarse de un ignorante, son sordos, mudos y ciegos espiritual y mentalmente.

El Sagrado Corán también nos enseña de cómo debe ser el trato con un ignorante cuando te encuentres en la oficina o en la calle: <<“Y los ciervos del Clementisimo van por la tierra con humildad y si los ignorantes se dirigen a ellos, les dicen: <<“¡Paz- Salam!”>>.   

El peor enemigo del ignorante es él mismo, el pobre hombre ignorante tiene un delirio de persecución y puede dar orden de asesinar por su seguridad, pero el mismo sabe cuándo se acerca al espejo y a su almohada descubre que su único enemigo es él mismo.

 La enfermedad del ignorante es él mismo, su mismo ego, su misma sangre, su misma vena, su mismo espíritu. Su corazón está enfermo y lo peor de todo que Dios le ha acrecentado su enfermedad por su ignorancia.

Para curarse un ignorante de su enfermedad debe desnudarse de su poder político y económico y entregarlo sin caprichos para que lo dirijan los dotados de intelecto. El ignorante debe sacar sus caprichos y nutrirse con el conocimiento mental y espiritual.

 

SERMON DEL VIERNES

POR EL TEOLOGO Y SOCIOLOGO

SHEIJ MUNIR VALENCIA

2018